Habermas: Opinión Pública

Habermas y su miscelánea de conceptos

La transformación de conceptos como: público, privado y publicidad a través del tiempo es un tema interesante de analizar, puesto que frente a un lector que entiende éstos desde una perspectiva totalmente diferente, puede resultar complicado, al no estar familiarizado con el contexto referido. Y es que, tengamos en cuenta que el autor desde el entorno en el que fue escrito (1920) y al que hace referencia (S.XVII y S.XVIII) puede resultar difícil de entender.

No obstante, resulta indispensable conocer el origen de términos que serán “materia prima” de la asignatura “Opinión Pública y Propaganda”.

El primer punto a resaltar en el texto, es la utilización de los conceptos “público” y “privado” desde épocas remotas como lo son la Antigua Grecia y la Edad Media, ya que lo llamado “privado” se ligaba a personas distinguidas y por ende con derechos y privilegios, que al mismo tiempo eran los que llevaban “asuntos públicos del Estado”.

Puede resultar familiar actualmente, puesto que no es muy distinto a la realidad en la que vivimos. Inmersos en un doble discurso, la clase política es considerada “personas públicas” por el hecho de servir al país, mientras que si son expuestos cometiendo algo ilícito fuera de lo que es considerado “público”, no se puede hacer nada al respecto porque ya viola su vida personal.

Este punto no es muy lejano a los llamados “video escándalos” en México en 2005 donde funcionarios públicos eran sorprendidos, cometiendo diferentes delitos y que aunque no fueron hechos dentro de su trabajo como servidores públicos, si fueron expuestos y sacados a la luz, formando parte así del dominio público.

O bien, al intenso acoso por parte de algunos medios de comunicación en saber la vida privada de personas públicas, por sentir que es una obligación de éstas mostrarla. O por otro lado, el interés de personas públicas, en dar a conocer su vida personal (por mero gusto o estrategia de algún tipo).

De este modo, otra cuestión que me pareció importante resaltar del texto, fue la idea del autor en cuanto a “publicidad representativa”, ésta encargada en (como su nombre lo indica) “representar a sus miembros en la sociedad” no como representantes de organizaciones privadas, sino del interés colectivo. De esta manera las decisiones, supuestas como bien común, no se ponen en discusión por los grupos que no pertenecen a la esfera del público.

La “publicidad” para Habermas comienza en la Edad Media, donde los nobles exponían para el resto del pueblo. En otras palabras, la publicidad era donde se creaba la opinión pública. Este término como ya hice referencia anteriormente, resulta difícil de comprender al tener una idea totalmente moderna de cómo el autor la llama, de la “publicidad burguesa”

La esfera pública

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