AUTONOMÍA INSTITUCIONAL: UN DESAFÍO

AUTONOMÍA INSTITUCIONAL: UN DESAFÍO

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Escuela Pública Provincial N° 14 Río Grande - TDF

PROPUESTA: Organización del Trabajo en Grupos pedagógicos.

EJE: “Flexibilización de Espacios y Tiempos.”

OBJETIVO GENERAL: Orientar la acción institucional, hacia el desarrollo sistemático de capacidades, de valores y de actitudes.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Promover el trabajo en equipo.

Promover el enriquecimiento de experiencias, a partir intercambio grupal e intergrupal.

Tomar conciencia de la necesidad de implementar estrategias de aprendizajes colectivas y cooperativas, con clara pertenencia y acción de toda la comunidad educativa, para producir aprendizajes significativos para todos.

Lograr un nivel creciente de coherencia institucional, en relación con el currículo.

Promover la autodisciplina como forma de convivencia institucional.

Promover la mejora constante como forma de crecimiento institucional.

Descripción de la Propuesta

Nuestra propuesta de trabajo en “GRUPOS PEDAGÓGICOS DOCENTES” está en su cuarto año de aplicación. No obstante, hay todo un trabajo de base que lo sustenta y en el que se viene trabajando desde 1992.

La autodisciplina como forma de convivencia democrática, es su punto de partida y eje en todo este proceso, que hoy muestra sus resultados.

Cuando se comienza a transitar un proyecto pedagógico institucional, hoy en día, el objetivo que generalmente se plantea, es el de formar alumnos autónomos y críticos, pero ese perfil del alumno muchas veces se va desdibujando a lo lago del tiempo, transformándose en una utopía. Si bien no es una tarea sencilla, y además, todos sabemos que no existe la institución perfecta, porque el sistema educativo tiene actores sociales movibles, hemos podido comprobar que plantearse el logro de la autonomía puede ser un desafío alcanzable.

Es importante aclarar que para lograr que un proyecto se vaya consolidando, se deben marcar metas de corto y largo plazo. De largo plazo sería la autonomía institucional, de los docentes y alumnos. (Cuando hablamos de autonomía no lo hacemos en sentido económico, sino desde la posibilidad de avanzar más allá de la normativa limitante, de las presiones externas, y contarse hacia afuera como institución).

De corto plazo son los ajustes permanentes del proyecto curricular y de evaluación, por ejemplo.

Es importante aclarar que la escuela donde se desarrolla esta propuesta, es una escuela pública marginal de Río Grande, a la que asiste una población de 630 alumnos aproximadamente, con un nivel adquisitivo promedio bajo.

• El comedor escolar recibe a más de 90 niños, que no tienen recursos.

• Un elevado porcentaje de niños provienen de familias con fuertes conflictos sociales: violencia familiar, alcoholismo y otras adicciones, abandono afectivo, analfabetismo, desempleo.

• Un porcentaje entre el 20 y 30 % son hijos de docentes y otras familias de nivel adquisitivo medio, con un contexto familiar estimulante, que adhieren al perfil institucional y a su proyecto pedagógico.

Como gestora de esta propuesta, consideré siempre que un proyecto sólido requiere un equipo docente que funcione como tal, y para ello aposté a los docentes, a su capacidad y generé espacios institucionales de reflexión y capacitación para fortalecerlos.

Definimos el perfil institucional y comenzamos a trabajar fuertemente con la visión de una escuela que:

• “se transforme en un espacio de reflexión y acción, de cuestionamientos y de indagación, donde la experiencia de trabajar “con el otro” se haga realidad.”

una escuela que:

• “busque la promoción de la persona, posibilitando el despliegue integral, creando actitudes que lleven a establecer relaciones vivas y profundas con la realidad.”

Partimos de la idea de que, no es posible cambiar en serio la educación si no cambiamos el modelo organizativo en el que se basa nuestra práctica.

Decidimos repensar la escuela en forma permanente, transformar los espacios y tiempos físicos en espacios y tiempos pedagógicos, trabajar en equipo, flexibilizar los agrupamientos.

Pensamos la escuela fundamentalmente como un espacio social donde se verifican procesos, y los procesos son relaciones caracterizadas por actos de comunicación que expresan heterogeneidades, diferencias y particularidades propias de la comunidad en la cual se inscribe la escuela y de la cual forma parte, así como de las personas que interactúan en ella.

Pretendemos una escuela democrática y participativa, donde las relaciones que se dan en ella sean de orden dialógica y activa. Una escuela que prepare a los niños para una vida libre, tolerante y justa. Una escuela que pueda identificar, analizar y develar las contradicciones y los conflictos actuales y potenciales que, debido a la heterogeneidad de los actores, están presentes en la escuela y en la comunidad.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Como institución nos paramos desde un paradigma socio – cognitivo y pretendemos

“enseñar a aprender”. Para ello debimos planear la metacognición, es decir, que quienes aprenden, piensen estrategias cognitivas y cuando piensen, “cómo han pensado” y “qué pasos han dado”.

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