EL PORTAFOLIO COMO HERRAMIENTAR PARA MEJORA LA DOCENCIA

PRESENTACION

En la primera década de los años 90 se han buscado nuevas formas de evaluar la docencia de una manera más objetiva y que, al mismo tiempo, sirva como un mecanismo para reflexionar sobre la práctica docente y para encontrar nuevos caminos que permitan su mejora.

Generalmente, la evaluación de la docencia se ha limitado a la valoración que hacen los alumnos de los profesores mediante encuestas de opinión. Sin embargo, existen algunos aspectos de la docencia que no pueden ser evaluados por las alumnas pues se requiere un conocimiento profesional de la enseñanza y somos los profesores los únicos calificados para observar y juzgar si un curso está estructurado además, para ver si se cubren los contenidos fundamentales del curso y para evaluar, si los métodos que se siguen para propiciar el aprendizaje son adecuados. Los alumnos, por falta de experiencia, carecen de visión y herramientas para juzgar estos aspectos.

De igual manera, una de las grandes para evaluar al profesor es que no existe un modelo único de de profesor ideal puesto que, existen distintas dimensiones de la práctica de la enseñanza. Aun cuando la ENMJN cuenta con un modelo de docente derivado de su filosofía educativa que se expresan nada menos en su misión y visión, cada uno como profesores debemos de ser capaces de asimilarnos y de adaptarlos al plan de estudios vigente, a las circunstancias particulares de cada grupo, por ejemplo, a los estilo de aprendizaje de las alumnas y a su grado de madurez.

Por tanto, comprobamos que la evaluación de los aspectos que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje no puede abarcarse en un solo instrumento de medición. Y que ahí el portafolio es el medio que contiene diversos instrumentos de distintas fuentes, además incorpora la autoevaluación, la evaluación de las estudiantes y la evaluación de pares. Por otra parte, da la oportunidad al profesor de contextualizar las diferentes experiencias, presentarse frente al grupo colegiado y reflexionar sobre su práctica docente.

En síntesis, esta primera versión del uso del portafolio como un método de evaluación formativa me permitió reflexionar sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos, porqué los hacemos y que efectos provocamos en el aprendizaje de las estudiantes.

La organización del portafolio que a continuación se comparte consiste en una colección de actividades ordenadas secuencialmente por los temas que el seminario indica, así como, de los materiales didácticos que les han sido útiles a las estudiantes y se incluyen la selección de los mejores trabajos realizados por las alumnas (índices temáticos, ensayos, exámenes, mapas conceptuales, etc.)Es decir, aquellos que reflejan el logro de los de aprendizaje.

Finalmente el proceso de elaboración del portafolio me permitió como profesora darme cuenta de mi propio proceso y de los cambios

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