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UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA INSTITUTO DEL MATRIMONIO Y LA FAMILIA SIMPOSIO "FAMILIA, SÉ LO QUE ERES"


Enviado por   •  10 de Septiembre de 2014  •  3.946 Palabras (16 Páginas)  •  287 Visitas

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1 CONSIDERACIONES PRELIMINARES

Constatar la realidad problemática que viven muchas de nuestras familias en Colombia en la actualidad, puede representar una invitación a la desesperanza, porque como lo dice el nombre del panel y una parte de lo expuesto hasta el momento, se trata de las sombras de las familias.

No obstante, otra cosa se puede pensar desde la perspectiva de la resiliencia, que ofrece un escenario diferente al de las carencias y dificultades para centrarse en su potencial, en lo que se podría llamar “una mirada positiva incondicional”, que, lejos de ser ingenua, muestra una visión más amplia de esa misma realidad que abarca también las luces de la familia.

Al respecto, Froma Walsh comenta que el enfoque de resiliencia desde la perspectiva de la terapia sistémica, ve a la familia que atraviesa por una situación adversa como una entidad desafiada en lugar de considerarla como una entidad perjudicada, y procura comprender en qué forma logra sobrevivir y regenerarse en medio de un estrés abrumador, reafirmando con ello su capacidad de autorreparación.

Adicionalmente, la concibe como un grupo humano que evoluciona a través de las etapas de su ciclo vital, en constante interacción con el contexto del cual forma parte, cuyas crisis representan verdaderos desafíos que demandan de ella la puesta en juego de todos sus recursos y de procesos de interacción propios de su dinámica, tales como la cohesión, la flexibilidad, la comunicación franca y la capacidad para resolver problemas, mediante lo cual logran facilitar un buen funcionamiento básico y el bienestar de todos sus integrantes.

1.1 El concepto de resiliencia

Comencemos por definir el término resiliencia para que nos podamos entender. El vocablo original procede de un verbo en latín, resilire, que significa rebotar, volver a entrar saltando, saltar hacia arriba, apartarse o desviarse, término que fue adoptado inicialmente por la física, concretamente por la mecánica, para referirse a aquellos materiales que tienen la virtud de recuperar su forma original después de haber sido sometidos a grandes presiones deformadoras.

En 1942, según comenta Karim Gálvez , fue adoptado por la psicología y la psiquiatría por iniciativa de la investigadora Scoville, y posteriormente por Emily Werner en 1992, para referirse a un fenómeno identificado en una investigación longitudinal que realizó con su equipo durante treinta años, mediante la cual pretendía indagar cómo se desarrollaban a lo largo de su ciclo vital, 698 niños nacidos en 1950 en la isla de Kauai – Hawai .

Doscientos un niños de dos años pertenecientes a este grupo, fueron considerados en situación de grave riesgo de perturbaciones en el desarrollo de su comportamiento, con base en indicadores identificados en familias con serias dificultades y carencias tales como separación de los padres, violencia intrafamiliar, adicciones y / o psicopatologías severas en uno o en ambos padres, abuso sexual, extrema pobreza y maltrato infantil.

Setenta y dos de ellos evolucionaron favorablemente desde su infancia y se convirtieron en adultos competentes y bien integrados sin necesidad de ningún tipo de intervención terapéutica. Dos terceras partes del resto de ese grupo, correspondientes al 80% de la población total, lograron evolucionar positivamente por sí mismos en la edad adulta. A ese fenómeno resolvieron nombrarlo como resiliencia humana, por su similitud con lo que sucede en la física.

Las primeras investigaciones que se hicieron a partir de estos hallazgos, se basaron en la hipótesis de que los sujetos que lograban sobrevivir a las adversidades, logrando adaptarse positivamente a la realidad sin sufrir menoscabo en su equilibrio mental y emocional, eran personas con una fortaleza especial que los hacía diferentes a los demás seres humanos.

Por eso se les ha llamado recientemente estudios de enfoque genetista, que entienden la resiliencia como una característica propia de algunos sujetos. Sus planteamientos se consideran como conceptualizaciones de primera generación, y la mayoría de sus representantes pertenecen a la escuela anglosajona.

Algunas definiciones de aquella época reflejan este enfoque, cuando afirman que la resiliencia es:

 Capacidad de una persona o de un sistema social para vivir bien, de manera socialmente aceptable y desarrollarse positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles .

 Historia de adaptaciones exitosas en el individuo que ha sido expuesto a factores biológicos de riesgo o eventos de vida estresantes. Implica la expectativa de continuar con una baja susceptibilidad a futuros estresores (Luthar y Zingler, 1991, Masten y Garmezy, 1985, Werner y Smith, 1992)

 Capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas. Es parte del proceso evolutivo (Grotberg, 1995)

Todas estas definiciones tienen en común el hecho de considerar a la resiliencia como una característica personal, propia de todo ser humano sin distinción de edad, raza, credo, nacionalidad o de ninguna otra clase. Por tal motivo, Edith Grotberg la describe como capacidad humana universal.

Según los autores de esa “generación”, se trata de una capacidad que evoluciona de acuerdo con cada etapa del ciclo vital. Los esposos Wolin , por ejemplo, usan la figura de un mandala para referirse a ello.

Un mandala es un símbolo de poder curativo, un dibujo con forma de círculos concéntricos en cuyo centro reside, según la creencia, toda su energía sanadora. Aparece simultáneamente en culturas orientales y mesoamericanas, curiosamente con el mismo significado. En unas y otras fue usado por sacerdotes, curanderos, chamanes y médicos brujos, quienes lo entregaban a los enfermos del cuerpo o del alma que buscaban en ellos curación .

En el centro del mandala de la resiliencia reside el yo, en donde, según los Wolin, se encuentra esa fuerza necesaria para superar las adversidades, aprender de ellas y salir fortalecido. Alrededor se va estructurando cada manifestación, que evoluciona a través de las etapas de desarrollo del sujeto, siendo más intuitiva en la infancia y evolucionando hacia formas más estructuradas y conscientes en la edad adulta.

Desde aquellas primeras épocas se ha seguido investigando y escribiendo al respecto, y ya puede hablarse de dos generaciones de definiciones y al menos dos enfoques. En la nueva generación de investigadores y autores que surge aproximadamente hacia 1999, aparece un nuevo enfoque: el interaccional – ecológico basado en el modelo de Bronfenbrenner, desde el cual comienza a considerarse la resiliencia como un proceso dinámico dentro del cual ambiente y sujeto o familia, se influyen mutuamente en una relación recíproca

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