Desde Una Cama De Hospital

DESDE UNA CAMA DE HOSPITAL

Desde una cama de hospital es el relato de una situación vivida por una paciente, la cual da a conocer a la opinión pública el mal trato al que fue sometida en el servicio de salud público al que asistió, mientras aclamaba y en todo su derecho como contribuyente de ciudadana costarricense al sector de salud de este país la atención médica respectiva y digna.

La paciente fue ingresada a sala de emergencias del Hospital México en agosto del año anterior por una infección aguda en su apéndice, la cual debía ser intervenida quirúrgicamente. Tal cual expone recibió tratos deplorables como lo fue ser intervenida quirúrgicamente en un quirófano lúgubre condicionado con música impropia de una sala de operaciones. Por problemas de espacio en el centro de salud, no pudo ser llevada de inmediato a sala de recuperación donde debía estar, sino que fue trasladada a la unidad de cirugía de tórax, en donde un médico, le indicó en son de broma e irrespetando su condición delicada de salud que se encontraba en el mismísimo “Olimpo”. En su estadía por el área de cardiología tubo que presenciar algunas malas experiencias, como lo fueron, ver a un residente emitiendo un diagnóstico poco favorable a una paciente, la cual, tuvo que ser calmada por ella misma y otros compañeros de habitación, para que el impacto no le causara un infarto. Tres días después fue trasladada a la sala que le correspondía en donde de igual forma fue sometida a injusticias como traslado a la carrera, trato descortés e irrespetuoso y hasta presenciar la agonía de un ser humano. En fin sufrió una serie de arrebatos que irrespetaron su estado de salud, su mente y su espíritu de ser humano necesitado de cuidados cariño y comprensión.

En vez de encontrar un lugar para sanarse, se sintió sometida en una prisión de la cual deseaba huir. En general critica fuertemente al servicio de salud pública costarricense, hace alarde a lo expuesto por el psicólogo Philip Zimbardo en el libro El efecto Lucifer, “que el mal no está en unas manzanas podridas, sino en el cesto que tiene el poder de corromper la fruta” la cual da a entender como metáfora que aquel hospital de infierno es capaz de corromper y aturdir cualquiera de las mentes que dentro de él se encuentren.

Lo anteriormente citado es la síntesis de la lectura y los puntos más relevantes que en ella se mencionan, relatados por una de las tantas pacientes escrito por su propia mano explicando la experiencia atroz de la cual fue protagonista.

En lo personal creo que es deprimente escuchar historias como esta y además saber que aparte de esta historia cuyo participe se atrevió a hacerlo público

Existen miles de historias similares o incluso peores de pacientes que no se atreven a contarlas a gritarlas a denunciarlas por muchos motivos, las guardan en el silencio de sus mentes ya sea por miedo, desinterés al saber que aunque lo griten a los cuatro vientos muy poco cambiara o también se lo han callado por falta de recursos económicos o sociales.

Muchas veces los costarricenses tenemos la tendencia de que cuando nos sentimos mal, asistimos a nuestro centro médico correspondiente y tenemos la mala costumbre y el pensamiento erróneo de ver a los médicos como seres superiores como si al atendernos nos estuvieran haciendo un favor y por esta causa los médicos también

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