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El lápiz Azul


Enviado por   •  28 de Junio de 2012  •  1.129 Palabras (5 Páginas)  •  1.244 Visitas

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El Lápiz Azul

-¿Qué? ¿Ya volviste a perder el lápiz?

-Si papá, me lo robaron en la escuela.

-¡Solamente roban a los pendejos! ¿Cómo es posible que apenas tienes un mes en la escuela y ya se te han perdido las tijeras, resistol, gomas, lápices...? ¿Que crees que estoy barriendo el dinero o qué? Mira, te voy a comprar otro lápiz, pero va a ser el último, si lo llegas a perder te voy a dar unos chingadazos para que se te quite lo pendejo, porque yo pendejos no quiero en mi casa. Es mas para que siempre lo distingas de los otros va a ser de color azul y le voy a poner una marquilla y así, si te lo roban le dices a tu maestra que se los busque a tus compañeros en sus mochilas o bolsas. Yo te voy a revisar todos los días el lápiz y ya te dije, donde lo pierdas...

-Papá y ¿si se me acaba el lápiz?

-¡Ah! Te compro otro igual , pero ese lápiz te debe durar mucho, porque no debes cometer errores, por lo que la goma no la debes usar. Como premio si haces lo que te digo, cada vez que me entregues el lápiz chiquito, que ya no puedas "agarrarlo" para escribir ¡sin haber usado la goma! te voy a dar un regalo ¿Entendiste?

-Si papá.

A sus seis años, Lalito no comprendía la "lógica" de su papá, puesto que si apenas estaba aprendiendo a leer y escribir ¿cómo no iba a equivocarse? pero en fin, el solo era un niño y tenía que aceptar las reglas de los adultos, porque había oído que todo era por su bien.

A la mañana siguiente y ya con su lápiz azul, llegó a la escuela y le dijo a su maestra lo que había sucedido.

Ella le dijo que lo iba a ayudar a conservar el lápiz azul, para que no le pegaran, y que había estado bien que su papá le dijera que no debía cometer errores, porque así rápido lo iba a cambiar de la fila de los "burros" y tal vez hasta a la de los aplicados.

Llegó la hora de recreo y Lalito al igual que sus compañeros, salió del salón a comer su lunch que le había preparado su mamá así como a jugar, ya que eran los únicos minutos que lo podía hacer, aunque claro dentro de las reglas que existían en la escuela: NO JUGAR CON PELOTAS, NO ANDAR CORRIENDO ENTRE LOS PASILLOS, NO GRITAR, NO... NO... NO...

Terminó la hora de recreo y al regresar a su salón para continuar con las planas que le había dejado la maestra, algo terrible había sucedido, NO ESTABA EL LÁPIZ AZUL. Lleno de angustia le dijo a la maestra:

-Maestra ¡Se me perdió mi lápiz!

-¿Queeé? Búscalo bien, porque recuerda como te pega tu papá ¿donde lo dejaste?

-Aquí en la banca.

-¡Que tonto eres! lo hubieras escondido.

Vamos a ver niños, a Lalo se le perdió un lápiz azul que tiene una "marquita", y no nos vamos a ir si no aparece, así que busquen en sus mochilas si alguien se los echó.

Todos los niños buscaron, sin embargo, el lápiz no aparecía. Llegó la hora de salida y al no aparecer el lápiz, Lalo, que no había dejado de llorar, se angustiaba mas y mas. La maestra, recurrió a sus "técnicas pedagógicas" plenamente probadas a lo largo de sus 25 años de servicio. Dijo:

-Como no ha aparecido

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