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Elogio De Los Jueces


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2013  •  1.381 Palabras (6 Páginas)  •  549 Visitas

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SUMARIO.- l. Introducción. II. Comentarios y reflexiones. III. Conclusiones.

l. INTRODUCCIÓN

EL presente trabajo, tiene como finalidad hacer un ensayo sobre la obra titulada “El Elogio de los Jueces”, escrita por el gran jurista Italiano Piero Calamandrei, quien, cabe señalar, fue discípulo de Giussepe Chiovenda; catedrático de la Universidad de Florencia y, es considerado como uno de los procesalistas más brillantes del siglo XX.

EL Elogio de los Jueces, fue publicado en 1935, basada en pasajes y experiencias vividas por el autor durante parte de su vida profesional como abogado, entre otras temas, trata acerca de las relaciones entre la abogacía y la función jurisdiccional, estableciendo ciertas semejanzas y diferencias entre jueces y abogados.

A través de las experiencias compartidas por el autor Piero Calamandrei, bajo este ensayo, tratare de rescatar las reflexiones relevantes, que en mi opinión, se desprenden de sus crónicas, ello, sin reproducir los pasajes del autor, por lo que sólo me enfocaré en decir, lo que en lo personal, advierto de la lectura.

II. COMENTARIOS Y REFLEXIONES

La relación entre abogados, jueces y magistrados, cada uno en su rol, siempre en la constante búsqueda de impartición de justicia, respectivamente, nos dejan enseñanzas útiles; el autor nos proporciona a través de su obra Elogio de los Jueces, una serie de consejos, de herramientas que nos permiten desempeñar una mejor función como juez, o como abogado, según sea el caso, mismos que a pesar del tiempo que ha transcurrido desde la publicación de la obra a la actualidad, en diferentes contextos históricos y jurídicos, muchos aún siguen vigentes.

Desde mi punto de vista, atendiendo a las experiencias directas e indirectas de Piero Calamandrei, en la obra que se comenta, con relación a los jueces, considero que, sabiendo que son seres humanos como cualquier otro, y que por ello, tienen o pueden tener ciertos problemas familiares o personales, deben ejercer su función jurisdiccional en forma imparcial, es decir, al tomar el papel de juzgadores deben olvidarse de todos aquellas cuestiones que puedan nublar su criterio al momento de decir el derecho a través de la sentencia.

Esto, puede resultar muy difícil, pero no imposible, digo difícil, porque de acuerdo a cada persona, su entorno, su edad, su tendencia, sus amargas experiencias personales o familiares, pueden resistirse al cambio u obedecer a ciertos intereses.

Lo cual, nos lleva a considerar, como se advierte del autor, que quién ejerce la función de juez, para no caer en determinadas tentaciones, debe tener asegurada su independencia de cualquier otro poder o autoridad, a través de un salario digno, tan digno que no le permita pensar en ceder su decisión a favor de alguna de las partes por cuestiones económicas, políticas o familiares.

Asimismo, de las experiencias de Calamandrei, podemos deducir que el juez debe tener un compromiso ético y moral, es decir, asumir su papel con amor a su profesión, y tener la convicción de querer ser juez, más allá de pretensiones de estatus, de clase, de riqueza, apartado de cualquier interés personal; aunque no podemos dejar a un lado, que el juez, como cualquier otro ser humano, tiene deseos de tener una mejor calidad de vida, una mejor condición profesional y personal, pero ello, al momento de emitir una sentencia, no puede influir al resultado.

Por su parte el abogado, pensando en las experiencias del autor, es quién somete una pretensión a le determinación jurisdiccional, por lo tanto, a efecto de causar la atención y convencer al juzgador, debe, en todo momento, tener una buena argumentación, la cual debe ser clara, precisa y concreta, especificar, que se pide y, por qué, sin tanta oratoria o redacción sin sentido.

Así es, el volumen de los escritos que redactan los abogados, en cuanto a número de hojas, no asegura que sea un asunto o litigio ganado, y por el contrario, con base a las experiencias de Piero Calamendrei, dichos instrumentos pueden causar el desinterés del juez, pues como lo hemos señalado, también son seres humanos, que pueden llegar a flaquear y aburrirse de una sin sentida argumentación del abogado, pues como eje central de la audiencia, a pesar de que las partes proponen los hechos, como juzgador está obligado a conocer la ley

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