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Eficiencia, Eficacia Y Productividad


Enviado por   •  3 de Septiembre de 2013  •  1.821 Palabras (8 Páginas)  •  5.929 Visitas

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Eficiencia, Eficacia y Productividad

Al decidir estudiar administración de empresas se descubre, poco a poco, el deseo de formar una propia empresa y por ello, como todo buen empresario, es recomendable conocer tres habilidades esenciales que llevan al éxito: la eficiencia, eficacia y la productividad.

Las empresas deben tener en mente sus objetivos y saber claramente cómo alcanzarlos. Es necesario tomar en cuenta que el trato con los trabajadores influye grandemente en el desempeño general de la empresa. Para saber manejar ciertas circunstancias se deben aplicar estas tres habilidades.

Muchos no podemos explicar cual es la diferencia entre eficiencia y eficacia, ya que son palabras demasiado parecidas y podríamos llegar a pensar que tal ves son sinónimos; pero lo que no sabemos es que se distinguen entre si, por diversas razones. Se distinguen principalmente en que la eficacia tiene como finalidad alcanzar los objetivos planteados y en cambio, la eficiencia se centra en el mayor aprovechamiento de los recursos para producir al máximo. La productividad es una técnica que asegura el manejo entre la cantidad de bienes y servicios producidos y la cantidad de recursos utilizados que proporcionarán un mejor crecimiento de la empresa.

Mi objetivo al final en este ensayo es no solo que se comprenda la importancia que tiene el conocer estos tan útiles términos referentes al manejo de una empresa, sino que se pongan en práctica en un futuro ya que, si se quiere ser un empresario de éxito, este tema será de gran ayuda para la vida profesional.

Antes de conceptualizar estas tres habilidades es fundamental analizar los orígenes de la administración, conociendo las diferentes corrientes ideológicas, sucesos históricos y autores que dieron lugar a esta ciencia económica.

Gracias a los avances en las matemáticas, como la extensión de los números árabes entre los siglos V y XV y la aparición de la contabilidad y de la partida doble en 1494, entre otras innovaciones, se proporcionaron las herramientas necesarias para el desarrollo de la administración y por consiguiente del comercio en los siglos pasados.

Pero fue hasta el siglo XIX y XX que se dieron los mayores avances en la economía y administración. En 1776 el economista y filósofo Adam Smith publicó su obra La riqueza de las naciones; en el libro se muestra un estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza durante las épocas pasadas, tema ya abordado por los mercantilistas y fisiócratas de ese tiempo, pero sin el carácter científico de la obra de Smith.

Este trabajo obtuvo para él el título de fundador de la economía porque fue el primer estudio completo y sistemático del tema. Además Smith plantea la división del trabajo como la técnica para incrementar la producción laboral, que por consiguiente llevaría a un crecimiento económico.

Otros economistas muy reconocidos e importantes fueron Eli Whitney, James Watt y Matthew Boulton, quienes desarrollaron herramientas técnicas de producción tales como la estandarización, procedimientos de control de calidad, contabilidad analítica, y planeamiento del trabajo.

En el siglo XX a medida que las otras ciencias se fueron desarrollando e independizando, la administración fue creciendo y estructurándose según las expectativas y necesidades de las sociedades modernas.

Poco a poco fueron surgiendo nuevas técnicas, estrategias y habilidades económicas y administrativas que facilitarían el trabajo de las empresas y proporcionarían un mejor desempeño de estas.

Como por ejemplo una de estas técnicas o más bien estrategias para saber manejar y mantener de la mejor forma una empresa son las ya mencionadas: eficiencias eficacia y por consecuencias la productividad

El impacto de la eficiencia, la eficacia y la productividad dentro de la actividad diaria en una empresa es de suma importancia para mantener un buen equilibrio entre la capacidad de producción y lo producido por la empresa en cuestión.

La eficiencia consiste en el logro de las metas con la menor cantidad de recursos. El punto clave de la eficiencia es el ahorro o reducción de recursos al mínimo. Para lograrlo es necesario cuidar ciertos aspectos que tienen que ver con el personal de la empresa. Tal vez el más importante de todos es dirigir correctamente la empresa, pues sin un buen liderazgo no se puede llegar a obtener la administración adecuada. La presencia del jefe líder es fundamental para cualquier negocio. También se deberá estructurar la empresa de la mejor manera posible, asignando los puestos adecuados a los mejores candidatos para ocuparlos.

Una empresa eficiente tiene claramente definidos sus objetivos y estrategias para alcanzarlos y es capaz de perseguirlos y cumplirlos. Una empresa sin visión y sin misión no sabe a dónde se dirige ni cómo dirigirse, es decir, no es eficiente. También se deben dejar claras las responsabilidades a cada uno de los trabajadores para que sepan qué hacer y qué no a la hora de trabajar. Así como Adam Smith lo propuso, se debe saber que la división del trabajo genera ahorro de tiempo y aumenta la productividad, pero también se debe saber cómo dividir el trabajo entre las diferentes capacidades de los individuos, pues es el conjunto de todos lo que hace que la empresa se mantenga a flote.

Se debe administrar correctamente el tiempo laboral y no sobreexplotar a los trabajadores, ya que ellos son el motor de la empresa. Establecer horarios adecuados de trabajo es fundamental para que el personal tenga tiempo de descanso y así se logre una mayor capacidad de producción a largo plazo. Valorar el trabajo en equipo y las diferencias entre cada trabajador es necesario para evitar los conflictos y así hacer de la empresa más eficiente.

Asimismo es de suma

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