ENERGÍAS NEGATIVAS

“Mi Cristo Interior Saluda y Bendice a tu Cristo Interior”

Hoy es martes 9 de septiembre de 2014

Programa #836

¡QUE EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA NOS ILUMINE!

ENERGÍAS NEGATIVAS

Todo cuerpo en el Universo tiene su energía y esta energía le pertenece al ser en su totalidad sustancial.

La energía que emana de un cuerpo es radial e influencia a todas las personas que se encuentran en su alrededor.

Esta energía es positiva si la sensación que se experimenta es agradable y negativa si sucede lo contrario.

Sin embargo, la energía no es ni positiva ni negativa, no es ni buena ni mala, sólo es una y su polaridad depende de la intención de cada indi¬viduo.

Una mala impresión en una persona, siempre corresponde a una mala impresión de parte de otra persona. Igual que tú te sientes, se siente la otra persona.

Debemos ser cautelosos en la observación de los campos ener¬géticos de todas las personas, pues podemos arriesgar interfe¬rir con la paz y la libertad de los demás.

La amplitud del campo energético varía según el estado emocional de la persona.

Existen tres campos de energía:

1- El campo público.

2- El campo social.

3- El campo íntimo.

ENERGÍAS NEGATIVAS

Dice La Biblia: “Los hijos de las tinieblas son más sagaces que aquellos de la luz”.

También se dice, que: “Una manzana podrida corrompe todo el contenido de un costal”.

Y los orientales, dicen: “Sienta a un ladrón al lado de un hombre sabio; al poco tiempo, el sabio… saldrá a robar”.

Cuando deseamos mal a alguien, estamos emitiendo energías negati¬vas, que saliendo de nosotros y viajando por el cosmos, inciden en la persona odiada, dañándole su cuerpo etérico. Un pensamiento es una entidad con forma, olor, volumen y por lo tanto… peso. Es una creación de la mente.

Sabemos que la energía ni es buena ni es mala y que su polaridad depende, única y exclusivamente, de la intención de la persona de quien emana.

Con la energía negativa, es decir, con los malos y mal intencio¬nados pensamientos, podemos hacer daño e inclusive acabar con una persona.

Síntomas de una energía negativa:

• Cansancio.

• Dolor de cabeza.

• Insomnio o desvelo.

• Oleadas de frío o de calor.

• Matas que amanecen marchitas.

• Nerviosismo sin causa aparente.

• Sensación de que algo malo va a pasar.

• Olor a tabaco cuando nadie fuma en la casa.

• Sentir dolor o vacío en la boca del estómago.

• Olores nauseabundos y no se encuentra la causa.

• Taquicardia al despertarse y no recordar el sueño.

• Cadenas, pulseras y anillos de oro que se revientan.

• Animales queridos (mascotas) que amanecen muertos.

• Sentir depresión, angustia, desgano o descontento general.

• Enfermedades persistentes que no se alivian con el tratamiento médico, como: asma, artritis, dolor de cintura, de cabeza, en los hombros, entre otras.

PROTECCIÓN CONTRA LAS ENERGÍAS NEGATIVAS

Cargarse de energía es una práctica útil que nos ayuda a estar mejor en el desempeño de las funciones diarias.

Hay días en los cuales nos encontramos sin ánimos ni deseos y vamos por el mundo con la cabeza agachada, la columna encorvada, los hombros enjutos, arrastrando los pies y sintiéndonos lo peor de la humanidad.

Hay veces también en las cuales nos “roban” o “chupan” la energía y nos sentimos tristes y abatidos. En ocasiones sucede cuando nos saludan de mano o cuando nos dan malas noticias o presenciamos un accidente o cuando nos dicen palabras que distan de nuestros presupuestos.

Cuando se quiera o se desee obtener algo de alguien, lo mejor es concentrar la mirada en el entrecejo de la otra persona y decir, mentalmente:

“Mi Cristo interior saluda y bendice a tu Cristo interior”

Este saludo es lo máximo, energéticamente hablando, pues lo que quiere decir es que lo mejor y más alto de mí saluda a lo mejor y más alto de la otra persona: la parte o concepto crístico.

CÓMO CARGARSE DE ENERGÍA

Primer Método

A cualquier hora del día puedes cargarte de energía golpeando levemente el timo con los dedos índice, del corazón y pulgar, unidos por las yemas y con las uñas hacia afuera y al mismo tiempo presionando la lengua contra el pala¬dar.

Segundo Método

Eliges un volumen geométrico (esfera, cilindro, cubo, cono o pirámide) y visualizas que te introduces en él. Este volumen será tu escudo para el resto de la vida. Dentro de tu volumen, te verás rodeado de luz azul-blanca.

Pones la palma de tu mano izquierda sobre el plexo solar y dices mentalmente, con mucha energía: “Niego lo malo, rechazo lo negativo” y visualizas cómo la fuerza negativa es rechazada por tu escudo, devolviéndola a quien te la envía.

Tercer Método

Por la mañana (antes de las 10 A.M.), descalzo, a fin de hacer con¬tacto con la tierra y con poca ropa (preferiblemente después del baño), te paras de cara al Oriente y ojalá viendo el Sol (si no lo ves es igual si lo visualizas).

Separas ligeramente las piernas, abres los brazos a la altura de los hombros y los doblas en 90º por los codos, dejando las palmas de las manos bien abie¬rtas y dirigidas hacia el Sol.

Te relajas, tomando varias respiraciones lentas y profundas, luego visualizas cómo los rayos del Sol llegan hasta tu cuerpo y van penetrando y llenándote de magnífica energía; cargas y cargas de energía que van entrando por todos tus poros y te vas sintiendo muy bien. Esta posición puedes mantenerla por tanto tiempo como lo desees.

Cuando lo decidas, vas cerrando los brazos hasta que las manos se toquen por las yemas de los dedos y luego cruzas tus manos sobre tu pecho para así cerrar el circuito superior de energía; al mismo tiempo que haces lo anterior, vas cerrando las piernas hasta juntar los pies; con esta acción cierras el circuito inferior de energía, guardando la carga energética por un buen tiempo.

Ten siempre presente que la carga de energía dura hasta cuando te encuentres con la persona que no es, que te de rabia, que tengas un mal pensamiento o que te den una mala noticia.

Cuarto Método

Colocas la palma de la mano izquierda sobre el plexo solar (dos dedos arriba del ombligo) y la dejas en ese lugar durante todo

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