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Curso Prenupcial


Enviado por   •  15 de Abril de 2015  •  3.838 Palabras (16 Páginas)  •  286 Visitas

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CURSO PRENUPCIAL

El objetivo del curso es, preparar a la pareja para el matrimonio, para que al encontrarse con algunos puntos tratados, sepa cómo responder ante ellos, no solo con opiniones generales, sino con principios bíblicos.

EL MATRIMONIO CREADO POR DIOS.

Cuando hablamos del matrimonio lo primero que debemos saber, es que Dios fue quien creo el matrimonio, la biblia dice que la imagen de Dios se refleja en varón y hembra, Gn. 1:26-28. Así podemos afirmar que hay dos instituciones que podemos llamar divinas, en las que el hombre no ha intervenido en su formación, estas son: La Iglesia y el Matrimonio.

Nuestro Señor Jesús cuando hizo referencia al matrimonio, invitó a sus oyentes a que recordaran las páginas del Antiguo Testamento (Mateo 19:4). Remitámonos a los principios que él mismo citó y comencemos por el libro del Génesis. Encontramos en diferentes versículos del primer capítulo que todo cuanto nuestro Dios había creado; las expansiones, el mar, animales y plantas etc. Era bueno en gran manera y se gozó, sin embargo al llegar al capítulo 2 verso 18, leemos que Dios vio que algo no era bueno. El hombre estaba solo, su imagen y semejanza estaba aislado y eso no era bueno, entonces creó una ayuda idónea, naciendo así la primer pareja por Dios constituida.

(Genesis 2:20) "Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos, y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él".

Hoy sucede lo mismo en el corazón de todo hombre solitario; nunca podrá sentirse acompañado plenamente por más familiares, libros, riquezas y animales que rodeen su existencia; necesita la presencia de alguien que, con su amor, le dé sentido a su vida, alguien con quien pueda compartir las noches de su soledad y los amaneceres de sus alegrías; los trabajos que realizamos, las penas y el gozo que sentimos, parecen que no quedan "completos" y terminados hasta que no compartimos con alguien nuestros propios sentimientos; hasta que nuestros ojos no se encuentran con otros ojos que reflejan nuestras propias alegrías.

Es precisamente, la pareja que Dios nos da, quien mejor sabe despertar en el hombre el grito de plenitud que sintió Adán al verse reflejado en los ojos de otro ser humano: (Gn 2:23) "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne".

"Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".(Génesis 1:27) Si hiciéramos una traducción de este versículo para que la entendiera todo el mundo, diríamos que "en el matrimonio se puede vivir divinamente". Cuando Dios creó al hombre a su imagen no lo hizo para que fuera un ser solitario; se acentúa que eran varón y hembra. Varón y hembra forman el ser humano. Los dos sexos están puestos para que se complementen y deben aprender a hacerlo. Varón y Mujer de cualquier edad deben aprender a comprenderse, a respetarse, a ayudarse.

Dios lo quiso así, y ni el hombre en la sociedad puede desligarse de los sentimientos y la voluntad de la mujer, ni la mujer puede prescindir de la total presencia del hombre. Y dijo DIOS "No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él"(Génesis 2:18) Por eso, si no podemos decir que nuestra mujer o marido son nuestro mejor amigo o nuestro idóneo, algo va mal. El matrimonio tal como Dios lo ha dispuesto debe ser una relación de amistad íntima, donde marido y mujer puedan desarrollar su intimidad, no sólo en el sentido físico, sino en todos los órdenes. Y que en este ambiente se enriquezcan y realicen como personas y creyentes, aprendiendo a convivir y a aceptar al otro tal como es, soportando sus defectos y aprendiendo a desarrollar esta capacidad de amar que a Dios le interesa más que ninguna otra cosa en nuestras vida.

EL COMPAÑERISMO EN EL MATRIMONIO.

La finalidad del matrimonio no es para justificar las relaciones sexuales, eso es rebajarlo. La finalidad es la complementariedad, la ayuda mutua. ¿Qué pensarían unos hijos que sólo ven en sus padres un deseo sexual sin más? No olvidemos que la atracción física tiene sus etapas, y entonces ¿qué pasará?

Si unos novios llegan al matrimonio por una sobre estimulación erótica que ellos mismos han creado, ¿qué base es esta para un matrimonio? ¿qué van a ver en ellos sus hijos?.

(Génesis 2:22) "Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre".

La Palabra dirige nuestra atención al hecho de que Dios no solamente instituyó el matrimonio sino que, a la vez, fue Él quien unió al hombre y a la mujer para el cumplimiento de este ministerio.

(Génesis 2:23) "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne".

Después de nombrar a los animales, Adán pronuncia sobre su mujer la primera palabra registrada en la Biblia; es el grito de un enamorado: "ella se llamará mujer".

Con esta exclamación, Adán expresa su asombro al ver la unidad y la diferencia que había entre él y la mujer, a la vez que declara su agradecimiento hacia Dios por el don del matrimonio y del amor. Ella procede de la costilla, de una parte íntima de Adán porque iba a ser una parte íntima de éste. Dios no creó a Eva de la cabeza de Adán para dominarle, ni de sus pies para ser su esclava, sino de su costado para ser igual a él y amada por él.

(Génesis 2:24) "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne".

En esta unión total de hombre y mujer se basa el triple principio que configura el matrimonio según el plan de Dios:

a) "Dejará el hombre a su padre y a su madre". El matrimonio implica el desgajamiento de una situación familiar previa, imprescindible para que pueda efectuarse adecuadamente, sin problemas, la unión matrimonial.

b) "Se unirá a su mujer". Se trata de un acto libre, determinado no por voluntades ajenas sino por propia decisión. El verbo en el original hebreo significa adherirse, pegarse fuertemente.

c) "Se hacen una sola carne". Esta realidad trasciende lo meramente físico. Incluye los sentimientos más intensos de ternura y devoción en un acto de mutua entrega sin reservas. Según el ideal bíblico, en el unión conyugal hay mucho más que el contacto de dos cuerpos; hay una fusión de dos personalidades en su totalidad {no una fusión o perdida de identidades}

Las situaciones conflictivas en la esfera matrimonial tienen repercusiones serias tanto en el orden espiritual como en el social. Un hombre o una mujer que no vive en buena relación en cualquier ámbito del matrimonio

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