Experiencia De Lo Sublime

Se agudizan los sentidos, abren los pulmones e inspira hasta el último aire del lugar más recóndito. Pensar en lo infinito, la esperanza de la continuidad de los sentimientos como el desconocimiento del fin del universo. El que el alma humana se irrite con la alteración de uno de sus sentidos, o todos, es engendrado por un ser extraordinario que resalta por la capacidad de hacer algo que no se le ocurrió a otro. A este individuo insólito le hemos llamado artista, causal del éxtasis producido al espectador más allá de su racionalidad, o incluso motivo de dolor por ser imposible de asimilar.

En primera instancia el hombre prehistórico fue capaz de crear obras de gran carácter expresivo y perfecto como las pinturas rupestres de Altamira. Este desconocido artista creó objetos que cumplían funciones específicas pero también eran decorados instintivamente y no de manera comercial, sino que personal y así le daban valor a utensilios, vestiduras, hogares y armas.

De este modo podemos considerar al arte como el lugar donde se produce la verdad humana, como un juego causado por la tendencia de los hombres de representar movimiento y libertad. Por esto puede sostenerse que no existen límites para expresarse, pues si profundizamos en la normas de la vida no existe institución que nos prive totalmente de la libertad , no se la podemos otorgar o arrebatar a nadie ya que va unida a la esencia del alma, nuestra única pertenencia intransferible.

Retomando la línea de tiempo del arte nos encontramos con obras como La Afrodita de Cnido que fue esculpida por Praxíteles en el siglo IV a.C. que aunque puede parecer a simple vista una escultura clásica más, en realidad se trata de la primera estatua de una mujer completamente desnuda en tamaño natural, luego los dibujos de anatomía del renacimiento como los de Leonardo da Vinci que son tomados por la ciencia para el estudio de ésta, y como último ejemplo se puede mencionar un gesto artístico radical que cambió la definición de que es el arte y amplió sus límites, la Fuente de Marcel Duchamp quien se reveló con ironía contra los cánones artísticos establecidos.

A lo anteriormente dicho se suma que el artista puede considerarse como la primera obra de arte que causa la experiencia sublime de antaño, llamada creación, a su mismo autor, que en cualquiera de los casos podría ser el Dios de cada uno. Así se establece la materialización de los sentimientos llamada arte que se rompe cada vez que un artista causa la revelación de una nueva verdad, considerando ésta como la estrecha relación entre las emociones del artista con su obra, de manera que si ello se refleja fielmente se puede estimar a cualquiera como artista, que por supuesto no siempre será reconocido.

Tal es la libertad de este lenguaje que existe una variedad temática e intencional infinita, como es el caso que plantea Oswaldo Guayasamin: “Mi pintura es para herir, para arañar y golpear en el corazón de la gente”. Las obras de arte emocionan, enfurecen, enamoran, alegran, enternecen, entristecen, hacen llorar y reír al espectador así como lo hacen los pensamientos y verdades humanas pero en forma material.

Estos hitos demuestran que este leguaje específico capaz de ser decodificado es el medio más amplio de expresión con una gran variedad de interpretaciones. Podemos considerarlo también como el conocimiento del hombre así tal como lo son la filosofía o la ciencia. Al compararlo con estos dos estudios podemos definir al arte como la filosofía de la ciencia inexacta… pues esta disciplina va más allá de un estudio o pensamiento,

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