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Equidad Y Sociedad Justa


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2012  •  2.517 Palabras (11 Páginas)  •  2.183 Visitas

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LA EQUIDAD

La equidad tiene un valor intrínseco porque es un requisito para las capacidades, las libertades y los derechos de las personas. La equidad es una piedra angular de los valores sociales: la norma en que una sociedad trata a sus miembros menos favorecidos refleja el valor que confiere a la vida humana. EN UNA SOCIEDAD JUSTA, la equidad debiera considerarse un imperativo moral y una obligación legal social.

Solamente destacando las desigualdades es posible revertirlas. Esta batalla por la equidad puede ser a menudo frustrante, ya que el desarrollo no conoce límites. Mientras más te mueves por su camino, tanto más quieres seguir recorriéndolo. No se puede culpar a la gente por tratar de unirse a aquellos que se encuentran mucho más lejos del camino en el que ellos están. Es parte de la naturaleza humana. Las injusticias, sin embargo, tienen que verse a través de los ojos de los que están más alejados del camino. Pero no debemos dejar que triunfe la injusticia.

Equidad e igualdad son dos principios estrechamente relacionados, pero distintos. La equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. En definitiva, la equidad nos obliga a plantearnos los objetivos que debemos conseguir para avanzar hacia una sociedad más justa. Una sociedad que aplique la igualdad de manera absoluta será una sociedad injusta, ya que no tiene en cuenta las diferencias existentes entre personas y grupos. Y, al mismo tiempo, una sociedad donde las personas no se reconocen como iguales, tampoco podrá ser justa.

Hoy en día, el aumento de las desigualdades en nuestro planeta en el acceso de los países y las personas al uso y disfrute de los recursos, lleva a plantear los objetivos de equidad como sustanciales al desarrollo.

SOCIEDAD JUSTA

Una sociedad justa ha de ser aquella en la que las posibilidades de realización de la condición humana se den en el marco de la igualdad, la libertad y la solidaridad entre sus miembros. Bajo estos supuestos, la dinámica misma de la justicia ha de llevar a los hombres a pasar de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas, y es entonces cuando podrá decirse que una sociedad se ha transformado en el verdadero sentido de un desarrollo que no se confunde con las ambigüedades de un simple crecimiento económico.

LA EQUIDAD Y LA IGUALDAD, DIFERENCIA ENTRE AMBOS

La equidad es distinta al concepto de igualdad. No significa una distribución igual de recursos, sino una distribución diferencial, de acuerdo con las necesidades particulares de cada sexo.

Es relevante diferenciar entre equidad e igualdad, debido a que suelen ser utilizados como sinónimos, siendo conceptos distintos.

La equidad es la cualidad por la que ninguna de las partes es favorecida de manera injusta en perjuicio de otra.

Es considerada una virtud que nos hace dar a cada cual lo que le pertenece. Es la respuesta que se le otorga a una necesidad o situación, de acuerdo a las características propias de la persona a quien va dirigida la acción, sin ningún tipo de discriminación.

El concepto de equidad implica el aumento de las capacidades, las habilidades, la redefinición de los derechos de las personas y el respeto a las diferencias y a la cultura.

La equidad de beneficios consiste en el impacto final que tienen los esfuerzos de desarrollo sobre ambos géneros, es decir, que los resultados sean de igual acceso y provecho tanto para mujeres y hombres.

La igualdad de oportunidades no quiere decir que ambos géneros gocen de los mismos resultados, debido a factores sociales que impiden a ciertos grupos, particularmente a las mujeres, beneficiarse de forma plena de las oportunidades que se les presentan.

EQUIDAD Y GÉNERO

La equidad de género es la capacidad de ser equitativo, justo y correcto en el trato de mujeres y hombres según sus necesidades respectivas. La equidad de género se refiere a la justicia necesaria para ofrecer el acceso y el control de recursos a mujeres y hombres por parte del gobierno, de las instituciones educativas y de la sociedad en su conjunto.

La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como mujeres y hombres, representa la igualdad de oportunidades en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea este social, cultural o político. Es en este último donde es necesario que la mujer haga valer su lugar, sus capacidades y sus conocimientos, su voto, su voz. En el terreno económico, es también de vital importancia lograr la equidad de género, ya que si a la mujer se le restringe el acceso al campo productivo, al campo laboral o al campo comercial, se genera pobreza. En el caso de mujeres estudiantes y trabajadoras, las madres solteras que son el pilar de la familia, ¿Qué pasa si no tienen una fuente generadora de ingresos? Se restringe la educación, el esparcimiento, la recreación, la salud y sobretodo la alimentación.

Actualmente la desigualdad de géneros es una problemática que los gobiernos y organismos nacionales e internacionales tratan de erradicar, pero si bien es cierto que se han tenido grandes avances en el tema, también es cierto que cada día surgen nuevos sectores donde la desigualdad de género, de etnia y de clase social obstaculizan el crecimiento económico y el desarrollo social y humano.

EQUIDAD Y EDUCACION

La gran mayoría de los estudios orientados a esclarecer la relación entre educación y equidad coinciden en centrar la atención en la educación como una condición indispensable para el logro de una sociedad más equitativa. Los argumentos que permiten pensar a la educación como una instancia previa a la equidad, como su condición de posibilidad, son muy diversos, y se pueden mencionar aquí dos de los más contundentes. En primer lugar, se sostiene que quienes no tienen acceso a la educación carecen de aquellas competencias que habilitan para una inserción laboral exitosa. Como consecuencia de ello, estos sujetos excluidos del sistema educativo son además marginados respecto del principal mecanismo social de distribución de la riqueza - el mercado de trabajo – consolidando así uno de los modos de reproducción de las desigualdades en nuestras sociedades. Con esta visión, fuertemente arraigada en enfoques que enfatizan en la centralidad de los recursos humanos, convive aquella que sostiene que quienes no acceden a una educación de calidad tienen limitadas las posibilidades de un pleno ejercicio de sus derechos y de participación en la sociedad, lo cual se traduce en un debilitamiento

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