Estrategia Ndidáctica. Lectura Socializada Interrumpida. Enfoque Sociocultural E Histórico De La Lengua Y La Literatura.

NATACHA CASTRO

La lectura socializada interrumpida, una estrategia didáctica para la enseñanza de competencias lectoras.

El solo contacto con las obras literarias no es suficiente para producir lectores realmente duraderos, es decir que ni siquiera las ficciones de gran prestigio, son suficientes para mantener a los niños y jóvenes interesados durante mucho tiempo en la lectura. Sin embargo, en las prácticas escolares, existe una tendencia a considerar que las obras fricciónales poseerían un carisma propio que generaría gusto por la lectura y una apropiación mágica de la misma. Esta idea, fundada en la histórica e “incuestionable” legitimidad del tradicional canon literario escolar, conlleva una reducción de la figura del lector a la de alumno poseedor de un espíritu libre, receptáculo natural de la luz de la literatura. Por lo tanto, la lectura es entendida como un deber del estudiante, un deber para con la cultura legítima. El docente, por su parte, funciona prescribiendo y proscribiendo, reforzando a través de su discurso autorizado, la legitimidad del texto y la lectura unívoca.

Jean Marie Privat, nos advierte que estas prácticas no son efectivas, ya que no conservan a los lectores después de que han cumplido con el deber exigido por la escuela, porque el encuentro con la literatura no es ni natural ni a problemático, más bien todo lo contrario, es de carácter conflictivo y social, el lector no es simplemente un alumno, sino un sujeto polimorfo que se vincula de una manera popular y juvenil con los textos; que realiza múltiples interpretaciones; que lee obras que el canon escolar no contempla e incluso contradice; que tiene deseos, gustos, intereses y motivaciones diversos; en definitiva, que se conecta con el universo literario y se apropia de la lectura de manera disímil y nunca exenta de desigualdades.

En este sentido, la LECTURA INTERRRUMPIDA SOCIALIZADA, es una práctica que consiste en leer en clase, textos literarios o textos difíciles, en voz alta, procurando que todos los alumnos sigan la lectura al mismo tiempo y no se adelanten a ella. La idea es que todos puedan realizar hipótesis acerca de lo que sucederá a medida que avance el texto y que puedan también justificar esas anticipaciones en el soporte leído

NATACHA CASTRO.

hasta el momento. Así pues, esta actividad, resulta sumamente propicia para dejar emerger al lector diverso porque por un lado, limita el poder docente de legitimar una sola lectura posible, y por otro lado, deja emerger al lector más real y menos idealizado, porque facilita escuchar una multiplicidad de interpretaciones y de lecturas posibles acerca de un mismo texto; porque en cada interpretación subyacen las experiencias de cada niño y joven a partir de las cuales le dan sentido a los textos; porque habilita relacionar una lectura con otras realizadas anteriormente; porque posibilita la apropiación compartida de un bien cultural a través del debate, la argumentación, el intercambio de opiniones, las risas, las expectativas, ansiedades; etc.; porque es una

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