Discurso del suicidio

Discurso del suicidio

Buenos días querida profesora soledad y compañeras, quien les habla es Gloria Belem Ocampo Jiménez y hoy les quiero hablar a sus almas, a esas almas libres, bella y puras, que quieren volar y soñar ¡así es! Esta dentro de cada una de ustedes. Es por ello que quiero advertirles de un peligro constante casi imperceptible que amenaza con nuestra existencia, y que nos damos cuenta de él solo cuando la pena y el dolor nos invaden.

¡Sí! Les estoy hablando del suicidio, la cual la mayoría de los adolescentes creen que es la solución más rápida de evadir y acabar con los problemas o complicaciones que están atravesando.

Hoy en día el mundo está plagado de imágenes de chicas perfectas, de modelos que tiene un cuerpo envidiable por nosotras, chicas que aparecen en los periódicos y que creen que la belleza lo es todo, creen que con esa belleza van lograr todo lo que se proponen en la vida.

A veces, me da risa pensar que yo me odiaba por no ser bella y delgada como esas chicas, por no tener ojos azules o verdes, por no tener un cabello sedoso y ondulado. Todo el día me paraba frente al espejo, mirando solo mi reflejo, mis ojos no alcanzaban a ver la belleza de mi alma, la belleza que más importa, la belleza que no necesita de cremas ni de maquillaje ni de cirugías. Después de ver todos mis defectos, felizmente la idea del suicidio nunca me atrapo gracias los consejos de mis padres y a dios que siempre es Y así como yo, estoy segura que muchas de ustedes se miran al espejo y se quejan por como son. Por tener un rollito, porque sus ojos son muy grandes o muy pequeños, y así infinidades de defectos van a encontrar en su cuerpo, porque ustedes al igual que yo no miramos la belleza del alma, solo miramos nuestro físico.

Sin embrago muchas de las adolescentes llegan a quitarse la vida por esta causa. Vemos que en muchos casos se tiran al vacío, simplemente porque no les gusta como son, porque no están conformes con lo que tiene.

Chicas pónganse a pensar, mientras que tú acabas con tu mundo de imperfecciones, para tu familia y amigos viene un mundo de dolor y frustración.

Solo imagina esto por un segundo: Estas sentada en tu habitación (puerta cerrada con llave) con un lapicero y un papel en blanco frente tuyo. Tu mano tiembla y las lágrimas caen otra vez, es la tercera vez en una hora. ‘‘Para mi familia’’ escribes en la hoja pero decides que es una mala manera de empezar tu carta, de suicidio. Pruebas de nuevo, una y otra vez pero no sabes cómo empezar. Es de noche, te deslizas en la cama; ’’Adiós’’ le susurras al oscuridad. Tomas tu última respiración y acabas con todo ¿a nadie le importa no? Bueno te equivocas…

En la mañana siguiente, tu mamá llama a la puerta, no sabe que ya te has ido. Como no hay respuesta de tu parte, abre la puerta y grita. Se desploma en

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