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Las Epidemias A Traves De La Historia


Enviado por   •  14 de Enero de 2012  •  2.303 Palabras (10 Páginas)  •  6.331 Visitas

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LAS EPIDEMIAS A TRAVES DE LA HISTORIA

Epidemia en su definición tradicional, es una enfermedad ampliamente extendida que afecta a muchos individuos en una población.

En la actualidad el concepto es una relación entre una línea de base de una enfermedad, que puede ser la prevalencia o incidencia normales, y el número de casos que se detectan en un momento dado. En este sentido si una comunidad se encuentra libre de determinada enfermedad, un solo caso constituye una epidemia. En otras palabras, es un incremento significativamente elevado en el número de casos de una enfermedad con respecto al número de casos esperados.

Una epidemia puede estar restringida a un área local, en cambio, no abarca una extensión más amplia como un país (endemia), o puede tener carácter mundial (pandemia).

Algunos ejemplos de epidemias históricas incluyen la Peste negra de la Europa medieval, la epidemia de Gripe española ocurrida durante la Primera Guerra Mundial y la actual epidemia de SIDA.

El Mundo Antiguo se vio azotado por enfermedades que se extendieron velozmente.

Con carácter epidémico o pandémico produciendo gran mortandad. Estas epidemias recibieron el nombre genérico de pestes.

En la Biblia es donde se encuentran las primeras menciones de la peste. En el Antiguo Testamento hay claras alusiones a ella. En Éxodo (9,5) puede leerse: "Jehová dijo a Moisés y Aarón: Coged puñados de ceniza de horno y espárzala Moisés hacia el cielo a vista de Faraón y se convertirá en polvo menudo en toda la tierra de Egipto de lo que resultarán tumores apostemados así en los hombres como en las bestias".

Antes que Hipócrates hubiese establecido las bases de la ciencia médica, se

consideraban las epidemias como un efecto de la cólera divina, opinión apoyada en la interpretación de los libros sagrados (Éxodo, Jeremías, Isaías, Libro de los Reyes, Mateo) y en textos profanos de la antigüedad (Ovidio, Platón, Plutarco, Tito Livio, Plinio). Pero Hipócrates consideraba que la peste se propiciaba en las estaciones cálidas y húmedas. En su Tercer Libro de las Epidemias afirma que el estado del aire y los cambios de estación engendran la peste. Aristóteles sin embargo las atribuía a la influencia de los cuerpos celestes.

Las plaga más devastadora de las que asolaron en mundo griego fue la peste de

Atenas (428 a.C.), documentada con detalle por Tucidides, aunque hay descripciones

más confusas de la Peste de Agrigento (406 a.C.) y Siracusa (396 a.C.) así como de la Peste Julia (180 a.C.) y de la mítica Peste de Egina que Ovidio menciona en sus "Metamorfosis". El imperio romano tampoco se libró de la peste. Marco Aurelio fue víctima de la primera epidemia y En Roma y llegaron a morir en el siglo III c.C. cerca de 5.000 personas al día por su causa. Las grandes epidemias influyeron en la Historia. Así se cree que el fracaso de Justiniano en restaurar la unidad imperial en el Mediterráneo se debió en gran parte al efecto de la plaga que disminuyó alarmantemente sus ejércitos. Del mismo modo las fuerzas romanas y persas

perdieron su resistencia ante los ejércitos musulmanes en año 637. El avance del Islam separó el Este del Oeste. Estas fueron las epidemias más importantes de este periodo: Peste de Atenas.

Una de las epidemias más devastadoras de la antigüedad fue la peste de Atenas que se propagó en el año 428 a.C. narrada por Tucídides en su obra "La guerra del Peloponeso". Afirma el historiador que la peste procedía de Etiopía y que se producía en las grandes aglomeraciones de las ciudades, los grandes calores y las guerras.

Peste de Siracusa.

Esta plaga sobrevino en el año 396 a.C, cuando el ejército cartaginés sitió Siracusa, en Italia. La enfermedad surgió entre los soldados cartagineses, expandiéndose rápidamente entre ellos y diezmando su ejército . Se manifestó inicialmente con síntomas respiratorios, fiebre, tumefacción del cuello y dolores costales. Seguidamente aparecían disentería y erupciones pustulosas en toda la superficie del cuerpo. Los soldados morían entre el cuarto y sexto día, con ataques de delirio y sufrimientos atroces. El Imperio Romano fue el gran beneficiario de aquella epidemia, venciendo fácilmente a sus invasores.

Peste Antonina.

Así llamada por haber surgido en el siglo II d.C, cuando gobernaba Roma el emperador Marco Aurelio, de la familia de los antoninos. Causó gran devastación en la capital del imperio, extendiéndose a toda a Italia y a la Galia (Francia).

Galeno describió los síntomas presentados por los enfermos de esta manera: "ardor inflamatorio en los ojos; enrojecimiento sui generis de la cavidad bucal e de la lengua; aversión a los alimentos; sed inextinguible; temperatura exterior normal, contrastando con la sensación de abrasamiento interior; piel enrojecida y húmeda; tos violenta y ronca; signos de flegmasía laringobronquica; fetidez do aliento; erupciones y fístulas, diarrea, agotamiento físico; gangrenas parciales y separación espontánea de órganos; perturbaciones de las facultades intelectuales; delirio tranquilo o furioso y muerte entre el séptimo y noveno día".

La peste del siglo III.

Oriunda do Egipto, se expandió con rapidez a Grecia e Italia, devastando el Imperio Romano. San Cipriano, obispo de Cartago, dejó la siguiente descripción de la dolencia: "se iniciaba por un fuerte dolor de vientre que agotaba las fuerzas. Los enfermos se quejaban de un insoportable calor interno. Luego se declaraba angina dolorosa; vómitos se acompañaban de dolores en las entrañas; los ojos inyectados de sangre. Unos perdían la audición, y otros la vista. En Roma y en ciertas ciudades de Grecia, morían cerca de 5.000 personas por día".

Peste justiniana.

Procopio describió una peste en su Historia de las guerras persas (542 d.C.). La humanidad estuvo a punto de extinguirse con aquella peste. Se originó al parecer en Egipto extendiéndose a Palestina. Como todas estas plagas llegó por mar en los barcos procedentes de Oriente. Comenzaba por una súbita fiebre no de gran intensidad y a los pocos días aparecían unas hinchazones bubónicas en las axilas, detrás de las orejas y en los muslos. Luego unos quedaban sumidos en un coma profundo o en un estado delirante.

Pestilencia amarilla.

En 550 d.C. hubo una gran plaga en Inglaterra llamada "Pestis flava"

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