“LA PSICOTERAPIA GESTALT Y EL MODELO DE EL OREINTADOR EXPERTO”

INSTITUTO HUMANISTICO INTEGRAL

ENSAYO COMPARATIVO:

“LA PSICOTERAPIA GESTALT Y EL MODELO DE EL OREINTADOR EXPERTO”

MATERIA: SEMINARIO AVANZADO DE LA PSICOTERAPIA GESTALT

MAESTRA: HEATHER KEYE ANNE KEYES

ALUMNO: GABRIEL ALEJANDRO PÉREZ BUENO

15 DE FEBRERO DEL AÑO 2015

LA PSICOTERPEIA GESTALT Y EL MODELO DE EL ORIENTADOR EXPERTO

La psicoterapia Gestalt y el modelo de Orientador experto comparten similitudes en sus fundamentos y objetivos y diferencias en sus orígenes y medios.

En los párrafos siguientes se analizan las principales semejanzas y diferencias entre la psicoterapia Gestalt y el modelo del orientador experto. Para tal fin se abordan los siguientes subtemas como guía durante el desarrollo del análisis: los origines; la filosofía implícita; el tipo de relación que se establece en función de un fin; los objetivos y los medios que para lograrlo se proponen; el sentido de las intervenciones; el uso de técnicas como herramientas, y; la importancia brindada al factor corporal.

Dentro de sus orígenes radica una de las principales diferencias y similitudes entre la psicoterapia Gestalt y este “modelo para la ayuda sistemática y la relación interpersonal” propuesto por Gerard Egan en el libro titulado “El Orientador Experto“. La diferencia radica en que la psicoterapia surge como una práctica y el modelo de orientador experto como la aplicación de fundamentos teóricos y la semejanza en que ambas conciben a su práctica como un estilo de vida. Por un lado “la psicoterapia Gestalt no ha surgido como un aplicación de un cuerpo de teoría (que podría llamarse su fundamento), sino que más bien es un asunto de estar en el mundo de cierta manera” (Naranjo, C. 1990. Pág. 8), y por el otro el modelo de orientación propuesto por Gerard Egan es considerado como un modelo de adiestramiento para el orientador y como un modelo de tratamiento para el ayudado (pág. 13) para lo cual la sistematización de cierto cuerpo teórico fué fundamental (adiestramiento sistemático de destrezas, teoría de la influencia social y teoría del aprendizaje y los principios que subyacen al mantenimiento y cambio de la conducta). Aunque una diferencia muy relativa, es en el fundamento más que en la historia en donde este punto toma mayor relevancia.

Existe una semejanza en lo referente a los fundamentos de ambos postulados. Karkhuff y Berenson (1967) hablan sobre la orientación como “un modo de vida” (en Egan, G. s. f. pág. 13). Algo muy similar propone Claudio Naranjo sobre la psicoterapia Gestalt cuando dice que “la interacción del terapeuta puede ser vista como una demostración práctica de la validez o meritos de una filosofía de vida” (1990. Pág. 23). Ambas posturas se refieren a una forma de vivir en función a su práctica tanto para el psicoterapeuta como para el orientador.

Otro punto de comparación entre estos modelos es la concerniente al tipo de relación que ese establece entre quien brinda el servicio y el destinatario del mismo. Claudio Naranjo dice que en Gestalt al psicoterapeuta se le exige ser un ser humano desnudo y un artista que mediante la comprensión vital o experiencial “generaran la confianza o fe requerida para hacer de la psicoterapia una comunicación en profundidad más que un juego con palabras” (1990. Pág. 25). El modelo del orientador experto se basa en el desarrollo de destrezas socioemocionales para la relación interpersonal efectiva en quien se adiestra como orientador (Pág. 13). Existe en ambas posturas un énfasis en las habilidades y destrezas relacionales como básicas para lograr el tipo de relación idónea para que sus intervenciones sean efectivas. Más allá de las diferencias conceptuales ambas posturas hablan también de un tipo de relación específico que se establece dentro de un marco en el cual una persona acude a solicitar un servicio ya sea con un psicoterapeuta o con un orientador.

Se tienen entonces que mediante formas especificas de relacionarse y comunicarse se busca tener el efecto que se desea en la persona que asiste a ayuda. La psicoterapia Gestalt y  el modelo de orientación no solo difieren en el cómo sino que también en el qué. La psicoterapia Gestalt busca “restaurar la partes perdidas  de la personalidad y por medio de ella pueden recuperarse nuestra experiencia y nuestro funcionamiento rechazados” (Baumgardner, P. 2006 pág. 20), para lo cual el terapista se dedica a recuperar sensaciones y conductas hasta que el cliente comienza y continua por sí mismo a afirmarse y actuar como la persona que realmente es (pág. 20). El modelo de orientación postula que a sus orientados “se les ayuda al ser adiestrados en las destrezas que necesitan para vivir la vida y para enfrentarse a sus crisis más efectivamente” (Egan, G. s. f. Pág. 18). La orientación encaminada al desarrollo de destrezas es efectiva cuando el cliente puede explorar sus problemas de manera concreta y entenderse y respetarse a sí mismo (pág. 34). En un lado se tiene que la psicoterapia Gestalt busca el recupera un funcionamiento perdido (facilita, no enseña) y el modelo de la orientación enseña a desarrollar destrezas. Por otro lado la psicoterapia Gestalt habla de un afirmarse y actuar como la persona que realmente se es y la orientación acerca de un entenderse y respetarse a sí mismo. Medios diferentes (recuperar-adiestrar) con finalidades muy semejantes (ser quien se es y respetarse a sí mismo).

El quehacer el psicoterapeuta Gestalt y del orientador pueden ser tan diferentes como afines. Patricia Baumgardner revela que “…el terapista se ocupa en producir ideas, en hacer sugerencias y en crear situaciones existenciales que el paciente llenara” (2006. Pág. 64). El psicoterapeuta usa sus sentidos y experiencia presente, “se permite responder a su antojo, estando en contacto con su cuerpo y su sentimientos. Para mí, desempeñar el papel del terapista significa observar una economía selectiva de expresión de mi respuesta” (Baumgardner, P. 2006. Pág. 44). El papel activo dentro de la psicoterapia Gestalt debe ser consciente y de estar dirigido hacia facilitar el autodescubrimiento por parte del paciente. El orientador ayuda al cliente a entenderse así mismo y su conducta, a entender su estilo interpersonal y “no teme confrontar a su cliente con cuidado, a hacerle demandas, si estas demandas emergen de la experiencia del cliente y no de las necesidades del orientador” (Egan, G. s. f. pág. 22). El orientador asume que la propia comprensión no es suficiente y que el cliente debe de actuar según su entendimiento para considerar un proceso de ayuda como completo (pág. 22). En ambos modelos la intervención del especialista es un aspecto de gran importancia. Ambos consideran que las aportaciones deben responder a las necesidades del cliente o paciente, aunque dentro del modelo psicoterapéutico gestáltico estas buscan un autodescubrimiento por parte del paciente y en el modelo de orientación se busca el entendimiento de la propia persona y su comportamiento. La diferenciación conceptual entre este entender y el descubrir radica en el grado de apoyo necesario para llegar al conocimiento del que se refiera y en la direccionalidad o no direccionalidad del método.

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