Comunicación Y Yo

La comunicación y yo

Al escuchar la palabra comunicación, muchos dirían que se trata de un emisor, un receptor y un canal en el cuál se va a transmitir un mensaje, yo al escucharla la relaciono de diferentes maneras, primero como la adapto con mi interior, es decir, como construyo una comunicación interna, cómo quiero verme, de esta manera construyo una identidad y una cultura propia, la cual voy a transmitir a los demás.

La segunda es como a partir de esta construcción propia, cómo me expreso y me relaciono con los otros, como los gestos, el habla y la escucha, pero trasciende más allá de la simple expresión corporal y oral, como dice Martín Gaite, Carmen : "No hay nada que se pueda comparar a la palabra y a la comunicación. No hay nada comparable a poder hablar a la persona adecuada en el momento adecuado en el que la persona a quien se habla tiene ganas de escuchar, y la persona que habla desea hablar."

Y la tercera como puedo darme el lujo de crear, innovar, transmitir información, hacer que una sociedad se entere de sucesos verídicos. La comunicación me permite conocer otras formas de pensamientos, de vivencias, de culturas, de ideologías, de lo que no solo pasa a mí alrededor, sino también en el de los otros y de cierta forma hace interesarme por ellos. La comunicación permite volverme humana en su totalidad, me deja acceder a jugar con lo que deseo y me apasiona a través de elementos que están cambiados el mundo, como lo son los medios masivos de comunicación.

Mi objeto

Recuerdo que desde muy pequeña me ha encantado la música, no podría vivir sin ella, pues vengo de un hogar que también son apasionados por esta. A mis 7 años le pedí al niño Dios una radio, me enamore de una que vi en el Éxito de San Antonio, era pequeña, redonda y de color fucsia, y así fue, en diciembre me llegó el regalo, mi madre me cuenta que todo el día era encendida, y que si salía de paseo, yo siempre la llevaba conmigo.

Al crecer era más mi pasión por las radios, pues a mis 12 pedí un minicomponente, aún creía en el niño Dios. Nunca voy a olvidar ese 24 de diciembre, al destapar esa caja, mis ojos brillaron y empecé a bailar, pues ahí estaba lo que había anhelado un equipo de sonido, era pequeño, pero era mío.

Desde allí, no solo escuchaba música, empecé a escuchar programas y a interesarme por ellos y hasta hacer todas mis responsabilidades antes de que pasaran mi programa favorito, donde hablaban de las cosas del más allá.

Persona que me influyó

Un día en la clase de español, la profesora Nubia, nos puso a hacer un ejercicio de escritura donde debíamos expresar que queríamos estudiar al salir del colegio y si sí queríamos hacerlo. Recuerdo que siempre pensé en una vida universitaria cuando finalizara mis estudios del bachillerato, pero aún no sabía qué carrera emprender.

Yo entregue mi hoja con

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