Proyecto sobre fabricacion de ropa quirurgica
Enviado por María Alejandra González Martínez • 5 de Octubre de 2021 • Documentos de Investigación • 19.600 Palabras (79 Páginas) • 202 Visitas
PROYECTO DE FABRICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE ROPA QUIRÚRGICA (DESECHABLE) EN LA CIUDAD DE TUNJA
NAZLY JOHANA HERNANDEZ MONROY 201520445
VERONICA ALEJANDRA PANQUEVA SANTOS 201420440
MARIA ALEJANDRA GONZALEZ MARTINEZ 201522475
LEIDY MARCELA VELASQUEZ LOPEZ 201620451
Nota 2º avance: 3,8
DOCENTE
SIERVO TULIO DELGADO
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA
PROGRAMA DE ECONOMÍA
FORMULACIÓN DE PROYECTOS
TUNJA-BOYACÁ
2020-2021
- IDEA DEL PROYECTO
La ropa quirúrgica tiene como función ser una barrera protectora contra las bacterias, virus y microorganismos que se encuentran en el ambiente y que pueden ser contagiosas. Esta ropa comenzó a utilizarse a comienzos del siglo XX, principalmente en el área de la salud. Sus primeros materiales eran reutilizables, las prendas estaban hechas de algodón muselina, pero estas generaron diferentes infecciones, por lo que se optó por reemplazarla por ropa desechable, con el fin de aumentar la bioseguridad del personal y de los pacientes, brindando así una doble protección.
El Real Decreto 664 de 1997, ¨ sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo¨, establece las medidas que deben adoptarse para la reducción de los riesgos. Debido a lo anterior, se establece el uso obligatorio de la ropa quirúrgica desechable en todos los procesos en los que se tenga que intervenir un paciente, ya que de esta manera se busca reducir la tasa de infecciones hospitalarias.
El planteamiento toma como base, que dada la contingencia registrada por el virus (COVID-19) que afecta al mundo, se generó una problemática a partir del aumento de los contagiados. Debido a la rápida expansión de este virus, se han establecido nuevos protocolos de bioseguridad, de esta manera se busca proteger y disminuir la propagación del número de contagiados, lo que ha llevado al aumento de la demanda de ropa quirúrgica, pues esta ha sido implementada a nivel general en los protocolos de bioseguridad.
La crisis generada a raíz de la pandemia, ha generado un aumento en el consumo de prendas de un solo uso como batas quirúrgicas, tapabocas desechables, entre otros. Lo cual es afirmado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUM, tanto en el uso hospitalario como en el doméstico, siendo un material impermeable, inocuo, limpio, que ofrece garantías de protección y que es muy competitivo en términos económicos. Se evidencian oportunidades y soluciones que se puede ofrecer a la industria de fabricación y distribución de ropa quirúrgica (desechable) en la ciudad de Tunja (y en general en el mercado mundial, ya que afecta a toda la población) debido a que este tipo de prendas ayudan a disminuir el riesgo de adquisición de enfermedades infecciosas. La bata quirúrgica desechable, generalmente está hecha de materiales desechados, el área reforzada se hizo de SMS (Spunbond – Meltblown – Spunbond Nonwovens), SMMS (Spunbond – Meltblown – Meltblown - Spunbond), y materiales compuestos no tejidos.
La fabricación de una prenda de vestir quirúrgica es vista en el mercado nacional, dentro del contexto normal de la fabricación de cualquier otra prenda de vestir o como un trabajo de diseño y confección. Tradicionalmente, las prendas de vestir son para el sector de la salud (principalmente). En los últimos tiempos, se ha mejorado la producción de estas prendas de uso médico, mediante la utilización de telas sintéticas o tela no tejida de polipropileno con tratamientos anti-fluidos o absorbentes, que son resistentes al contacto de fluidos corporales, productos químicos, solventes, ácidos minerales y agentes oxidantes, pero que no previenen o repelen el ataque de toxinas, bacterias o microorganismos.
La industria textil, en el sector salud de la ciudad de Tunja, se ha consolidado como una importante actividad generadora de desarrollo económico y social, su rápido crecimiento durante las últimas décadas, ha hecho que se genere un aumento considerable en la inversión en el sector de la salud, siendo este, uno de los principales clientes de la industria textil y de la confección, debido a que cuenta con 1055 entidades de salud en la ciudad de Tunja, lo que ocasiona una gran demanda debido al uso diario de estas prendas de vestir necesarias para el desarrollo de sus actividades.
Es ahí, donde se evidencia la oportunidad de llevar a cabo la fabricación y distribución de ropa quirúrgica, debido a que no solo en la última década ha aumentado, sino que a partir de la llegada del coronavirus al país, su demanda ha aumentado exponencialmente, ya que, el uso de esta prenda se ha llegado a extender a nuevos sectores productivos como spa, centros estéticos, consultorios odontológicos, centros de cuidado facial, entre otros, pues estos lugares están obligados a cumplir con las normas de Bioseguridad (entre ellas están el uso obligatorio de tapabocas, desinfección de manos y pies, toma de temperatura, distanciamiento requerido de dos metros, entre otros), dentro de las cuales está el uso de prendas de vestir desechables para evitar la propagación de agentes contaminantes, esta es usada como barrera de protección tanto para el prestador del servicio como para quien lo recibe. Otros beneficios que tiene el uso de estas prendas, es la reducción de riesgos de infección por el manejo de tela reutilizable por el personal ya mencionado.
La industria textil y la confección en el país, han avanzado empleando los métodos tradicionales de producción y mercadeo y hasta hace apenas un par de años, las organizaciones líderes del sector, han empezado a incursionar en el uso de nuevas tecnologías para la producción de textiles. En el 2012 comienza el auge del uso de nanotecnología en la fabricación de telas para la confección de prendas. Aunque hay varios fabricantes de ropa desechable quirúrgica en la ciudad, se ven grandes oportunidades de generar un producto funcional, que cumpla con las normas exigidas por el Ministerio de Protección Social en el manual de bioseguridad, prestando además un servicio de calidad a los clientes, generando buenas relaciones comerciales.
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