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EL MEDIO AMBIENTE Y EL COMERCIO INTERNACIONAL


Enviado por   •  19 de Diciembre de 2012  •  2.405 Palabras (10 Páginas)  •  1.169 Visitas

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Medio Ambiente Y La Influencia En El Comercio Internacional

“Los países desarrollados no tienen las mismas preocupaciones ambientales que los países en desarrollo”. La situación ambiental varía de un grupo de países a otro, e incluso dentro de cada país. En general, múltiples características los diferencian, como el grado de desarrollo socioeconómico, la calidad de la infraestructura física, el desarrollo tecnológico, el nivel de ingreso per cápita y su distribución, la calidad de vida de la población, el patrón de consumo, las exigencias de los consumidores, el patrón de producción, y el daño que pueden provocar las actividades productivas. De estas diferencias, entre otras, derivan variados efectos que influyen en el tipo de presiones que se ejercen en defensa del medio ambiente.

Teóricamente, los países desarrollados y los países en desarrollo estiman necesario compatibilizar el comercio con el medio ambiente, y mucho se ha insistido en que el medio ambiente es un aliado y no un enemigo. No obstante, en la práctica aún no logran ponerse de acuerdo, pese a que el motor de las economías de los países en desarrollo es el comercio internacional, pues en este plano están apareciendo cada vez mayores exigencias ambientales.

En resumen, puede decirse que en los países desarrollados la preocupación ambiental se desencadenó debido a la industrialización acelerada y al aumento del consumo, que llegaron a poner en peligro la existencia de los recursos naturales, a causa de una explotación no racional desde el punto de vista ecológico. Un ejemplo de esto es el uso no sostenible de los recursos energéticos asociado al rápido crecimiento económico de esos países, uno de los elementos que más contribuyó a intensificar el deterioro ambiental.

Los problemas ambientales no surgen en forma aislada, sino que están vinculados a las políticas económicas y comerciales de los países, y se extienden de uno a otro a causa de la creciente interdependencia económica. Por eso, en la búsqueda de soluciones de los problemas ambientales comunes a varios países, es necesario actuar en conjunto.

A causa de la tendencia globalizante de la economía, el alcance de las normas y reglamentaciones nacionales sobre medio ambiente se extiende más allá de las fronteras de cada país. Y el comercio, que opera como motor de crecimiento de las economías, hace a los países más conscientes de la necesidad de alcanzar un crecimiento económico sustentable.

Sin embargo, aunque la globalización de la economía y la apertura comercial tocan a todos los países, sus efectos no los benefician a todos por igual. Hay países que están más capacitados que otros para flexibilizar la producción y adaptarse a las nuevas demandas del mercado, así como para conseguir el financiamiento necesario para alcanzar esos objetivos. Así, aun cuando el ritmo de adaptación difiere de una economía a otra, cuanto más rápido logren los países adaptarse a las nuevas y cambiantes exigencias del mercado, mayores podrían ser los beneficios que les reporte el intercambio mundial.

Los economistas y los ambientalistas suelen diferir en cuanto al modo de afrontar los actuales problemas ambientales. En lo que sigue se intentará llamar la atención sobre algunos de los aspectos más conflictivos de la relación entre comercio y medio ambiente, y se procurará presentar las posiciones, no siempre coincidentes de unos y otros. Para ello se examinarán en lo que sigue distintos elementos, a saber, la incorporación del costo ambiental en el precio del producto; las relaciones entre modelos de exportación y defensa del medio ambiente; la competitividad internacional y la protección ambiental, y las exigencias de etiquetado y empaquetado ecológicos. Estos aspectos forman parte de una lista más amplia, y se han elegido sólo por ser los más controvertidos, sin que eso signifique restarles importancia a los no mencionados.

Las iniciativas ambientales que los países de América Latina y el Caribe están emprendiendo han sido inspiradas en las políticas ambientales de los Estados Unidos y de los países desarrollados de Europa. Esta influencia ha llegado por varios caminos: por ejemplo, los países desarrollados han estado prohibiendo la entrada de productos en cuyo cultivo se han utilizado pesticidas, han controlado la entrada de desechos tóxicos, han creado incentivos para detener la deforestación o han puesto restricciones al embalaje.

En décadas pasadas, los países de la región no consideraron los aspectos ambientales en sus políticas de desarrollo. En su gran mayoría son países dependientes de la exportación de materias primas, lo cual los induce a explotar más el capital ecológico. Han estado enfrascados en el crecimiento sin importarles si sus modelos de desarrollo degradaban o no el medio ambiente. No obstante, la presión externa que han recibido en cuanto a adoptar una política ambiental, los ha hecho entender lo ineludible de la tarea, pues de lo contrario puede peligrar su acceso a los mercados internacionales.

La falta de preocupación ambiental de algunos países de la región obedece principalmente a la necesidad de elevar el nivel de vida de la población y de obtener recursos financieros. Estos factores dejan en segundo plano las actividades encaminadas a disminuir la degradación ambiental, dado que el crecimiento del producto tiene prioridad por sobre otras preocupaciones.

En general, los países en desarrollo se ven hoy ante la necesidad de definirse en materia ambiental. La incorporación de lo ambiental en la política exportadora de los países es un requisito para continuar insertándose en los mercados de países desarrollados, pues la inclusión de medidas ambientales en las políticas de los países desarrollados es un proceso irreversible. Los exportadores deberán ajustarse a las nuevas preferencias de los consumidores externos, que exigen productos de mejor calidad. El cumplimiento de esta tarea permitiría a los exportadores seguir accediendo a los mercados más exigentes, con igual o incluso mejor capacidad competitiva internacional.

La incorporación de la cuestión ambiental, aunque sea en forma paulatina, los llevará a enfrentar en mejores condiciones las negociaciones bilaterales, regionales y multilaterales, con lo cual podrían aventajar a los países competidores que no han comenzado a elevar sus estándares ambientales. En la medida en que los países, entre ellos los de la región, tengan una política ambiental definida (lo que no significa que la contaminación sea inexistente), y en la medida en que cada vez haya más países integrados a acuerdos internacionales sobre medio ambiente, se hará más fácil una relación armónica entre

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