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Dilema etico. Un dilema moral


Enviado por   •  7 de Junio de 2018  •  Ensayos  •  703 Palabras (3 Páginas)  •  97 Visitas

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Al hablar de Ética, encontramos una malinterpretación común al confundirla con la Moral. Por establecer un precedente en este escrito, me haré a la tarea de definir mediante un ejemplo personal mi visión y concepto. La moralidad se enfoca en el cumplimiento de valores y normas, mientras la ética es el valor otorgado y estudio de esos valores y esas mismas normas. Por ende, y como ejemplo, si estamos atrapados en el tráfico de las calles de Bogotá durante el Pico Y Placa, y un policía nos detiene y atasca aún más el tráfico, el policía está siendo moral al cumplir las normas y hacer su trabajo. Al hacer esto, está perjudicando muchas otras personas que nada tienen que ver con el problema. Por eso, para que sea un acto de Ética el policía puede dejar pasar el vehículo, con la esperanza de que sea detenido unas cuadras más adelante. Con base en esto, desarrollamos nuestra idea.

Un dilema moral con el cual me he encontrado en un momento de mi vida, es la posibilidad de comunicar información que pueda acabar con la unión amorosa de dos personas. Esta unión, a espera de formalización legal y bendición de la iglesia, ha sido fortalecida por años de amistad y complicidad que, tanto en las buenas como en las malas, ha demostrado absoluta fidelidad de las parejas a su imagen y objetivo de progreso conjunto.

Antes de llegar a la pregunta central del dilema, hay que analizar el concepto de “qué tanto vale la pena” hacer algo, si el resultado va a ser peor para todo el mundo. ¿Valdrá la pena destruir una relación, por un error que ha sido producto de debilidad y de ingenuidad? Un error que pudo ser peor, pero no lo fue. Tal vez necesitará una voz de consejo o una guía para continuar por su camino y el cumplimiento de sus objetivos. Pues, en mi caso, no valió la pena entrometerme en los jardines del amor ajeno, si no soy yo quien riega ni cuida de sus frutos.

Es así entonces como entramos primero a describir y definir el error cometido y su profundidad. En este caso, un miembro de la pareja estuvo dialogando de manera “cercana” con una persona externa. Esta persona externa estuvo incitando a este miembro a conversar y hablar de cosas que tal vez podrían ser incomodas para su pareja, y que en algunos casos podrían tildarse de infidelidad. En este caso particular no hubo un encuentro físico, ni se hizo efectiva ninguna de las palabras que cruzaron, por lo cual se puede categorizar como una simple provocación. Sin embargo, esta provocación hizo que el miembro de la pareja se involucrara, por poco que fuera, emocionalmente con el personaje externo.

Entremos ahora en el Dilema Ético: ¿Hasta qué punto entonces hubo una infidelidad? Y, nuevamente, ¿Qué tanto vale la pena irrumpir en la harmonía recuperada y el futuro de una relación amorosa que lleva años de cultivo? ¿Es absolutamente necesario arriesgar la destrucción de algo, por un error que no llegó a nada, y se desvaneció por el mismo camino por el que llegó?

En mi caso digo, rotundamente, NO. La moralidad me persuade a hacerlo por cumplir y hacer cumplir los valores legítimos de la sociedad. Pero la ética, mi ética, me empuja lejos de un problema en el cual no puedo interceder. Una guerra que no es mía para comenzarla. La terminación de esa relación tendría todo el peso sobre mi consciencia y sobre mis valores, más aún cuando la amenaza ya se fue para jamás volver. Incluso, entrometerme en este “problema” podría significar que yo acabase señalado y me fuera retirada la amistad. Podría terminar siendo yo el enemigo de la pareja, el villano central de la historia.

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