Una Abuela Llamada Soberbia

UNA ABUELA LLAMADA SOBERBIA

Erase bajo el alero de una chimenea una abuela y su nieta conversando sobre la vida. La pequeña se encontraba enfadada con su madre porque no tuvo permiso para salir a jugar.

-Abuela encuentro injusto el castigo de mamá, todo es porque no ordené mi habitación. Dijo la niña.

La abuela con sus ojos cerrados sólo escuchaba.

-Tengo mucha rabia abuela, estoy enojada con mi madre. ¡Ojalá hubiese tenido otra mamá! Exclamó la pequeña.

-Su abuela abrió los ojos, miró fija y enternecidamente a su nieta, preguntando:

- ¿Quién no hizo su cama?

- Sollozando la pequeña responde yo abuela.

-¿Quién quiere salir con las amigas?

- Yo abuela, vuelve a repetir

- A veces mi niña, solo en ocasiones para no admitir que nos equivocamos buscamos a quien culpar y así podemos expresar nuestro dolor, que esconde rabia.

¿A quién crees que va dirigida esa rabia? Cuestiona la anciana.

- Entre suspiros y lágrimas pregunta, ¿Es malo sentir rabia, abuela?

Como sintió que su nieta reconocía la emoción solo desde la mente, más no desde el corazón.

Pidió que se levantara del suelo y le fuese a buscar un vaso con agua.

- La pequeña exclama al levantarse ¡Ay abuela, se durmieron mis piernas y siento un pequeño dolor en las rodillas!

Mi niña. Cuando yo tenía tu edad, mi madre era extremadamente estricta conmigo y me enfadaba con ella al igual que tú. Y en ocasiones me dolían las rodillas.

Con el tiempo entendí que ese dolor era por creer que yo era más grande que mamá.

Y mis piernas de tanta rabia que había acumulado comenzaron a cansarse de caminar.

La rabia o el enojo son un sentir como la alegría y el amor, cuando nos alimentamos de cosas que nos duelen, nuestro cuerpo también siente el dolor.

Para nada es malo vivirlas, lo que es negativo es mantenerlas por mucho tiempo dentro de nosotros. Por eso busca el aprendizaje que trae la experiencia y transforma eso que sientes en un regalo para tu vida.

Si te alimentas sanamente con nutrientes derivados del amor. Todo regenerará saludablemente para ti.

Deja esa soberbia para la abuela, construye tú algo más hermoso con tu madre que lo único que desea es que te hagas responsable de tus propias decisiones. Eso a futuro te permitirá alcanzar muchos sueños.

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