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Factor Económico MERLE, Marcel, "Sociología De Las Relaciones Internacionales"


Enviado por   •  9 de Octubre de 2012  •  2.179 Palabras (9 Páginas)  •  1.315 Visitas

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I. La carrera por la riqueza.

La carrera por las riquezas ha alimentado siempre los sueños y los combates de los hombres. Hay que valorar lo efectos:

1.- La primera explicación pertenece, a la aceleración prodigiosa del crecimiento y a la elevación del nivel de vida que ello a puesto. Las revoluciones industriales que se sucedieron desde finales del siglo XVIII transformaron progresivamente las condiciones de vida que se abrieron para gran parte de la población, dándoles esperanza y la posibilidad de un cambio radical de su existencia material.

2.- El progreso de las comunicaciones, en particular de los mass-media, han popularizado universalmente el modelo de una sociedad industrial perfeccionada que sirve actualmente de punto de referencia y de punto de mira a la mayor parte de la humanidad.

3.- Hay que tener en cuenta los progresos generalizados de la educación y de la conciencia política haciendo que la población empieza a exigir más y esto contribuye a orientar la acción de los gobernantes en el sentido de un progreso social que no puede alcanzarse ni mantenerse sin una rentabilidad creciente del aparato económico.

Una nueva jerarquía de prioridades en el plano de las relaciones internacionales: el factor económico se ha convertido en una meta prioritaria y constituye a un arma temible en la competición internacional.

1. La riqueza como meta

El crecimiento económico se ha convertido en un imperativo absoluto para las sociedades contemporáneas: ningún gobierno puede descartarlo.

Los países industrializados del mundo capitalista deben mantener un índice de crecimiento regular y suficientemente elevado para satisfacer las reivindicaciones de las distintas categorías sociales y asegurar la perpetuidad de su sistema. Cualquier flaqueza puede ser fatal.

Los países socialistas deben rivalizar en el campo de la eficacia y del rendimiento, con los países capitalistas para justificar la existencia de su propio sistema.

Los países no industrializados estás evidentemente obsesionados por el objetivo de su crecimiento y conceden la prioridad al problema del desarrollo de su economía.

En la actualidad, la jerarquía de los Estados se establece a partir de criterios económicos y su éxito se mide según los índices que reflejan la actividad económica del país con relación a los países vecinos.

Las organizaciones internacionales, cada vez están más dominadas por la solución de los problemas económicos.

Los Estados defienden celosamente sus prerrogativas y sus ambiciones. Los esfuerzos de cooperación económica, por medio de los mecanismos institucionales, sirven la mayoría de las veces, para consolidar la situación de los Estados que para preparar su debilitamiento.

2. La riqueza como arma

Es fácil comprender por qué y cómo la detención y la manipulación de la riqueza, constituyen unas armas en la competición internacional. Ya que sirven en primer lugar, para consolidar y ampliar la riqueza adquirida.

Todos los medios son buenos para valorizar la situación económica de un Estado con respecto a los demás. La presión de las coacciones económicas es tan grande que incluso incita a los Estados a conductas suicidas, como la venta de armas; el mantenimiento, a corto plazo, del empleo y del equilibrio de la balanza de pagos sirve de cobertura a una operación que, a largo plazo podría volverse contra los que sacan de ella unos beneficios inmediatos.

El arma económica interviene también como un medio para consolidar el poder militar y la influencia política.

La riqueza no es solamente una meta que se disputa; el poder económico y financiero constituye un objetivo de primer orden en la competición permanente a la que se entregan los Estados y los sistemas a que pertenecen estos Estados.

II. Las rivalidades entre sistemas económicos.

Cada Estado defiende individualmente sus intereses frente a todos los demás; se ha comprobado que esta ley de la jungla subsiste a pesar de la proliferación de organizaciones internacionales. A través de los intercambios internacionales se anudan entre los distintos Estados, lazos de solidaridad y se crean también unos antagonismos que enfrentan a varios sistemas económicos.

La propiedad privada no rige únicamente la estructura del poder en el interior de cada una de las sociedades políticas; afectan a las modalidades de los intercambios internacionales y, a través de ellos, a la distribución del poder y de la influencia.

Los Estados del mundo pertenecen efectivamente a 3 sistemas económicos cuyas propiedades y capacidades de desarrollo son muy diferentes las unas de las otras. Es preciso identificar estos sistemas antes de analizar las relaciones que se establecen entre ellos.

1. Identificación de los sistemas económicos

a) El sistema capitalista

La expansión del capitalismo tropieza desde 1917, y sobre todo, desde 1945, con la emergencia de un bloque “socialista”.

El sistema capitalista reagrupa a los Estados que se mantienen fieles a la propiedad privada de los medios de producción y favorables a la iniciativa privada en el campo económico; estos principios se acomodan perfectamente, en numerosos países, con medidas parciales de nacionalización, con recurso a técnicas de planificación y con dirección socialista al frente del gobierno. Los criterios que permiten identificar y reagrupar estos países son el alto nivel de desarrollo y la aceptación de la libertad de intercambios con los demás países.

b) El sistema socialista

La característica común de los países socialistas es la colectivización de los medios de producción y de la gestión de la economía. Esta solución implica, al nivel de las relaciones exteriores, el monopolio absoluto del comercio en beneficio de los organismos del Estado y el control absoluto de los intercambios.

Se puede discutir todo lo que se quiera de los respectivos méritos de los dos sistemas, capitalista y socialista, en el plano de la justicia social; pero, en el plano de la eficacia, el desafío de las economías socialistas no parece de naturaleza tal que ponga en peligro la dominación de los países capitalistas… salvo que se utilice contra ellos la mano de obra representada por los países subdesarrollados.

c) Los países subdesarrollados

Estos países pertenecen en su mayor parte a regímenes que fueron colocados

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