Inteligencia artificial, ¿a dónde vamos a parar?

Javier

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Inteligencia artificial, ¿a dónde vamos a parar?

Javier Cerón

A estas alturas, difícilmente no hemos tenido contacto con la inteligencia artificial (IA) en cualquiera de sus múltiples variantes, pues se ha convertido en una fuerza transformadora en la sociedad actual que simula la inteligencia humana a través de algoritmos y sistemas informáticos. Aunque sus aplicaciones prometen mejorar la eficiencia en diversas áreas, también plantea desafíos significativos para el empleo y la seguridad humana.

La IA actual es capaz de realizar diversas tareas, desde reconocimiento de patrones hasta toma de decisiones y resolución de problemas y se predice que para el año 2025, la industria de la IA será la responsable de la creación del 9% de todos los empleos nuevos. Esta tecnología opera mediante la implementación de algoritmos y técnicas en sistemas informáticos, lo que permite que las máquinas aprendan y mejoren su rendimiento con la exposición a más datos.

Es importante destacar que existen diferentes tipos de IA, como la que se fundamenta en reglas y la que se basa en aprendizaje automático (machine learning), cada una con enfoques y métodos distintos. La IA asentada en reglas utiliza un conjunto predefinido de normas para tomar decisiones, mientras que la sustentada en aprendizaje automático utiliza algoritmos supervisados o no supervisados para aprender de los datos y mejorar su rendimiento.

A pesar de los temores sobre la sustitución de trabajadores por la IA, se considera que quienes realizan tareas repetitivas o rutinarias podrían ser los más afectados. Sin embargo, la transformación digital también ofrece oportunidades en un nuevo mercado laboral, similar a las revoluciones industriales anteriores.

En este sentido, el cofundador de Wikipedia, Jimmy Wales, predice la posibilidad de una inteligencia artificial sobrehumana en 50 años y, si bien reconoce la eventual superación de la tecnología sobre las capacidades humanas, enfatiza la probabilidad de que las herramientas de IA continúen apoyando actividades intelectuales.

Por otra parte, la IA que podría superar las capacidades humanas, es motivo de debates en círculos tecnológicos y políticos. Algunas empresas y políticos abogan por la regulación de su desarrollo para establecer mecanismos de protección, evitar contenido dañino y prever escenarios que puedan poner en riesgo la existencia humana.

Hace unos meses, investigadores sugirieron que GPT-4, un modelo de lenguaje de OpenAI, podría ser una versión temprana de la inteligencia artificial general y, aunque es sorprendentemente cercano al rendimiento humano, este modelo presenta limitaciones técnicas en ciertas áreas.

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