FRAUDE ELECTORAL 2O12

ENSAYO FRAUDE ELECTORAL 2012

INTRODUCCIÓN

Si, en forma de aproximación inicial, se define al fraude electoral como el recurso a actividades clandestinas para alterar los resultados electorales, se esclarecen las causas por las cuales los estudios académicos sobre el asunto no abundan. Asimismo, el fraude constituye un difícil objeto de análisis para los científicos sociales pues las fuentes más copiosas para acometer la labor, así sea de testimonios o denuncias partidistas de chanchullos electorales, no son "fines". Sin embargo aquellos obstáculos no son insuperables; por cierto, una vez reconocida la vida de relevantes superficies del quehacer humano que acostumbran huír a la mirada del científico social y no obstante se les estudia (por ejemplo, la criminalidad y la sexualidad humana), no hay razón para dar por sentado que el fraude es empíricamente inextricable.

En este trabajo se hace una evaluación crítica del diminuto conjunto de estudios donde se discuten los tipos, el tamaño y los componentes determinantes del fraude electoral. Diversos historiadores y científicos sociales han explorado lo cual yo denomino la etnografía del fraude electoral. Los etnógrafos del fraude nos ayudan a comprender cuál es la línea divisoria entre lo adecuado y lo erróneo a los ojos de quienes participan en elecciones empañadas de fraude.

Asimismo, se analizan textos dedicados a evaluar las secuelas o el tamaño y las razones del fraude electoral. Las obras en las que se evalúa el papel del fraude electoral en la política van a partir de afirmaciones de que éste es un evento aislado y aleatorio, hasta afirmaciones de manipulación rampante de votos, tales como en las elecciones presidenciales tanto de 1988 como de 2006 en México.

Si bien el fraude electoral es una plaga que azota los sistemas políticos en bastante distintas latitudes, únicamente se encontraron averiguaciones en inglés, francés o español sobre territorios de los continentes americano, asiático y europeo.

De igual modo, se comentan libros y artículos con información fundamental acerca del fraude electoral, aunque su contenido gire alrededor de temas como el clientelismo, los partidos políticos, las elecciones o el manejo del espacio político formal

Tienen la posibilidad de existir los milagros en unas elecciones, una vez que un candidato que simulaba no perfilarse como ganador termina obteniendo un enorme éxito electoral. Otras veces, dicha sorpresa es tan sospechosa que se finaliza barajando el fraude electoral. El 6 de julio de 1988, Carlos Salinas de Gortari del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Cuauhtémoc Cárdenas del Frente Democrático Nacional se enfrentaron políticamente para la presidencia de México.

Una caída del sistema en el instante en el cual el candidato de un partido distinto al PRI, la formación política que llevaba gobernado el territorio a partir de 1946, hizo que sonaran las alarmas de fraude electoral.

SOLUCIÓN A ESTE SUCESO EN EL 2012

La urna electrónica ha sido usada con resultados vinculantes en Jalisco.

Las urnas electrónicas se convirtieron en una realidad en México a partir de 2011, una vez que la organización mexicana Pounce Consulting desarrolló una de las primeras urnas digitales para los procesos electorales en Jalisco. El Instituto Electoral y de Colaboración Ciudadana de Jalisco buscó la compañía que pudiera realizar aquel plan y, meses luego, el estado se ha convertido en el primero de México en votar con la urna electrónica.

Cada habitante escoge al partido o candidato, asegura su voto y recoge el papel que imprime la urna y que asegura su voto. Con la urna, como es táctil, presionas el botón del partido y automáticamente en la pantalla ves el voto y lo confirmas. Además, la urna electrónica puede llegar a cualquier parte del estado: «Una vez se la llevaron en lancha a un poblado y ahí se conectó vía satelital», rememora Diera.

Por consiguiente, si alguien abriera la puerta de la urna, el evento se registraría y se avisaría a el individuo que corresponde de que se podría estar violando la estabilidad.

Si detectamos por GPS que no está en el sitio indicado, no funciona. Además, una vez que se transmiten los datos se hace en modo encriptado y está difícil que alguien logre hackear urna por urna.

El proceso fue probado y usado en otros estados de México, además de en territorios de Latinoamérica y Europa, los cuales han mostrado interés en la urna electrónica fabricada en México. No obstante, la nueva tecnología únicamente fue usada en procesos electorales vinculantes en Jalisco, y ningún otro estado del territorio fue tomado presente la urna electrónica para realizar unos comicios. Sin embargo, la legalidad no posibilita la implementación de la urna en unas elecciones presidenciales.

El voto por Internet, solo en la Metrópoli más importante. En la Ciudad de México, el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) empezó en 2011 el voto por Internet con el que pretendía fortalecer la estabilidad del proceso electoral.

A partir del año pasado, el servicio de voto por Internet cuenta con una doble autenticación para confirmar la identidad de los votantes. Ahora, deben preregistrarse, su identidad tiene que validarse y al final reciben una segunda afirmación que les posibilita mandar su voto vía Internet.

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