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Salmo 104


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2013  •  515 Palabras (3 Páginas)  •  263 Visitas

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Alabanzas al Creador

104 ¡Bendeciré al Señor con toda mi alma!

¡Cuán grande eres, Señor y Dios mío!

Te has vestido de gloria y esplendor;

2 te has envuelto en un manto de luz.

¡Tú extendiste el cielo como un velo!

3 ¡Tú afirmaste sobre el agua

los pilares de tu casa, allá en lo alto!

Conviertes las nubes en tu carro;

¡viajas sobre las alas del viento!

4 Los vientos son tus mensajeros,

y las llamas de fuego tus servidores.

5 Pusiste la tierra sobre sus bases

para que nunca se mueva de su lugar.

6 El mar profundo cubría la tierra

como si fuera un vestido.

El agua cubría las montañas.

7 Pero tú la reprendiste, y se fue;

huyó de prisa al escuchar tu voz de trueno.

8 Subiendo a los montes

y bajando a los valles,

se fue al lugar que le habías señalado,

9 al límite que le ordenaste no cruzar,

para que no volviera a cubrir la tierra.

10 Tú envías el agua de los manantiales

a los ríos que corren por las montañas.

11 De esa agua beben los animales salvajes;

con ella apagan su sed los asnos del monte.

12 A la orilla de los ríos

anidan las aves del cielo;

¡allí cantan, entre las ramas de los árboles!

13 Tú eres quien riega los montes

desde tu casa, allá en lo alto;

con los torrentes del cielo satisfaces a la tierra.

14 Haces crecer los pastos para los animales,

y las plantas que el hombre cultiva

para sacar su pan de la tierra,

15 el pan que le da fuerzas,

y el vino, que alegra su vida

y hace brillar su cara más que el aceite.

16 Sacian su sed los árboles,

los cedros del Líbano que el Señor plantó.

17 En ellos anidan las aves más pequeñas,

y en los pinos viven las cigüeñas.

18 Los montes altos son para las cabras,

y en las peñas se esconden los tejones.

19 Hiciste la luna para medir el tiempo;

el sol sabe cuándo debe ocultarse.

20 Tiendes el manto oscuro de la noche,

y entonces salen los animales del bosque.

21 Los leones rugen por la víctima;

piden que Dios les dé su comida.

22 Pero al salir el sol, se van

y se acuestan en sus cuevas.

23 Entonces sale el hombre a su labor

y trabaja hasta la noche.

24 ¡Cuántas cosas has hecho, Señor!

Todas las hiciste con sabiduría;

¡la tierra está llena de todo lo que has creado!

25 Allí está el mar, ancho y extenso,

donde abundan incontables animales,

grandes y pequeños;

26 allí navegan los barcos, allí está el Leviatán,

el monstruo que hiciste para jugar con él.

27 Todos ellos esperan de

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