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El Abuso Sexual En La Discapacidad


Enviado por   •  6 de Enero de 2015  •  1.402 Palabras (6 Páginas)  •  360 Visitas

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El abuso sexual en la discapacidad

Vulnerabilidad de los niños/niñas con discapacidad.

Tienden a mostrarse más ávidos de afectos, lo que es interpretado por el abusador como un “consentimiento” frente a la violencia sexual.

No son vistos como testigos creíbles en un proceso de denuncia social o legal.

Las familias de niños y niñas con discapacidad tienden a aislarse de otros grupos sociales como producto de la vergüenza y el temor al rechazo, lo que aumenta los niveles de estrés familiar y con ello la probabilidad de maltrato y abuso hacia la niñez.

Los niños y niñas que presentan retardo mental suelen presentar una fuerte necesidad de ser valorados y aceptados por personas que no presentan discapacidad, por lo que harían cualquier cosa que se les pidiese, a fin de obtener aprobación social o encajar en el grupo, situación que suele ser aprovechada por el abusador.

Factores de vulnerabilidad

Son muchos los factores que incrementan la posibilidad de sufrir abusos sexuales en las personas con alguna discapacidad. Podemos hablar de factores educacionales, factores sociales y factores personales.

Factores educacionales: Falta de educación sexual, que impide que sean capaces de discernir entre comportamientos sexuales adecuados e inadecuados y de comunicar de manera adecuada que están siendo víctimas de abusos sexuales. Desconocimiento de la ley acerca de los abusos sexuales. No son conscientes de que la ley les puede ayudar en caso de sufrir este tipo de abusos, porque nadie les ha informado sobre ello.

Factores sociales: Sufren aislamiento social, por lo que sienten más deseos de satisfacer a la gente, con tal de recibir atención y afecto y presentan más riesgo de ser manipulados. La sociedad les niega la oportunidad de expresar su sexualidad. Negación de los derechos humanos, que conlleva percepción de falta de poder por parte de la persona con discapacidad. Más riesgo de sufrir abusos por parte de profesionales de la salud y en las instituciones. Devaluación de las personas discapacitadas por parte de la sociedad. Ausencia de un modelo de rol sexual, que impide el desarrollo de una adecuada identidad sexual.

Factores personales: Dependen de otros adultos en la realización de sus actividades cotidianas, lo que hace que estén acostumbrados al contacto físico de sus cuidadores, especialmente en las tareas de higiene y cuidado personal. En ocasiones, es difícil para ellos discernir el contacto físico con ese fin de otro tipo de contacto, siendo así muy vulnerables al abuso sexual por parte de los cuidadores. Muchas deficiencias conllevan discapacidad física, lo que hace que no puedan defenderse y sean más vulnerables. Otras están unidas a dificultades en la comunicación, impidiéndoles comunicarse con otras personas adecuadamente para pedir ayuda ante una situación de abuso. Carecen de habilidades socio-sexuales adecuadas y oportunas. Esto impide, por ejemplo, que sean capaces de decir no ante esa situación. Desde niños se les educa para que obedezcan a sus mayores, entre ellos, los cuidadores, lo que hace que se sientan en la obligación de hacer lo que otros les manden, como participar en una actividad sexual no deseada

Prevención

Las personas con discapacidad intelectual necesitan una adecuada educación para ayudarles a luchar contra los abusos y prevenirlos. Una educación que cubra su desarrollo humano, la sexualidad, la expresión sexual apropiada, y promoción para garantizar que su entorno les protege. Requieren de apoyo y educación al tomar decisiones relacionadas con su reproducción y su salud. En caso de que ellos no tengan la capacidad de consentimiento, debe existir la figura de una persona que toma la decisión por ellos. Con frecuencia no se les cree, sin embargo con el adecuado apoyo incluso una persona con discapacidad intelectual severa podría ser capaz de explicar el incidente adecuadamente.

Educación preventiva en diferentes edades

Infancia temprana (3-5 años): los padres les pueden empezar a enseñar los nombres de las partes de su cuerpo, incluyendo los órganos sexuales, lo que se puede y no se puede hacer en público. Tienen que aprender que su cuerpo les pertenece y pueden empezar a aprender la diferencia entre los tocamientos apropiados e inapropiados.

Media infancia (6-10 años): ya deberían saber la diferencia entre chicos y chicas, qué partes del cuerpo son privadas y cómo se hacen los niños. Trabajar las funciones de cada parte del cuerpo. Hay que incluir el significado de las relaciones de amistad, la toma de decisiones, las

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