Gas Lighting: El poder que dice la “verdad”

Gas Lighting: El poder que dice la “verdad”

Cuando era una niña muy pequeña mi mamá me contaba historias de una cárcel parecida a Alcatraz donde torturaban a los reos en una celda sin espacio para moverse. Una llave de agua dejaba caer una gota de agua constante en la espalda de cada preso; con el paso de los años esa gota se convertía en un desgaste físico considerable. Me viene a la mente esa historia a la hora de hablar de Gas Lighting. Gas Lighting es una forma de agresión psicológica que consiste en presentar información falsa haciendo dudar a una persona de su percepción, memoria e inclusive de su sanidad mental. Florence Rush (1980) en su libro acerca de abuso sexual a niños establece que es un atentado para destruir la percepción de la realidad del otro.

El origen del término se lo debemos a las obras estadounidenses “Gas Light” (1938) o también conocida como “Angel Street” (1940) en otras adaptaciones. Es llevada a la pantalla por George Cukor en 1944, con las actuaciones de Ingrid Bergman, Charles Boyer y Joseph Cotton. En ésta película se consagra un ejemplo fidedigno de Gas Lighting: un hombre intenta encubrir sus amoríos cuando su esposa lo encara haciéndole creer que está percibiendo mal las cosas y todo es producto de su imaginación o de su mala memoria. Finalmente un policía de Scotland Yard le hace ver que no está equivocada y restablece su sentido de realidad.

El término se popularizo en 1994 por Víctor Santoro en su libro “Gas Lighting: How to Drive Your Enemies Crazy” el cuál, en su traducción al español ejemplifica los estragos que tiene este tipo de agresión, ¿Cómo volver locos a tus enemigos? Una nunca sabe el poder que tiene repetir algo el suficiente tiempo y con la suficiente energía para hacer de esto algo normal o real. En el momento de evaluar si una pareja sufre violencia emocional, se ha encontrado que una agresión bastante frecuente y poco vista es la repetición de algún adjetivo descalificativo que a la larga la persona piensa que es cierto.

Esta forma de agresión se da frecuentemente en casos de infidelidad cuando uno de los cónyuges intenta encubrir sus acciones haciendo creer al otro que está equivocado pese a tener información irrefutable delante de él que prueba lo contrario. Cabe destacar que Gas Lighting no se emplea únicamente en casos de infidelidad, sino también se ha visto comúnmente en casos de abuso sexual cuando se encara al agresor o en padres que niegan ser violentos con sus hijos y que todo se debe a una percepción errónea por parte de éstos. Este tipo de agresión se puede dar incluso en las peleas día a día cuando, a uno de los dos cónyuges le es sencillo acusar al otro de “loco”. Se ha convertido en una agresión muy común que cuando se realiza de forma constante comenzamos a creer que es verdad, basta con ver a nuestro alrededor la publicidad para identificar

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