Impacto De Remesas

Capítulo I

Marco Conceptual

1.1 Antecedentes

Aunque las migraciones siempre han existido, no cabe duda que se han fortalecido en los últimos 50 años, con la ampliación del comercio mundial y los cambios en la geografía económica. Pero en la década pasada, además, ha habido una dinámica más intensa. Esto se debe principalmente a que la economía estadounidense creció de manera ininterrumpida durante poco más de una década, y ello ha generado una elevada demanda de fuerza de trabajo que se ha cubierto en gran medida con los emigrantes de América Latina. La atracción de lograr mejores condiciones económicas ha sido tan fuerte que ha desbordado todas las barreras físicas, legales y políticas que se le han interpuesto. En efecto ha habido factores de rechazo ya que en América Latina, las migraciones han sido una especie de escape contra la creciente pobreza que acecha a estos países. Además, en Centroamérica, la inestabilidad social y los conflictos armados sin duda, han contribuido a la expulsión hacia otros países con mejores condiciones económicas.

Sin embargo, la demanda de fuerza laboral ha sido el factor más dinámico, sobre todo en los últimos años. Los cada vez mayores flujos de emigrantes latinoamericanos, en especial de Centroamérica, responde al fenómeno de globalización que tuvo un impacto indudablemente en el mercado laboral. Una vez establecido este mercado y las redes sociales que lo sustenta, los flujos de migración tienden a moverse más en función de la demanda que de la evolución económica del país de origen. Por consiguiente, en el futuro dichos flujos también serán influidos por los ciclos de la economía estadounidense.

En este marco puede preverse que las remesas seguirán aumentando en la medida que crezca la economía mundial y en especial, en el caso de Centroamérica, la de los Estados Unidos. En el Salvador y Guatemala, donde el monto de las remesas es ya significativo, el incremento será indudablemente más lento en términos relativos. En cambio, en Honduras y Nicaragua las tasas relativas serán muy elevadas. Como escenario mínimo, se considera que el flujo de remesas se mantendrá en los niveles anuales de la actualidad, lo que arrojaría a Centroamérica más de 21,000 millones de dólares en los próximos 10 años. Esta es una importante cantidad de recursos, sin embargo podrían darse algunas disminuciones del volumen global de remesas, debido al endurecimiento de las políticas migratorias que aplica el gobierno de Estados Unidos; pero la demanda real de trabajos del tipo que realizan los emigrantes de esta región muestra una tendencia clara al aumento en el largo plazo en aquel país, y será difícil que se encuentren fuentes sustitutivas eficiente para atender dicho crecimiento.

El Salvador continúa siendo, con gran diferencia sobre el resto, la principal economía centroamericana en recepción de flujos de divisas procedentes de remesas de emigrantes. En el año de 1998 dicho país casi duplicaba las remesas recibidas por los otros tres países en conjunto. Esto significa un monto de 188 dólares por habitante, que sobresalía claramente frente a 33 dólares en Guatemala, 22 en Honduras y 23 en Nicaragua. En Guatemala, las remesas familiares cobran relevancia a partir del presente decenio. Durante los ochentas no llegaron a representar ni 1% del PIB; crecen consistentemente a partir de 1989 y llegan a 4% en 1998. Con todo, en relación con las exportaciones de bienes, la importancia del flujo de remesas puede considerarse significativa, ya que desde 1994 han representado año tras año 15% de esa variable y la cifra crece en la medida que los precios mundiales del café bajan como en este momento. Como se mostró en el período de 1993-1994 en el que los precios internacionales del café estuvieron bajos, las remesas familiares equivalían a más de 70% del ingreso de divisas por las exportaciones de dicho producto y en 1998 alcanzaron el 73% por el mismo concepto.

Desde el punto de vista del cierre de la brecha comercial, el ingreso de remesas se ha vuelto también importante, por cuanto alcanzó una magnitud de entre 27% y 47% a finales de los 90´s. Debido a que Guatemala es un país de bajo nivel de exportaciones por habitante, una situación del ingreso de divisas por transferencias familiares del orden obtenido en los años noventa, puede transformarse en el mediano plazo en un elemento de preocupación para el funcionamiento macroeconómico, de características parecidas al que se manifiesta hoy día en el Salvador. El caso salvadoreño, muestra que los ingresos provenientes de remesas familiares se canalizan al consumo lo cual ejerce presión hacia el aumento de las importaciones, situación que agrava la brecha de déficit comercial que trae consecuencias negativas a las economías dependientes de exportaciones. Como ejemplo se puede tomar el coeficiente de consumo global (relación entre el consumo total público y privado, y el producto interno bruto). El coeficiente de consumo global ha tenido la preocupante evolución de los cuatro países centroamericanos (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua). Entre más alto el coeficiente, menor es la propensión al ahorro y mayor la propensión al consumo.

Es deseable y recomendable que las remesas familiares se canalicen al ahorro y a activos financieros negociables, situación que contribuiría a mejorar y edificar el patrimonio de los grupos de bajo ingreso familiar, y por otro lado a crear un escenario macroeconómico más apropiado para la generación de empleos, a través de los encadenamientos que se dan desde lo financiero al sector real de la economía. Se ha demostrado que el influjo de remesas afecta directamente la producción de los sectores de servicios comunales, sociales y personales, así como la construcción y alquileres de vivienda por lo que es preciso focalizar este sector y promover su desarrollo.

Datos de la población a investigar

El municipio de Mazatenango se encuentra localizado en la parte centro occidental del departamento de Suchitepéquez, limita al Norte con San Francisco Zapotitlán y Samayac; al Sur con el Océano Pacífico; al Este con Santo Domingo, San Lorenzo, San Gabriel y San Bernardino y al Oeste con Cuyotenango, todos del Departamento de Suchitepéquez.

Es la ciudad más importante a nivel departamental al ser esta la cabecera y una de las ciudades más grandes de la costa sur occidental del país. Tiene una extensión territorial de 356 kilómetros cuadrados y las coordenadas de ubicación relacionadas con el Parque Central son 140 32´ 04” Latitud Norte y

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