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ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL ACCIDENTE DE TRABAJO


Enviado por   •  8 de Marzo de 2013  •  1.296 Palabras (6 Páginas)  •  515 Visitas

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ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL ACCIDENTE DE TRABAJO

Por: Francisco Ruiz, Médico psiquiatra ocupacional

Los accidentes de trabajo, en general, se acompañan de la pérdida de la función de una parte del

cuerpo o del órgano mismo ocasionando de esta manera una alteración importante de la

autoimagen, del autoconcepto del cuerpo, en una población específica que de acuerdo con su ciclo

vital tiene características especiales, los adultos.

Nuestra relación con el cuerpo se inicia desde el nacimiento, es nuestro primer límite. Las

primeras nociones que tenemos de nosotros mismos (identidad) son las que provienen de nuestro

cuerpo en la infancia más temprana, las huellas de memoria que desde allí se producen

constituyen el “yo corporal”, luego en el proceso evolutivo se adquirirá la conciencia de mi “ser

psicológico” y por último nos relacionamos con el entorno.

Hay edades en las cuales la importancia del cuerpo toma más relevancia que en otras como en la

adolescencia.

Cuando se produce una lesión en el cuerpo se remueven estructuras psicológicas muy primarias

que hacen que nuestra “atención vital” se centre en el funcionamiento del cuerpo y en su

mejoramiento. Consecuentemente un trabajador recientemente lesionado no va estar en

condiciones de “estar pendiente” completamente de lo relacionado con sus funciones habituales,

su mente se ocupa más de su recuperación, es por esto que pueden aparecer reacciones

psicológicas en tres campos: en relación a si mismo, respecto a la familia y a su trabajo.

En relación a si mismo, en “diálogo interno” que todos tenemos, dependiendo de la severidad de la

lesión y del número de actividades que como consecuencia se afectan, el trabajador se empieza a

sentir disminuido frente a su situación previa y surgen temores de no ser capaz de mantener a la

familia, de ser rechazado(a) por su compañero, de llegar a ser un estorbo o una carga, de ser

despedido, “si echan a los que están completos doctor que no será a uno que esta medio”, dicen

con frecuencia los pacientes, de no ser considerado para nuevas solicitudes de trabajo. Esta

sensación de vulnerabilidad con frecuencia se traduce en deseos de morir, ideas suicidas y en

raras ocasiones se acompaña de intentos de suicidio. Este estado se acompaña de una sensación

de tensión interna y “ensimismamiento” que se traduce en tendencia al aislamiento, actitud

silenciosa, rechazo al contacto social, pérdida del interés por temas que antes lo tenían,

disminución del apetito, del deseo sexual, sensación de vacío. Otro síntoma frecuente es la

alteraciones de sueño tipo insomnio que afecta significativamente la calidad de vida.

Para la familia el tener uno de sus miembros lesionado también se convierte en un motivo de

ansiedad. Con frecuencia el trabajador es la única fuente de ingresos de su familia. En cualquier

caso, si la familia del trabajador es el núcleo primario o sea sus padres y hermanos o si es su

compañero(a) e hijos, para ellos el ver a su familiar enfermo, incapacitado y sufriendo es motivo de

ansiedad. El hecho de verlo acostado, con vendajes, con dificultades para su movilización,

asistiendo a diferentes tratamientos ocasiona malestar al interior de la familia.

De otro lado, el trabajador suele reacciona de manera agresiva con los familiares más cercanos

llegando en ocasiones a la violencia física, se torna irritable e intolerante, “desde el accidente él

(ella) ha cambiado mucho” es el comentario generalizado del(a) acompañante.

Adicionalmente, es corriente que la reminiscencia del accidente sea dolorosa, “cuando se me viene

el momento en el que la máquina me cogió la mano me da escalofrío y me pongo a llorar”. Si esta

situación clínica no se interviene con frecuencia aparece el temor a enfrentar nuevamente su sitio

de trabajo, esto se denomina reacción fóbica, es muy probable que los supervisores de línea no

estén familiarizados con esta circunstancia y agreguen presión adicional llegando a presentarse

situaciones de conflicto creciente.

Hay diferentes circunstancias que sumadas unas con otras aumentan el riesgo de que la reacción

emocional se complique:

•Que la lesión afecte la autonomía del trabajador en lo relacionado con su cuidado básico

como vestirse, bañarse, peinarse, desplazarse por si mismo, entre otros.

•Que no cuente con adecuado respaldo familiar.

•Que no se preste atención temprana a esta reacción emocional.

•Si la lesión se acompaña de dolor de moderado a severo.

•El impacto de la lesión en la ocupación u oficio del trabajador.

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