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Cusco un lugar para enamorarse

La energía de este punto del mundo llama a la puerta de todos los aventureros para avisar que tienes una cita con los Incas. Cusco o Qosco, una de las siete maravillas del mundo, es mágica por sus atractivos turísticos, y siendo la más antigua de América llena de historias de poder y dinero y sobre todo un pueblo donde acopla a millones de turistas de diferentes lugares del mundo, que llegan a satisfacer sus deseos de la aventura y tradición que se vive en esta extraordinaria ciudad. Uno realmente puede imaginar encontrar de todo pero con lo que no contaban algunos dichosos es encontrar la verdadera razón por la cual visitas tierras cusqueñas: El amor.

Así pues, y con esta alegría uno pone pie en Cusco y entonces pasa algo… raro… no recuerdas haber consumido alcohol en el avión o bus, pero la sensación era parecida a tener 3 cervezas en el estomago vacío (de todos modos no hay de que preocuparse, porque al parecer cada uno experimenta algo diferente). La falta de oxígeno da la bienvenida.

Genera una sensación especial e inusual, no solo es la carga de energía que sientes al pisar tierras cuzqueñas y la gran presión que retumba tu pecho debido a los 3400 metros sobre el nivel del mar en el cual te encuentras, es una ciudad que apenas verla quedas maravillado por sus paisajes excéntricos obteniendo una sensación de euforia debido a la ansiedad acumulada que presentas al pensar tan solo si tendrás tiempo de conocerlo todos, esos rincones que esconden historias y leyendas.

Das unos pasos y sí, sientes que todo te pesa pero miras a tu alrededor apuntando todo lo que tienes que visitar y conocer sin darte cuenta que dejas atrás tu vida. Los grandes edificios sofisticados , el trafico o la congestión de un viernes a las 7 pm en la av. Javier Prado, ver los mismos rostros en tu trabajo o centro de estudio, y lo cambias por un panorama totalmente radical, el paisaje contrarrestó todo esto y el estado regular de la ruta como las casitas que encuentras con techos de tejas coloradas con sus toritos de pucará, los barrios periféricos, los cerros por detrás, y más techos de tejas sobre los cerros, además de su siempre poblada plaza de arma que a pesar que miles de turistas visitan Cusco jamás encuentras una congestión vehicular.

El siguiente paso es buscar donde será tu estadía para esos días, que prácticamente quedaran cortos, pero ¡cuidado!, el clima de Cuzco son como las mujeres: es impredecible. Y después de un día soleado con un arcoíris peculiar se te puede presentar una lluvia torrencial, esas que no dan ganas ni de salir, pero digamos que estando en Cuzco nadie se queda en casa por mas frio que haga, por mas que tus dedos se vuelvan azules y te sientas paralizado por lo helado que pueda sentir tu cuerpo.

Buscas en una esquina una carretilla chiquita, esas que venden emoliente al paso que por si muchos no saben es lo mejor que puede existir con ese toquecito de limón y linaza para que te sientas un poco abrigado, de repente solo es sola una idea sentirte abrigado por eso, pero sí que da energías de seguir tu rumbo en Cuzco. Más allá encuentras a solo cinco soles el paraguas perfecto para continuar tu camino.

Todo este trayecto observas muchísimas cosas, pero otro punto importante y representativo de esta ciudad es la cantidad de personas de todos los países que puede reunirse, como una suerte de La casa de las palabras, la lengua mestiza, la puramente cuzqueña y las extranjeras se ensamblan dándole al Cuzco todo el sentido para ser el Ombligo del Mundo.

Supongo que esa palabra encierra todo su significado. Basta con aguzar levemente el oído una tarde cualquiera en su Plaza de Armas para escuchar como conviven en perfecta armonía diferentes lenguas, idiomas, voces, acentos, diferentes culturas y nacionalidades.

Enseguida te percatas que la Plaza de Armas es hermosa rodeada de esos edificios y construcciones religiosas de estilo renacentista, lo nombré por la perfecta construcción de su catedral que a pesar de los años se mantiene fiel a su estilo, rustica, llena de oro en la parte central, subir esas escaleras de madera genera un cierto temor pero vale la pena pues logras uno de los mejores panoramas por la ventana de la misma Catedral. Es verdad que así como deslumbran sus líneas y ornamentos arquitectónicos, y sus galerías con arcos de medio punto generan un placer visual en perfecta armonía y equilibrio con su entorno. En este tiempo la placita tan conocida por todos los que visitan Cuzco, es

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