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La Maestria Del Amor Resumen


Enviado por   •  27 de Abril de 2012  •  2.734 Palabras (11 Páginas)  •  24.951 Visitas

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El libro Maestría del amor de Miguel Ruíz me pareció interesante desde el título, por esto lo elegí para leerlo.

Al inicio comienza con una breve reseña acerca de los toltecas, menciona que ellos eran mujeres y hombres de conocimiento, ellos fueron artistas y científicos que fueron llamados naguales.

Ante la conquista se vieron forzados a esconder su sabiduría pero sus conocimientos se conservaron y transmitieron en secreto. Miguel Ruíz que es de descendencia nagual ahora explica las enseñanzas de esta raza.

En la introducción cuentan una historia que me pareció bastante interesante y me dejo una gran lección, habla de un maestro que andaba por las calles predicando del amor, sus palabras eran tan bellas que un hombre sintió la necesidad de invitarlo a su casa, el lo invito a pesar de saber que era un hombre muy ocupado y que era muy posible que no fuera, para su sorpresa él accedió, el hombre fue a su casa a preparar todo para la llegada del maestro, hizo una cena deliciosa con vino y le preparo una vestimenta hermosa para obsequiársela, pero el maestro no llego, aunque en su lugar llego una mujer con hambre y el le dio de comer, llego un niño con frio y el le dio la ropa, fue entonces cuando se percato de que el maestro había enviado a esas personas para darle una lección, el dar lo mejor de sí a los demás es amor.

En el primer capítulo del libro llamado “la mente herida” nos menciona que todos somos maestros y tenemos el poder de crear y dirigir nuestra propia vida. Tenemos el poder de crear y ese poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidamos creer se convierte en realidad. Tenemos la capacidad de crearnos a nosotros mismos, sea lo que sea que creamos que somos. Toda nuestra realidad, todo lo que creemos, es fruto de nuestra propia creación.

Tenemos que aprender a practicar el amor, ya que los humanos tenemos un grave problema, un freno que se llama miedo. Nuestro cuerpo emocional está lleno de heridas infectadas por el veneno emocional; la enfermedad del miedo se manifiesta a través del enfado, del odio, de la tristeza, de la envidia y de la hipocresía.

Los seres humanos vivimos con el miedo continuo a ser heridos y esto da origen a grandes conflictos dondequiera que vayamos. Debido al miedo que los seres humanos tenemos a ser heridos creamos un gran sistema de negación, nos convertimos en unos perfectos mentirosos, nos mentimos a nosotros mismos e incluso nos creemos nuestras propias mentiras. El sistema de negación es como un muro de niebla frente a nuestros ojos que nos ciega y nos impide ver la verdad. Es como una máscara social que creamos porque resulta demasiado doloroso vernos a nosotros mismos o permitir que otros nos vean tal como somos en realidad.

El sueño del infierno, desde la perspectiva tolteca significa que todo lo que creemos de nosotros y todo lo que sabemos de nuestro mundo es un sueño. Hemos aprendido a soñar el infierno en nuestra propia vida. Todos creamos un sueño personal pero los seres humanos que nos precedieron crearon un gran sueño externo que incluye todas las normas de la sociedad, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y sus diferentes formas de ser, esto es lo que los toltecas denominan el mitote. Lo que nosotros somos en realidad es puro amor.

Pone como ejemplo a los niños, que simplemente aman sin miedo a que los lastimen, y precisamente por eso son tan felices, viven el momento, no se avergüenzan del pasado y no se preocupan por el futuro. Los niños pequeños expresan lo que sienten y no tienen miedo a amar.

Pero cuando crecen y ven como se comportan los adultos les nace la necesidad de ser aceptado y comienzan a tener miedo a ser rechazados.

Pero todas esas falsas imágenes que intentamos proyectar provocan un gran sufrimiento en muchos seres humanos.

En el capitulo 2 que se llama “La pérdida de la inocencia” dice que los humanos somos sensibles, percibimos todas las cosas a través del cuerpo emocional. Siempre que sentimos miedo es porque alguna cosa no va bien. La energía emocional que impregne nuestro hogar sintonizará nuestro cuerpo emocional con esa frecuencia. jugamos al juego del Sueño externo y perdemos inocencia, libertad, perdemos nuestra felicidad y nuestra tendencia a amar.

El sentido de la injusticia es como un cuchillo que abre una herida emocional en la mente. El veneno emocional se acumula y la mente empieza a jugar con él. Poco a poco perdemos nuestra inocencia; empezamos a sentir resentimiento, y después, ya no perdonamos más. La timidez es el miedo a expresarse uno mismo.

Los seres humanos utilizamos el miedo para domesticar a otros seres humanos; cada vez que experimentamos una nueva injusticia, nuestro miedo aumenta. El sentido de la injusticia es como un cuchillo que abre una herida en nuestro cuerpo emocional.

El veneno emocional se genera a partir de la reacción frente a lo que consideramos una injusticia. Algunas heridas se curarán, pero otras se infectarán con más y más veneno. Al captar la atención, la energía va de una persona a otra. En todo el mundo las personas van continuamente a la caza de la atención de los demás, y cuando la capturan, crean canales de comunicación.

Normalmente, nos liberamos del veneno traspasándoselo a la persona que creemos responsable de la injusticia, no se tiene en cuenta la justicia; sólo queremos deshacernos de él, queremos paz. Esa es la razón por la que los seres humanos andan siempre detrás del poder, porque, cuanto más poderoso se es, más fácil resulta descargar el veneno sobre los que no pueden defenderse.

Nadie es culpable por comportarse de manera abusiva con los demás. En nuestra mente hay una parte, creada por nosotros, que siempre está juzgando.

Nos juzgamos a nosotros mismos de manera continua y juzgamos incesantemente a los demás basándonos en nuestras creencias y en nuestro sentido de la justicia y demás estén equivocados. Intentamos proteger la imagen que queremos proyectar al exterior. hemos crecido con una imagen de perfección que no se corresponde a la realidad. Intentamos complacer y nunca seremos perfectos. rechazamos nuestra propia humanidad, debido a esa imagen de perfección nos sometemos a un alto nivel de maltrato personal.

En cuanto al capitulo 5 llamado el hombre que no sabía amar habla de un hombre que tras varias decepciones decidió que el amor no existía; lo que decía era que el amor es como una especie de droga; te exalta, pero a su vez crea una fuerte dependencia, por lo que es posible convertirse en un gran adicto a él. Un día, este hombre salió a dar un paseo por un parque, donde se encontró, sentada en un banco, a una hermosa mujer que estaba llorando, ella

lloraba

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