SICKO

El documental expone la forma deplorable en la que se maneja la salud en Estados Unidos, se centra principalmente en el manejo y funcionamiento del seguro de salud. En teoría, el seguro médico facilita el acceso a la atención médica y disminuye los gastos involucrados, no obstante, en la práctica es totalmente diferente, incluso se evidencia que, contrario a lo que se creería, el tener un seguro médico no garantiza ninguno de los servicios que se han ofrecido desde un principio y así mismo, la mayoría de personas no logran obtener un seguro debido a que son catalogados como no aptos para el mismo. Aspectos como la estatura, el peso y antecedentes de ciertas enfermedades son claves para que la aseguradora encargada pueda negarse a otorgar la cobertura médica solicitada. En el caso de que afortunadamente se les conceda el servicio, existe innumerables quejas al respecto, varias personas informan haber sido rechazadas por presentar enfermedades graves, además de que se les niega el tratamiento sugerido por el médico, se les resta la importancia necesaria e incluso se invalida su situación afirmando que la enfermedad no es tan grave, no es necesario proceder o que el tratamiento aún es de carácter experimental. El objetivo principal de las compañías y del consejo de administración es ahorrar dinero, es por ello que se recomienda que los empleados mantengan un índice de negativa predeterminado, busquen exhaustivamente alguna falla o enfermedad previa en la solicitud o aumenten excesivamente el precio de algún procedimiento, demostrando así que el bienestar de la población y su mejora no es relevante y se actuará siempre y cuando no sea una pérdida de dinero para la aseguradora. La asistencia sanitaria se convirtió en un negocio aislado del control que los usuarios podían tener sobre su propia salud para ser gestionado por el gobierno y las compañías farmacéuticas encargadas. En contraste, el sistema de salud de otros países, tales como el de Canadá, destaca en la gratuidad de su atención y la calidad del servicio gracias a un manejo y gestión socializada de la atención sanitaria y los demás actores involucrados. Se brinda la ayuda de manera inmediata y la libertad de acción por parte del médico es amplia, además de que se agiliza la consulta y existe un mayor control por parte del paciente para escoger al médico por el que desee ser tratado. En Canadá se prioriza la asistencia inmediata y la ayuda necesaria para solventar una emergencia, en lugar de la manera en la que se efectuará el pago y, en Inglaterra, el precio de los medicamentos es visiblemente más bajo que en Estados Unidos, 6.65 libras esterlinas es el valor estándar por pagar y en el caso de que el paciente sea menor a 16 años o exceda los 60 años de edad, está exento de pagar. Además de los beneficios que otorga el Sistema Nacional de Salud británico al momento de requerir tratamiento, consulta atención sanitaria y velar por complementar este aspecto con el resto de actores, en los hospitales se maneja la política de ayudar a aquellos con recursos económicos bajos, incluso se les brinda dinero para su transporte. Así mismo, la calidad de vida de los profesionales de salud es alta puesto que se remunera económicamente a los médicos según la atención que brindan, es decir, mientras mejor atiendan a sus pacientes y los ayuden a cambiar sus hábitos en función de su salud, mejor será la remuneración obtenida. Se debe destacar también la gestión de Francia en donde se paga según las posibilidades del beneficiario y existe un servicio médico a domicilio llamado “Médicos SOS”, servicio que agiliza las consultas y su demora es de aproximadamente 30 minutos. En cuanto a los días de permiso por enfermedad, no existe un límite como tal, sino se solicitan según la circunstancia, además de que los permisos por vacaciones corresponden a un periodo de cinco semanas y en casos especiales, pueden alcanzar las ocho semanas, por otro lado, la educación universitaria también es de excelencia y, al igual que los servicios de guardería son básicamente gratis. La universidad no representa ninguna clase de costo para los ciudadanos franceses y en cuanto a mujeres embarazadas y/o con recién nacidos, se les ofrece un tipo de acompañamiento y asesorías sobre el cuidado del bebé un promedio de cuatro horas al día dos veces por semana. Todos estos aspectos previamente mencionados contrastan claramente con los casos de inhumanidad en Estados Unidos regidos por una falda de ética con las personas que no pueden permitirse costear las facturas de los hospitales y son abandonados en situación de mendicidad.  En Cuba, la salud es de calidad y es una prioridad, el costo de los medicamentos disminuye precipitadamente, en el documental se expone el caso de la venta de un inhalador para el asma, cuyo precio en Estados Unidos ronda los 120 dólares americanos, mientras que en el país cubano el precio no excede de 5 centavos. En conclusión, el sistema sanitario de Estados Unidos presenta constantes deficiencias e irregularidades en la prestación de servicios en los cuales a millones de personas se les niega la oportunidad de vivir, se rechazan las solicitudes de ayuda médica por motivos injustificados y las condiciones de vida son lamentables, debido a los prejuicios de una asistencia de salud socializada. Es por ello que un sistema sanitario gestionado por autoridades egoístas y centradas únicamente en una atención focalizada solo en servicios de salud mas no en velar por la integridad de los otros componentes íntimamente relacionados con la salud no prospera, por consiguiente, afecta de forma violenta a la población más vulnerable, al existir trabas e injusticias en la prestación de estos servicios que deberían ser brindados de forma incondicional, las personas desconfían en el gobierno y descuidan aún más su propia salud, empeorando su enfermedad y, por lo tanto, arriesgando su vida. El problema del sistema en Estados Unidos, no es la socialización, sino la deshumanización del propio sistema. Se podría decir que un sistema de atención justa, inmediata, universal, gratuita y de calidad es una utopía, no obstante, siempre y cuando se pueda gestionar honesta y altruistamente estos beneficios, se puede volver una realidad, así cómo se logró en Canadá, Francia, Gran Bretaña y Cuba.  

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