Paralelo analítico teoría desarrollo económico

PARALELO ANALÍTICO DE LOS ESCRITOS “TEORÍAS DEL DESARROLLO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI” (SEN, s.f.) Y “ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DE DESARROLLO ECONÓMICO” (VARGAS, 2008)

ELABORADO POR: MARTHA ROCÍO ÁLVAREZ RODRÍGUEZ 20102013002

IVÁN DARÍO RIVERA ORTEGA 20102013015

PRESENTADO A: CARLOS ANDRÉS VERGARA TAMAYO

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA DE RECURSOS NATURALES

MÓDULO TEORÍAS DEL DESARROLLO

DICIEMBRE DE 2010

PARALELO ANALÍTICO DE LOS ESCRITOS “TEORÍAS DEL DESARROLLO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI” (SEN, s.f.) Y “ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS TEORÍAS DE DESARROLLO ECONÓMICO” (VARGAS, 2008)

Una vez evidenciadas las posturas de desarrollo descritas por los autores estudiados, se presenta a continuación, un análisis que muestra las similitudes de las posturas, fundamentada en tres (3) características que para nosotros, favorecen el desarrollo en una sociedad: (a) la mayor participación del desarrollo social en el crecimiento económico, (b) el favorecimiento de las libertades individuales a favor del desarrollo y (c) la democratización de los procesos sociales.

Para la primera característica, el texto de Sen (s.f.) establece en su análisis que “…si bien es cierto que el desarrollo social por sí solo no es capaz de generar crecimiento económico, podemos afirmar en cambio (y disponemos de los datos para hacerlo) que sí estimularía un crecimiento económico rápido e integrador si se complementase con políticas favorables al mercado que fomentaran la expansión económica…).

En el mismo sentido, Vargas (2008) menciona que “…si se considera el orden político como una condición necesaria para el desarrollo económico, se reconoce que el sistema político garantiza los derechos de la ciudadanía que sirven de fundamento al modelo de crecimiento económico…”.

Para el caso de Colombia, es evidente que las consideraciones del orden económico adoptadas para favorecer esta cartera, no han tenido el alcance social, que una sociedad en vía de desarrollo requeriría, lo cual ha traído como consecuencia que las posturas económicas, aunque estables (se han mantenido en los dos -2- últimos períodos de Gobierno), no han permeado en la población vulnerable (55% de los habitantes).

Esta percepción evidencia que garantizar el crecimiento económico de una sociedad, basado exclusivamente en el mercado, tiende a favorecer las élites (acumulación de capital) y a ampliar la brecha entre ricos y pobres, acentuada por la acumulación de tierras en pocos propietarios, creando situaciones de marginalidad y desplazamiento de las zonas rurales a las urbanas.

En un país eminentemente agrícola y minero, es fundamental garantizar condiciones sociales favorables, en el sentido que favorezca el acceso a salud y educación sin detrimento de la productividad, tanto en la población de las zonas urbanas como en las rurales, para que se logre una incursión en mercados internacionales con mayor cobertura.

Sin embargo, aunque se intentó favorecer la política social, manteniendo el prudente éxito de crecimiento económico, es claro que la cobertura y calidad en educación aún es baja y la salud es un derecho continuamente vulnerado en cuanto al acceso, cobertura y calidad, prueba son los controvertidos Decretos Reglamentarios a la Salud .

De otra parte, es evidente que la política medioambiental (desarrollo sostenible) para el acceso al aprovechamiento de los recursos naturales fuente de nuestras exportaciones, no se ha consolidado , debido a que la ilegalidad en el acceso aún no se controla adecuadamente y se evidencia en los indicadores como el de deforestación, calidad del recurso hídrico, entre otros.

De acuerdo a la segunda característica referente al favorecimiento de las libertades individuales a favor del desarrollo, el análisis de Sen (s.f.) menciona que “…si el objetivo fuera propagar la libertad del hombre para vivir una existencia digna, entonces el papel del crecimiento económico consistiría en proporcionar mayores oportunidades en esta dirección y debería integrarse en una comprensión más básica del proceso de desarrollo…”.

De la misma manera, Vargas (2008) sostiene que “…el concepto de desarrollo es sustantivo, requiere de condiciones políticas propicias para el ejercicio de la libertad, la cual proporciona a las personas ser las depositarias de los beneficios del crecimiento económico…”.

Para el caso colombiano, ha sido fundamental el garantizar las libertades individuales para favorecer las conductas sociales y por ende fortalecer el crecimiento económico, gracias a la Constitución de 1991; sin embargo, contrapuesto a este interés, se han venido revelando ciertas situaciones que no permiten certificar la libertad de los derechos de la población.

El caso de las interceptaciones telefónicas a altos funcionarios principalmente de la rama de la justicia, el caso de los denominados falsos positivos de las Fuerzas Militares, las investigaciones de la participación del paramilitarismo en la política colombiana, entre otros casos investigados y sucedidos en los últimos ocho (8) años, dejan en una posición incómoda a nivel nacional e internacional la postura del Gobierno frente el acceso a las libertades individuales.

Las democracias consolidadas no son creíbles si los beneficios del crecimiento económico son manipulados por evidencias de autoritarismo y síntomas de dictaduras institucionales, como sucedió en Colombia, en la que el crecimiento económico se sostuvo a costa de prácticas poco ortodoxas y que lesionan las garantías de la población civil.

Adicionalmente, si la consecuencia del crecimiento económico es repartir los beneficios entre la sociedad, en una democracia como la colombiana, no ha podido ser llevada a cabo, porque es evidente que la pobreza está cercana al 50% de la población (CEPAL, 2008), tanto en los sectores urbanos como los

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