A. INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL CONSUMO. ANTECEDENTES.

A. INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL CONSUMO. ANTECEDENTES.

En nuestro país, el Derecho del Consumidor fue gestándose de manera paulatina, atravesando distintas etapas. Esto puede encontrar explicación en el surgimiento de una corriente basada en el principio protectorio de la parte débil, generada a partir de la reforma del Código Civil del año 1968, a través de la ley 17711, la cual fundó una tradición en el ámbito del Derecho Privado argentino, que dilató la necesidad de una legislación consumerista. De esta manera, instrumentos como la lesión, el abuso del derecho, la buena fe, la revisión del contrato, entre otros, se encargaron de darle sustento al principio antes mencionado, a diferencia de lo sucedido en otros países, como por ejemplo Brasil, en los cuales no se modificó el Código Civil, sino que fue una ley especial la que se encargó de este principio y luego se expandió al código.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, comienza a gestarse en el derecho comparado el reconocimiento y protección de los denominados derechos de tercera generación, dentro de los cuales encontramos el derecho a un ambiente sano, al desarrollo, a la paz, la protección del patrimonio cultural, los derechos de los pueblos indígenas y de los consumidores. En este contexto, empiezan a reconocerse derechos colectivos, los cuales no le pertenecen solo a individuos en particular, sino también a ciertos grupos humanos o sectores de la sociedad, e incluso a la sociedad toda.

A partir del 22 de septiembre de 1993, fecha en la que se sanciona la ley 24.240, denominada Ley de Defensa del Consumidor, se inicia una etapa de profundos avances en materia de protección de la parte débil de la relación de consumo en nuestro país. Esta ley crea ex ante una vía y una serie de principios jurídicos que luego la Constitución de 1994 amplía y complementa.

Con la reforma de 1994, se amplía la parte dogmática de la Constitución Nacional, no solo mediante la incorporación del nuevo capítulo “Nuevos Derechos y Garantías”, sino fundamentalmente por el contenido aportado por los Tratados y Convenciones Internacionales de Derechos Humanos, los cuales gozan de jerarquía constitucional a partir de dicha reforma. De esta manera mejoró el reconocimiento de los derechos de los consumidores y usuarios, no solo al contemplarlos expresamente en los artículos 42 y 43 , sino también por la articulación de los mismos con todo el plexo normativo internacional de los derechos humanos.

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