Política Fiscal: Mecanismo Para Controlar La Inflación.

ENSAYO

Política Fiscal:

Mecanismo para controlar la inflación

Al hablar de “tema monetario” cuando nos referimos a inflación, hacemos referencia a la estrecha relación existente entre dinero y precios, pues es este primero el que se considera como el motivo principal del aumento sostenido del nivel general de precios.

Asumiendo como correcta la relación entre dinero y el cambio de los precios en una economía, podemos deducir que será entonces el ente encargado de la política monetaria buscar y aplicar las medidas necesarias para tener cierto control sobre la inflación y evitar que esta afecte de manera negativa a los agentes económicos de una sociedad.

Sin embargo, la inflación es, frecuentemente, uno de los principales dolores de cabeza para las autoridades monetarias que, dependiendo de las condiciones de la coyuntura económica, no obtienen resultados óptimos debido a que sus políticas se tornan ineficaces y rompen con el esquema de que la inflación es un fenómeno meramente monetario. Si este esquema se rompe, ¿qué sucede entonces con las metas de inflación planteadas?

La meta propuesta forma parte de un conjunto de objetivos que poseen las máximas autoridades de un país, que en el caso de Costa Rica son del Poder Ejecutivo, y que dada una situación en que la política monetaria no sea efectiva, pueden hacer uso de otras estrategias para combatir la inflación. He aquí como la política fiscal asume un papel importante como herramienta complementaria para lograr los objetivos del control del aumento sostenido del nivel general de precios y no únicamente como una parte de las finanzas públicas.

La política fiscal tiene como objetivos primordiales la estabilidad y el crecimiento económico, por lo que es factible utilizarla no solo como un instrumento que estimule el desarrollo y el aumento de la producción y el ingreso, sino que permita conseguirlo impidiendo que se manifiesten brechas inflacionarias que distorsionen los resultados deseados.

Es importante identificar las variables sobre las que la política fiscal ejerce acción y como estas pueden ayudar a controlar la inflación. Sin embargo, encuentro necesario identificar primero qué o cuales factores producen inflación y a partir de ello establecer una relación que permita ligar las medidas de política fiscal con las causas de inflación y determinar la eficacia de esta política como instrumento de control.

Comencemos por entender el concepto de inflación. La inflación es, en un sentido amplio, “un proceso en el cual el nivel general de precios aumenta y el dinero pierde su valor” . Es primordial aclarar que el incremento del nivel general de los precios al que se refiere la definición de inflación no es un aumento que sucede en un instante del tiempo, sino, a un crecimiento sostenido en el nivel general de precios. Para comprender mejor la definición, inflación se refiere “a la tasa de crecimiento en el nivel de precios, no al nivel de precios” .

La ecuación del cálculo de la inflación es básicamente una operación del cambio del nivel de precios de un período con respecto a otro, otorgando como resultado una tasa de cambio del índice de precios o tasa de crecimiento del nivel de precios. La fórmula se representa de la siguiente manera:

π = (P_t - P_(t-1))/P_(t-1)

Donde “π” es la tasa de inflación determinada por el cambio entre el nivel de precios del período actual “Pt” menos el nivel de precios de un período anterior “Pt –1”.

Ahora bien, la definición de inflación no solo se refiere al aumento sostenido del nivel de precios, sino también, al aumento en la generalidad de ellos. Al indicar que el aumento se manifiesta en la generalidad de precios, significa que para que exista inflación debe aumentar el nivel de todos los precios de bienes y servicios en una economía, o al menos una gran proporción de ellos. Es por ello que el índice de precios se obtiene del cambio del conjunto de precios de una canasta básica de bienes y servicios, considerados necesarios para la supervivencia del ser humano. El aumento del precio de un único producto o un aumento no continuo en el nivel general de precios no generan inflación ya que son “simplemente una desviación transitoria de su propia tendencia de la tasa de inflación”. A menos que dichas transiciones fueran continuas no se pueden considerar como inflación.

Ahora bien, al inicio se indicó que existe una relación estrecha entre el dinero y la inflación, permitiendo deducir que, dependiendo de la cantidad de dinero que exista en circulación, podría haber o no inflación. Sin embargo, al hablar de dinero, la política monetaria sería la herramienta más adecuada para atacar el problema de inflación, ya que esta tiene un efecto directo sobre la oferta monetaria, dejando en manifiesto la idea de no considerar necesario el uso de herramientas de tipo fiscal para enfrentar un problema de tipo inflacionario. Pero, cuando la existencia de inflación es producto de otro factor que posibilite el exceso de dinero en la economía, ¿podría la política monetaria responder de una manera óptima igualmente?

La política fiscal busca utilizar el presupuesto del gobierno central como el principal instrumento para lograr los objetivos de financiamiento de las actividades del gobierno y el alcance de los objetivos macroeconómicos. Dentro de los objetivos macroeconómicos se encuentra el pleno empleo, el crecimiento económico y la estabilidad en el nivel de precios .

A diferencia de la política monetaria, la política fiscal se aferra de dos vías importantes para conseguir alcanzar las metas planteadas: el gasto público y los impuestos. El primero consiste en la inversión que realiza el Estado por la formación de nuevo capital en términos de estructuras inmobiliarias, carreteras, y cualquier otro tipo de construcción, también para pagar salarios a la fuerza de trabajo del sector público o por el gasto que realiza en bienes y servicios necesarios para solventar las necesidades que tenga el Estado. El segundo método corresponde al instrumento que le permite financiar, en primera instancia, los gastos en los que incurra el Estado. Los impuestos constituyen la vía principal de ingresos que tiene el Estado y pueden ser tanto obligatorios como no voluntarios. Cuando el gasto público es mayor que los ingresos se denomina déficit fiscal o déficit presupuestario.

Identificadas las variables sobre las cuales el Estado puede ejecutar políticas de tipo fiscal, es necesario comprender como estas, ante un manejo inadecuado, pueden ocasionar inflación.

El señor Jorge Corrales

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