ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

PSICOANALISIS


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  2.128 Palabras (9 Páginas)  •  241 Visitas

Página 1 de 9

Psicoanálisis y Antropología.

La antropología es una disciplina científica que trabaja el conocimiento del Otro. Conocer al otro es reconocernos en la diferencia y en la semejanza. Por ello, el proceso de conocimiento antropológico es, necesariamente, un proceso de identidad. Por otro lado, el psicoanálisis es la ciencia que explica los procesos del sujeto en su intimidad, es el método para comprender las formas de interrelación con el otro; es, en síntesis, la práctica que permite explorar los mecanismos íntimos de la identidad. Psicoanálisis y antropología dos ciencias que se enfocan sobre un proceso identitario desde dos perspectivas distintas: la intimidad y la extimidad. En otras palabras dos ciencias complementarias para comprender la subjetividad. Las relaciones entre antropología y psicoanálisis tienen una rica historia que parte desde los orígenes del psicoanálisis con Freud. El fundador del psicoanálisis tomó como referentes de reflexión los conocimientos antropológicos y sociológicos de su época: son famosas sus referencias a Durkheim en Tótem y Tabú obra realizada en 1912, desarrollando una teoría que busca comprender el fenómeno psíquico en el marco del desarrollo sociocultural del hombre. Valoró los estudios etnográficos como fuente de análisis, trabajó, entre otros, los textos de Smith, Wundt, Crawley y Frazer. Freud genera una teoría propia y logra construir un aparato conceptual sólido en el ámbito del sujeto individual. También incursiona en la interpretación del fenómeno social, en particular explora la interpretación en relación con la mitología, la historia de las religiones y de la literatura.

Sin embargo, estas primeras incursiones dan pie a una sobre interpretación que ha sido objeto de crítica desde las ciencias sociales al tratar el fenómeno social de una manera similar al individual.

La antropología, por su parte, ha realizado diversas discusiones con el psicoanálisis a través de su historia, lo podemos apreciar explícita o implícitamente en autores tan diversos como Claude Lévy-Strauss, Víctor Turner, Bronislaw Malinovski, Clifford Geertz, Franz Boas, Margared Mead, Mary Douglas, Alfred Kroeber, Geza Roheim, etcétera. Son particularmente clarificadoras las investigaciones psicosociales realizadas entre Alfred Kroeber y Erik Erikson con grupos étnicos norteamericanos, en especial con los Sioux y los Yurok.

Esta discusión, aunque fructífera, ha presentado desencuentros y no pocas confusiones que, las más de las veces, surgen de que ambas disciplinas tienen sus propios principios epistemológicos. Por ello el diálogo interdisciplinario requiere de un trabajo epistémico que establezca puentes teórico-metodológicos entre ambos campos sin pretender subsumir un en el otro. La reflexión epistemológica a la que hacemos referencia pasa por una teorización de la relación entre individuo y sociedad. Esta discusión tampoco es nueva y ha generado diversas posturas que frecuentemente inciden en el mismo problema: pretender subsumir uno en el otro. A la comprensión del sujeto sólo desde sus referentes sociales le denominamos sociologismo, a su vez la comprensión de la cultura a partir de sus determinantes psíquicos le denominamos psicologismo. Una y otra postura pretenden abarcar la totalidad de una relación compleja entre sujeto y cultura. Una tercera postura presume sortear los problemas del sociologismo o del psicologismo realizando una especie de suma de ambas perspectivas. Sin embargo, no se puede sumar dos campos del conocimiento que tienen referentes epistemológicos distintos, sería como sumar peras con manzanas. Por ello es necesario primero discutir los referentes epistemológicos para así establecer una plataforma de reflexión que permita integrar un conocimiento con otro.

El ejemplo histórico del encuentro / desencuentro entre el psicoanálisis y la antropología es el complejo de Edipo. Al respecto son memorables las discusiones entre Sigmund Freud y Bronislaw Malinovski en las que Roheim jugó un papel importante.

También es muy conocido, en el campo de la antropología, la negativa de Franz Boas a asumir el complejo de Edipo como un universal en el entendido de que dicho complejo presuponía una naturaleza humana. Este autor, con base en el trabajo de su alumna Margared Mead, sostiene que ahí donde se observa naturaleza humana -por parte del psicoanálisis- lo que existe son restricciones impuestas por la civilización. Como vemos, aparece también la discusión entre naturaleza y cultura y, si uno indaga un poco más, también entre biológico y cultural que en ciertas formulaciones se plantea como genético vs. adquirido.

El tabú del incesto

Lévy-Strauss consideró este interdicto como el principio de la cultura porque regula, a partir de una norma social, las relaciones filiales de un grupo social. Relaciones de parentesco que al ser reguladas por un interdicto se complejizan pues generan nuevos vínculos de significado que no existirían de otra forma. La regulación de las relaciones sociales por esta vía implica la generación de una dimensión simbólica en el ámbito del grupo de pertenencia. Ahora bien para que esto opere en la práctica interrelacional de los individuos, estos requieren, forzosamente, incorporar el interdicto en su subjetividad.

La construcción del sujeto se realiza a partir del interdicto mo solo de referido al incesto pero ciertamente que dicho interdicto es fundante. El complejo de Edipo que analizó Freud es, en esta perspectiva, el análisis del proceso psíquico que se genera a partir del tabú del incesto. No es un universal ajeno a la cultura, es un universal en razón de que el tabú del incesto es universal aunque, como lo precisó Lévi-Strauss, es particular en su forma es claro como ideología y psique se integran en este proceso que no puede ser comprendido cabalmente más que en su dimensión psicosocial. La cultura impone un referente, una prohibición en este caso, que provoca un proceso de construcción intra-psíquico que no sólo garantiza la incorporación de la norma, sino permite abrir una dimensión simbólica dentro de individuo que no es otra que la subjetividad.

El complejo de Edipo es el proceso de incorporación del tabú del incesto generando la condición de sujeto. En términos lacanianos, es la vía para que el individuo pueda habitar en un mundo de sentido, en el ámbito del lenguaje y por ello de la Ley. Es claro como ideología y psique se integran en este proceso que no puede ser comprendido cabalmente más que en su dimensión psicosocial. La cultura impone un referente, una prohibición en este caso, que provoca un proceso de construcción intra-psíquico que no sólo garantiza la incorporación de la norma, sino permite abrir una dimensión simbólica dentro de individuo que no es otra que la subjetividad.

Dicho

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (14 Kb)
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com