La Psicología De La Personalidad Y Su Aportación A Las Reformas Educativas

La calidad en la educación es y ha sido a lo largo de la historia una preocupación constante y colectiva, tanto de las autoridades educativas, de los actores que intervienen en ella y de la sociedad en general, que ve en la educación la oportunidad de lograr una buena calidad de vida.

Los cambios sociales producto de la globalización y de los avances científicos y tecnológicos confieren en el empuje y necesidad de los individuos a modificar sus formas de comunicarse, de convivir y de acercamiento al conocimiento. La esperanza de un mundo mejor se ha fincado en las nuevas generaciones, buscando la forma de que al llegar a la edad adulta sean capaces de generar una sociedad exitosa tanto en los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales; tales pretensiones centran la mirada en la educación, otorgando a ella la responsabilidad del camino de las naciones.

Con este propósito, las autoridades educativas determinan el tipo de hombre que la sociedad necesita, orientando los fines y propósitos de la educación en los diferentes niveles educativos. Sin embargo esta finalidad es continuamente cuestionada, dado que no hay claridad para los actores de la educación sobre el hecho de que las reformas educativas sean producto real de las necesidades sociales y por ende en pro de las mismas.

Por otra parte, considerando que la educación pública surge como una necesidad (siglo XVIII, escuela Prusiana) de formar al ciudadano ideal en el positivismo, subsidiada después por empresarios para garantizar “buenos trabajadores” en el Taylorismo, las escuelas toman un tinte de “fabricas” de ciudadanos productivos que impulsan a los países hacia el desarrollo económico deseado. Se espera pues, que a través de ella, el desarrollo social esté garantizado, sin considerar la percepción, el aprendizaje y la motivación de los individuos implicados en ella.

La política social pretende impulsar la modernización y aumentar la calidad educativa (Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, Agosto de 2012) por un lado, y por otro, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho de todo individuo a recibir educación y establece también, la obligatoriedad de la misma. Sin embargo, como lo señala el instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE) “la decisión de ampliar la obligatoriedad generalmente se ha realizado sin antes tomar en cuenta temas como: la forma de su implementación, las condiciones operativas necesarias para llevarlo a cabo, la interpretación que los actores de la educación hacen de los programas de estudio, situación que confluye en un actuar diverso y distante de las pretensiones y fines educativos, lo que ha llevado a que los resultados contribuyan a mantener las desigualdades existentes en lugar de reducirlas. (INEE, Panorama Educativo de México. Indicadores del Sistema Educativo Nacional, 2008).

Pero si hay un tinte político social, entonces la cuestión es ¿por qué la Ley General de Educación ha tardado en ser modificada adecuadamente para estar acorde a las obligaciones establecidas por la Constitución Política?, ¿cuál es la verdadera intención de las Reformas Educativas?, ¿cuál es el papel de los actores educativos ante las Reformas Educativas?, las respuestas a estas y otras interrogantes provocan la toma de posturas diversas que conllevan a la construcción de criterios y apropiación de visiones individuales que impactan en el actuar cotidiano de los actores educativos y por ende rigen sus acciones, al transformar sus posturas y generar nuevos conocimientos,

Revisando el concepto de reforma, como la “acción y efecto de reformar o reformarse” (Wordpress 2013) se refiere o indica el hecho de rehacer, modificar, enmendar o corregir algo, por lo tanto, puede entenderse a la Reforma Educativa como la modificación del Sistema Educativo con el objeto o propósito de mejorarlo.

Bajo este referente, la lógica de las reformas educativas tendría que ser mejorar el Sistema Educativo para el logro de la equidad social, pero, ¿Cómo lograr equidad social sin considerar las características de los individuos que la integran?, ¿Es posible prever de manera confiable las conductas e interpretaciones que los actores de la educación realizaran de las Reformas Educativas?, ¿La personalidad de los actores educativos impacta en la aplicación y comprensión de las reformas educativas?

El referente principal al hablar al hablar de condiciones y comportamiento

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