"El Juego Como Estrategia Didáctica".

Cabe destacar que es difícil fundamentar cada uno de los juegos; el porqué y el para qué; pero para ello tenemos investigaciones, conclusiones que avalan nuestro trabajo en el día a día con los niños.

Tomaremos entonces una de las tantas conclusiones para poder argumentar o fundamentar esta temática del porqué y el para qué del juego. Muchas veces se cree que el juego en la sala de nivel inicial es sinónimo de jugar por jugar.

Pero para poder llegar a una acertada conclusión debemos partir de la siguiente afirmación: que los niños de nivel inicial aprenden jugando. La docente siempre o por lo menos casi siempre tiene una clara intención educativa a la hora de planificar el juego y de llevarlo a cabo.

El juego debe ser libre para los niños, puesto que cuando hay una imposición no hay juego; como así también éste es movilizado por las motivaciones y por el grado de interés del niño.

Para que se pueda ejecutar los distintos tipos de juego es necesario tomar en cuenta algunos aspectos como ser:

• Decisión de jugar.

• Intención del jugador.

• Disponibilidad del ambiente.

• Disponibilidad de materiales.

• Libertad en la toma de decisiones.

• Creación de escenarios reales y fantásticos.

• Intervención del docente.

• Ampliación del contenido lúdico y complejización de los guiones del juego.

Los especialistas coinciden en que la función de recuperar el juego como un valor y un derecho cobra en estos casos una significación mayor, puesto que un niño cuando pierde la posibilidad de jugar, también pierde la oportunidad de imaginar. Así también lo afirma Ana Sutton : “el juego es para el chico lo que hablar es para un adulto”.

En Estados Unidos en las escuelas públicas más precisamente sostienen que el punto de partida para llevar a cabo la enseñanza- aprendizaje es el juego puesto que es el idioma universal de los chicos; cada juguete es una palabra. Sutton afirma que los niños no tienen la capacidad verbal de expresar todo lo que sienten y, si la tuvieran, tampoco sabrán el nombre correcto de cada emoción. Hay que saber que lo que no pueden hablar, lo van a jugar. En uno de los talleres que dictó y que fue organizado por la Fundación Procesos para Estudio e Investigación del Aprendizaje comentó sobre la efectividad del juego en una de las escuelas Thomas J. Pappas de Arizona; los alumnos asisten a terapias de juego, como una materia más, por indicación de las maestras de grado.

El juego socio-dramático permite al niño aventurarse a lo nuevo, a lo desconocido, a lo que vendrá. Durante este tipo de juego, el niño experimenta sensaciones que lo aproximan al yo adulto. Está claro que un niño jugando es un niño aprendiendo, y encontrando respuestas casi sin querer.

El niño dice Moragas: “es un ser que ha venido al mundo para ser todo lo niño que deba ser; el niño no es un diminutivo de nada”.

La planificación en el jardín de infantes debe ser tan amplia como la vida misma, debemos incitar al alumno a que amplíe todas sus experiencias y se lo debe conducir al encuentro consigo mismo; siempre respetando la personalidad del niño y favorecer su desenvolvimiento natural sin dejar o pasar a un segundo plano los objetivos educacionales que necesariamente debe el niño alcanzar.

El juego en rincones es uno de esos juegos que ayuda al niño a tomar conciencia de la responsabilidad para consigo mismo y para con los demás; lo ayuda a expresarse libremente y, de esta manera, revelar necesidades y actitudes; ya que es un ambiente propicio para ello, inclusive el silencio en este tipo de juegos ocupa un lugar importante puesto que tiene un fin; el de transmitir algo.

Aquellos que hemos utilizado técnicas no convencionales como herramientas para lograr aprendizajes significativos, la palabra juego tiene una resonancia particular y de grandiosos resultados. El juego se constituyó en una poderosa herramienta para lograr objetivos en el plano cognoscitivo, procedimental y fundamentalmente en el plano actitudinal.

No importa en que institución educativa nos encontremos hay algo que no cambiará jamás; será el niño quien determine con quien jugar, con que jugar, a qué jugar y donde hacerlo. Si se tienen en cuenta las oportunidades de aprendizaje que las situaciones de juego ofrecen a los niños, habrá que observar y considerar como éstos despliegan su potencialidad lúdica en el contexto escolar.

En el año 2006 realizamos una entrevista a la primera maestra jardinera del territorio de Misiones: Rosa Stella cuenta que concurrió a la escuela Normal, donde antiguamente se encontraba la plaza 25 de Mayo. Sus primeros inicios fueron en el 1º infantil con 7 años de edad. El año que ingresó a dicho establecimiento se recibían los últimos Maestros Rurales.

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