La Oratoria

INTRODUCCION

En esta ocasión, abordaremos uno de los temas quizá más fascinantes de la historia humana.

Hablar con éxito de principio a fin. La comunicación oral es una parte de la vida diaria.

Hablamos frecuentemente, saludamos a las personas. Expresamos nuestras opiniones, ofrecemos información, hacemos preguntas, podemos tratar de persuadir a algunos para que acepten nuestros puntos de vista o hagan alguna cosa. Qué tan bien verbalizamos en todo momento y en las personas causan impresión algunas de nuestras ideas y finalmente, cómo ser exitosos en la vida.

En otras ocasiones, hablando con una, dos o más personas, podemos estar nerviosos e incómodos. Podemos sentir miedo al hablar o hacer alguna tontería o tal vez, desilusionar a su público. Estas son inquietudes normales y, con algo de esfuerzo, se pueden superar. Se puede aprender a organizar y presentar ideas con lógica y convicción y al hacer esto, desarrollar la autoconfianza, lo que le permitirá manejar cualquier situación hablando con facilidad.

Consiste en aquel don de la oratoria, llamada también arte, ha estado sujeto a transformaciones, desde la Antigüedad, hasta nuestros días.

Es conocido por todos el poder de convicción que ejercen los gobernantes. Resulta una obligación el ser un buen orador para obtener los fines interés, en un mundo de transformación constante.

La Oratoria, resulta, uno de los elementos fundamentales en la unificación de criterios, la comprensión, convencimiento, y el estímulo de las masas.

La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, beneficiará de grandes satisfacciones para su realización. La vida tendrá un nuevo sentido si se sabe aprovechar de manera efectiva.

En la actualidad, se ha dado mucha mas soltura al aprendizaje de la oratoria, es más común hoy en día ver mayor opción u oferta de cursos y talleres destinados a su práctica y enseñanza. Sin importar carrera u oficio un buen orador es siempre muy apreciado.

El poder de la palabra, el arte de saber hablar, hablar elocuentemente, persuadir y mover el ánimo mediante la palabra. En fin, nuestro mundo exige una comunicación más clara y precisa, solo aquellos que son capaces de hacerlo tienen el éxito asegurado.

1. LA ORATORIA – DEFINICION

La oratoria como estructura del discurso es un fenómeno del que ya eran consientes los antiguos griegos y romanos para los cuales la transmisión oral de información y de saberes era de suma importancia. La oratoria no era entendida como una capacidad con la cual algunos individuos dotados nacían, si no que era algo que debía estudiarse y perfeccionarse de modo permanente. Para lograrlo, la participación activa en discursos, diálogos y exposiciones era esencial. Tanto Aristóteles como Cicerón son recordados como ejemplos claves de este tipo de comunicación griega y romana respectivamente.

En términos generales la oratoria es descrita como la capacidad para hablar y exponer un punto de vista en público de modo claro, atractivo y comprensible.

La palabra ‘oratoria’ proviene del término latino orare que significa ‘hablar o exponer en público’.

Las habilidades oratorias de una persona son extremadamente importantes cuando de convencer, persuadir o atraer al público se trata, y es por esto que son especialmente trabajadas por políticos, publicistas, líderes empresariales, figuras públicas y del entretenimiento, docentes, etc.

El objetivo de la oratoria suele ser persuadir; por eso, se diferencia de la didáctica (que busca enseñar y transmitir conocimientos) y de la poética (intenta deleitar a través de la estética).

2. LA IMPORTANCIA DE LA ORATORIA

Saber algo no es lo mismo a saber decirlo. Esta es la importancia del buen uso de la comunicación oral. De los grandes jefes que condujeron pueblos o dejaron huella en la historia, han habido algunos ciegos y algunos sordos; pero nunca un mudo. Cualidad de un líder, quien convencerá, guiara y animara.

En los negocios o cualquier otra actividad de interrelación, la forma en que hablemos, en que nos comuniquemos, será el patrón por el cual se nos juzgará, se nos aceptará o rechazará.

Hablar con orden, con claridad, con entusiasmo, con persuasión; en resumidas cuentas, con eficacia, no es un lujo sino una necesidad. El 90% de nuestra vida de relación consiste en hablar o escuchar; sólo el 10% en leer o escribir. El mensaje debe ser claro, no confundir al oyente y observador.

Si la imagen que queremos dar de nosotros mismos es de una persona que sabe adónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gentes, el lenguaje es el principal instrumento que se deberá utilizar para transmitir esa imagen a quienes nos rodean.

Hay que saber hablar para ser escuchado. Lo notable es que el hecho de tener que hablar ante extraños, o en una simple reunión de trabajo, no parece ser una tarea sencilla, a la que la mayoría de las personas considere como fácil, se requiere de una fuerza interior y convicción en si mismo, para de alguna manera convencer a los demás.

Resulta que es una de las cosas que más intimida o genera temor para muchos, el hablar en público puede producir una sensación de exposición y vulnerabilidad ante los demás, muchas veces personas totalmente extrañas que observan y analizan cada palabra escuchada.

El buen discurso es un medio de servicio para los semejantes, y es una tarea ardua.

Hay que reconocer también que quien dice un discurso asume una gran responsabilidad. Al margen de otros aspectos, conviene tener presente que una perorata de 30 minutos ante 200 personas desperdicia sólo 30 minutos del tiempo del orador; en cambio, arruina 100 horas de sus oyentes . Es decir, más de cuatro días, lo cual genera más responsabilidad que la que usualmente somos consientes.

3. LA ORATORIA EN EL TIEMPO, ORDADORES QUE DEJARON HUELLA

No podemos precisar la fecha exacta de nacimiento de la oratoria como arte de hablar en público. Algunos historiadores creen, que sus orígenes como especialización del discurso están en Sicilia, aunque todos coinciden que

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