El Orientador Experto

Un orientador debe encarnar él mismo las habilidades a desarrollar en el ayudado. Debe ser sociable e inteligente socialmente. También debe leer libros que le ayuden a saber qué habilidades necesita para ayudar, y qué habilidades necesita el ayudado para salir adelante.

Este libro trata más sobre la parte práctica que sobre la teoría, ya que es algo más útil para el estudiante (según el autor) el saber cómo se efectúa algo, que sólo darse una idea.

Las personas que van a algún tipo de terapia, pueden tener dos resultados, sólo dos: o mejorar, si van con un orientador experto; o empeorar, si van con un orientador de bajo nivel. Es por eso que debemos procurar prepararnos lo más posible, para obtener buenos resultados.

Encontramos que en algunas profesiones de ayuda, como la sacerdotal, no se da la importancia que se debe a la interacción social. Es decir, en la preparación sacerdotal no se da énfasis a las destrezas sociales o interpersonales, lo cual hace que la ayuda que dan estos individuos no sea del todo satisfactoria.

Nosotros tenemos una línea entre lo que es el éxito y el fracaso en muchas cosas. Pero, ¿Cómo saber si una terapia tiene éxito o no? Algunos clientes dejan de ir a sus terapias, ¿Será esto un fracaso? Algunos psicólogos sólo quieren atender a personas jóvenes, atractivas, verbales, inteligentes y con éxito, porque son más fáciles de atender, pero no ofrecen mayor reto.

A los orientadores se les presentan casos muy extremos, por ejemplo, en los matrimonios, en los que una de las dos partes bebe, o es golpeador, o infiel. Y en el cual de los casos el cónyuge que es víctima de esto puede actuar con ¨una locura¨ como matar a su esposo, o renunciar, yéndose de casa. Y en ese mismo tema de las familias, abordamos otro, el de los niños. El niño debe ser tratado con amor y respeto por sus padres para tener una autoestima sana, de manera que se forme un individuo funcional. De otra manera se pueden presentar psicopatologías.

En la escuela, por lo general, los niños no aprenden a ser auténticos ni felices, sino a mostrar una fachada falsa, y a ser manipuladores o manipulados.

En la lectura se presenta una idealización del orientador: es alguien de mente receptiva, sano, con inteligencia social, que se cuida física y emocionalmente, que respeta a su cliente y lo escucha con atención.

Para ayudar a los demás, el orientador debe estar ¨limpio¨, debe haber trabajado sus problemas personales, para poder tratar con efectividad al cliente. Algo que también debe localizar en sí mismo el orientador son sus puntos débiles en sus relaciones interpersonales. Es importante que el orientador se prepare leyendo.

Para demostrar que un buen orientador tiene destrezas, debe lograr transmitir a alguien más sus conocimientos, y formar a otros orientadores.

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