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ASPECTOS RELEVANTES DE LA EDUCACIÓN EN LA EDAD MEDIA Y EN LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


Enviado por   •  8 de Enero de 2014  •  2.386 Palabras (10 Páginas)  •  1.829 Visitas

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ASPECTOS RELEVANTES DE LA EDUCACIÓN EN LA EDAD MEDIA Y EN LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La educación es un proceso por medio del cual, el ser humano, aprende diversas materias, técnicas, artes, etc. Mediante la educación, es que el hombre sabe cómo actuar, cómo comportarse ante sociedad, cómo comprender la realidad que le rodea, incluso cómo salir adelante en la vida misma. Es un proceso de sociabilización para poder insertarse en el mundo. Sin la educación, nuestro comportamiento, no sería muy contrario al instinto animal.

La educación siempre ha estado presente en la sociedad, el hombre, por lo regular ha pasado a través de los siglos por diversos sistemas de aprendizaje o enseñanza. A pesar de carecer de teorías pedagógicas, la educación existía como un hecho, en las acciones desempeñadas en la vida diaria o en la vida laboral.

La educación se nos presenta a lo largo de la humanidad, no como un elemento aislado, sino, por el contrario, como una parte de un todo: social, político, económico, religioso, etc. La educación, en cada etapa de la historia, está determinada por el contexto y por las necesidades de la sociedad.

Hablemos del Feudalismo, época durante la cual, el campo empieza a perder los oficios que tenía y los siervos se mudan a las ciudades, buscando riquezas y libertad. Surge una nueva clase social llamada burguesía, detonante de una educación seglar medieval, que dio pié a la consolidación y expansión de los oficios, por medio de los gremios. Fue así como se desarrolló una forma de aprendizaje a través del trabajo o servicio, impartida por tales gremios, en virtud de las exigencias de la vida social.

Podemos definir como gremio a la corporación formada por personas que desarrollan una misma profesión y están regidas por estatutos especiales. El gremio surgió en las ciudades europeas medievales para agrupar a los artesanos que compartían oficio. Al unirse los artesanos podían potenciar la actividad, garantizar un oficio para sus miembros y a su vez dedicarse a la enseñanza de sus labores.

La educación gremial en Inglaterra durante los siglos XVI y XVII tenía un carácter profesional. El alumno comenzaba su educación como aprendiz con un maestro de la profesión. A los quince o dieciséis años termina su educación y adquiere la jerarquía de oficial. La educación se concebía en la forma siguiente: los niños eran apartados de los hogares para ser “educados” en otro hogar distinto y en ese hogar aprendían un oficio y modales.

A partir de los siete o nueve años los niños desempeñan funciones domésticas y de aprendices al interior de esos hogares, y ahí permanecerían alrededor de siete años. Estas condiciones aplicaban a todos los niños en Inglaterra, era un aprendiz o bien un criado, pero la idea era solamente servir al señor, sin excepción de clases sociales, pues entonces, el servir en casa de otro no era sinónimo de degradación o humillación, sino únicamente una situación provisional para cumplir con el periodo de aprendizaje establecido. No ocurrió lo mismo en otras civilizaciones antiguas como Grecia y Roma, en las cuales, cualquier trabajo manual o incluso intelectual, representaba un sinónimo de esclavitud.

Podemos comprender, entonces, que no existía ninguna separación entre la vida privada y la educación, como la hay ahora. Todo el “proceso de enseñanza” era llevado a cabo en el mismo lugar, y en ese lugar se aprendían las técnicas del oficio y los valores humanos que debían poseerse. Hay que hacer mención muy específica de que no existía un proceso de enseñanza, únicamente se daba un proceso de “aprendizaje”. Entonces, las escuelas como tales no se habían formado aún, más que en casos aislados y para clases sociales muy particulares, cómo los clérigos que hablaban latín.

Los niños, además, siempre estaban mezclados con los adultos, pues, como se trataba de formar hombres, se les veía incluso en las tabernas de mala fama.

Durante estos tiempos, no podíamos hablar de un vínculo afectivo entre niño y familia, ya que desde temprana edad, los niños salían del hogar para irse a hogares ajenos, y no volvían al propio hasta ser adultos. Este fenómeno puede entenderse debido a que las familias daban más peso al aspecto moral que al aspecto afectivo.

Si bien es cierto que las corporaciones se originaron para que los maestros artesanos tuvieran cierto poder, también es preciso mencionar que permitieron el inicio de la enseñanza de las profesiones, otorgando así una mayor importancia al aprendizaje. Existía una relación educativa: “maestro-discípulo”, y en éste vínculo, el aprendiz adquiría conocimientos y habilidades propias de una profesión. Pero, se debe tener muy claro que entre el trabajo y el aprendizaje no existía separación alguna, ni tampoco se daban en lugares distintos.

“No existe un lugar separado, distinto del lugar de trabajo de los adultos, donde los adolescentes aprendan. No existe una escuela del trabajo: el mismo trabajo es escuela; pero van creciendo los aspectos intelectuales.” (Manacorda, 1995)

No había en Francia e Inglaterra medieval, un muchacho que pudiera ejercer alguna profesión, si no pasaba obligatoriamente por dicho proceso de aprendizaje, cuyas condiciones se reglamentaban por acuerdos de cada una de las corporaciones. Al interior de éstas, los jóvenes iban aprendiendo lentamente los conocimientos técnicos y prácticos necesarios para dominar el oficio.

En la cuestión de aprendizaje de cada corporación, no podemos afirmar que existiera una pedagogía del trabajo con carácter formal, sin embargo, sí podemos encontrar los inicios del aspecto científico, en relación con el conocimiento de las materias primas, de los procedimientos de elaboración y de los instrumentos.

Es necesario especificar también que al interior de las corporaciones no existía una especialización dentro del mismo oficio, esto era hasta entonces un concepto desconocido. Por el contrario, el adolescente debía aprender la profesión por completo para dedicarse a ello en la etapa de adulto. El tiempo de aprendizaje debía llevarle finalmente al dominio de la misma, dándole al joven la oportunidad de convertirse en maestro, logrando una independencia laboral y social.

El aspecto más importante de este tipo de aprendizaje, es que, el aprendiz no trabajaba en vano, pues siendo adiestrado en algún oficio, iba forjando su propio porvenir, todo dependía del empeño que él pusiera.

Con la llegada de la Revolución Industrial las cosas cambiaron drásticamente. Comenzaron a surgir muchas empresas comerciales e industriales que nada tenían

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