ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TRABAJO


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2012  •  Tesis  •  1.940 Palabras (8 Páginas)  •  320 Visitas

Página 1 de 8

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL TRABAJO

El Derecho del Trabajo no es muy antiguo, pero el trabajo existe desde que el hombre ocupa el mundo e incluso se habla en la Biblia específicamente en el libro del Génesis del trabajo pero como castigo, no era una norma jurídica si no una manera de disciplinar a nuestros primeros padres por desobediencias a Dios, eso hizo que naciera el trabajo como un castigo y en realidad no existía legislación sobre la actividad laboral, no se sabía lo que significaba pacto entre trabajador y empleador; en los primeros años no existía una sociedad de consumo como la que conocemos hoy en día, el hombre se dedicaba a subsistir y no se colocaba en relación a la subordinación respecto a alguien, sólo tomaba lo que necesitaba de la naturaleza, pero como el hombre necesitaba agruparse para su sobre vivencia, comenzó a organizar el trabajo de su producción el excedente para intercambiarlo por otro (trueque), así se interrelacionaba con los demás y a la vez satisfacía sus otras necesidades. No existe un detalle en la historia que nos muestre cuál ha sido la evolución del trabajo, lo único que tenemos son las instituciones que quedaron plasmadas y que nosotros la interpretamos de determinadas formas, ejemplo el Código Humarais, donde encontramos algunas muestras basadas en hechos naturales y religiosos que posteriormente pasaron a ser limitaciones del derecho del trabajador.

Las leyes de Marcu surgieron posteriormente y de ella concluimos que el hombre hizo una limitación a la jornada de trabajo, no precisamente para que el trabajador descansara sino porque se dio cuenta que hay un tiempo de luz y un tiempo de sombra y en el primero la mayoría de los animales trabaja para poder descansar en el segundo, así se pensó que el hombre debería hacer lo mismo, trabajar en tiempo de luz y descansar en tiempo de sombra, esto implica de un recuento formal debe empezar de la Roma antigua o Roma Clásica, no hay necesidad de empezar desde Grecia porque toda la concesión de Grecia la vamos a tener en Roma.

Roma Clásica: Se consideraba que el trabajo no era para las personas sino para los animales y las cosas, dentro de las cuales se encontraban ciertas categorías de la especie humana que tenían condición de esclavo. El trabajo era en esos tiempos denigrante y despreciativo, la condición de esclavo en Roma se adquiría por ejemplo por el hecho de perder una guerra, así el ganador de la misma tenía dos opciones matar o no al perdedor si lo hacía allí todo quedaba, pero en el caso que decidiera no hacerlo la persona pasaba a ser de su propiedad, pero como el hecho de mantenerlo le ocasionaba un costo, pues eso gastos debían reintegrarse de alguna manera, por ello debía trabajar para este y así se consideraba su esclavo. No existía en Roma el Derecho al trabajo en el sentido técnico de la expresión por la tanto no era regulado, no había Derecho del trabajo.

Los romanos se preocupaban por desarrollar el Derecho Civil pero no la de las demás ramas del Derecho, en todo caso la actividad principal que desarrollaban en Roma era la agricultura pero habían otras tales como el transporte, el comercio, las llamadas profesiones liberales (jurisconsultos, ingenieros, médicos, etc.) pero en muchos casos las personas que desarrollaban esta actividad no eran ciudadanos romanos por eso no podía ser sujetos a una relación de trabajo además ellos no eran retribuidos por prestar esa actividad sólo se reconocían ciertos honores públicos, de allí viene la idea de lo que conocemos hoy en día como defensor Ad-Litem, con una carta Ad honorem y lógicamente la expresión honorario.

EL TRABAJO EN EL MUNDO ANTIGUO

En los tiempos antiguos predominaba la consideración del trabajo como pena. El precepto genésico “comeras el pan con el sudor de tu rostro”,

Interpretado en el sentido de ver el trabajo sólo como una maldición odiosa, expresaba una idea esparcida en las más diversas civilizaciones. Los más elevados filósofos de Grecia y Roma expresaron conceptos denigrantes acerca del trabajo o, por lo menos, del trabajo manual.

La Edad Antigua se caracterizaba por el aprovechamiento del trabajo mediante la imposición coactiva. El estímulo empleado para aglutinar y armonizar el esfuerzo combinado de grandes cantidades de hombres, no era otro que la fuerza. La esclavitud, era casi el único medio para obligar a los hombres a obedecer y a cooperar en el trabajo armónicamente.

En el mundo antiguo y en las comunidades primitivas no existe un término como el de trabajo con el que hoy englobamos actividades muy diversas, asalariadas y no asalariadas, penosas y satisfactorias, necesarias para ganarse la vida o para cubrir las propias necesidades.

Ya lo pone escrito en la Biblia: Vivirás con el sudor de tu frente, no con el sudor del de en frente.

Y el hombre desde el albor de los tiempos ha trabajado y mucho, todo el sustento, la alimentación, el fuego, las herramientas.... Todo debía conseguirse mediante el esfuerzo del trabajo. Pero el ser humano se caracteriza por utilizar su intelecto más que la fuerza física, y es entonces cuando surge la posibilidad de vivir sin trabajar, o de intentar vivir con el sudor de los demás.

Los excedentes de comida o excedentes de ropa o herramientas se comenzaban a intercambiar por otros bienes.

Durante la esclavitud, la norma de trabajo era la voluntad de los señores. Cada señor tenía que mantener a su esclavo, aunque fuera solamente porque constituía un bien patrimonial, de consideración no cambian las características que en el régimen de libertad económica habrían de rodear a la cuestión social.

El trabajo libre existía, y en roma provoco la legislación sobre el mandato y sobre el arrendamiento de obra y de servicio. Hacia el fin del imperio había acuerdos con sus patronos, es decir, con sus antiguos amos, que en virtud de la manumisión conservaban ciertos derechos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com