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La Lectio Divina


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2014  •  1.707 Palabras (7 Páginas)  •  253 Visitas

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La Lectio Divina

La Lectio Divina más que un método de lectura y oración de la Biblia, es una experiencia de Dios, pues a partir del conocimiento del texto escrito, se busca la experiencia fundante que está como base de toda la revelación. En sí todo texto escrito es fruto de una experiencia vivencial del escritor sagrado que ha vivido y experimentado él o el pueblo, una experiencia de encuentro y conocimiento de Dios que lo ha marcado y ha tenido la capacidad de transmitir aquello que ha sido determinante en su vida o en el de la comunidad como ser el descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos en la revelación explícita.

La Lectio Divina es una EXPERIENCIA DE ENCUENTRO CON EL SEÑOR, pues, la dinámica interna de los pasos que sugiere no se agotan en el texto en sí, sino que lo transciende, haciendo que partiendo del texto escrito en la Biblia se busque el encuentro personal con el Señor. De ahí, que la Lectio Divina es una instancia para una experiencia espiritual, buscando rehacer y retomar la experiencia original del escritor sagrado actualizándola en la propia vida.

En la Lectio Divina se siguen cinco pasos, que son momentos de oración y de búsqueda del Señor, como son: LECTURA. MEDITACIÓN. ORACIÓN. CONTEMPLACIÓN. ACCIÓN.

La LECTURA atenta y pausada de la Palabra escrita del Señor, es la base y el corazón de la Lectio Divina. Sin un conocimiento claro y preciso del texto, será imposible realizar los siguientes pasos de la metodología. La LECTURA es determinante para todo el método, pues si no se conoce lo que dice y transmite el pasaje, si no se entiende lo que dice la Escritura, es imposible hacer la meditación o la contemplación, como tampoco ver el actuar, aquello que se debe poner en práctica. Para una recta interpretación es determinante una lectura atenta, detenida y creyente del texto.

Una LECTURA de fe, con espíritu de discípulo, con corazón abierto y disponible, buscando conocer y profundizar aquello que el Señor nos transmite es la base para cualquier reflexión bíblica. Para nosotros que creemos, nuestro acercamiento al texto es la de un creyente y un discípulo, donde más allá de hacer un estudio detallado del texto, de conocer su estructura interna, el contexto donde fue generado, la actitud ante el texto de la Escritura es una actitud de fe, buscando conocer el mensaje que transmite para hacerlo vida y asimilarse al Señor Jesús, de ahí, que nuestra lectura no es neutra, sino la de un creyente, que encuentra en ella una revelación del Señor y una propuesta de vida.

La MEDITACIÓN es adentrarse en el texto, es profundizarlo, no quedarse en la información recibida en la lectura, sino ir más allá, haciendo una relectura atenta, viendo el sentido del pasaje, buscando el mensaje que transmite, actualizando ese mensaje a nuestra realidad personal, comunitaria y social.

La MEDITACIÓN es ir más allá de lo que se ha escuchado en la lectura, es buscar la riqueza que encierra, es descubrir el mensaje actual, vivo y comprometedor que el Señor nos transmite por medio de su Palabra que es siempre viva y eficaz, La MEDITACIÓN es una experiencia de escuchar al Señor que se manifiesta y que se comunica por medio de la experiencia de los demás del grupo.

La LectioDivina, no es una oración donde se busque ponerse todos de acuerdo sobre un punto, es simplemente compartir aquello que el Señor va inspirando por medio de su Palabra, de ahí que en la MEDITACIÓN puede haber diversas opiniones, que se deben respetar, en ciertos casos aclarar o definir cosas que no corresponden a la verdad del texto, pero en general, no es necesario ponerse de acuerdo en lo que se está compartiendo, es simplemente transmitir y dar a conocer con sencillez y humildad lo que se descubre en el texto y como el Señor inspira y toca a cada uno con esa lectura. El compartir tampoco debe llevar al debate ni a la discusión, ¡no!, es sólo comunicar lo que cada uno ve y descubre en el texto con una actitud de fe.

La ORACIÓN puede resultar innecesario, pues uno dirá, ¿acaso que la lectura, no es oración?, ¿acaso que la meditación y la reflexión, no es oración?, ¿y la contemplación…?, naturalmente que todo es oración, y todo es medio para el encuentro con el Señor, pero se coloca este paso que se le llama ORACIÓN, buscando que esa palabra que fue leída y conocida en la LECTURA, que fue profundizada y reflexionada en la MEDITACIÓN, que sirvió de medio para el encuentro de corazón a corazón con el Señor en la CONTEMPLACIÓN, ahora se pretende iluminar nuestra vida personal o comunitaria a la luz de esa Palabra pidiendo la gracia para vivirla, o agradeciendo por el don que ella significa, o alabando al Señor por lo que ha implicado su revelación o su persona.

La ORACIÓN es un recurso que se propone

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