La Carencia humanitaria mundial Por Pep Molina

La Carencia humanitaria mundial
Por Pep Molina

Ya hace cuatros años que inició la guerra civil en Siria, y en medio de las disputas políticas que enfrenta el gobierno sirio a cargo de Bashar al Asad en contra de los rebeldes, los más afectados y quienes más han padecido esta situación, ha sido la gente, ciudadanos que con el pasar de los años lo han ido perdiendo absolutamente todo.
La situación se ha tornado tan complicada, que los sirios han buscado una salida, emigrar hacia Europa con la intención de buscar una oportunidad de sacar a sus familias adelante. El número de personas, que buscan llegar al viejo continente es tan grande, que han puesto en jaque a la zona euro, que de manera desesperada busca instalar medidas que regulen el paso de inmigrantes, la forma de recibirles y apoyarles.

Pero la situación cada vez se vuelve más compleja, tras los atentados terroristas  en Francia, la tensión global aumenta y lo esperado sucede, François Hollande declara la guerra al Estado Islámico, con un claro tono de rencor por los fallecidos en los ataques a París.

Pero alguien debería recordarle que esa guerra comenzó hace mucho, y que su gobierno es uno de los que ha alimentado esa batalla, realizando bombardeos en territorio sirio, con el supuesto objetivo de debilitar las fuerzas del Estado Islámico.

Y sigue muriendo y sufriendo mucha gente, a la cual poco se le ha apoyado, y hasta el momento no hay ninguna campaña que busque honrarles como a los franceses, o que busque detener la violencia con la que otros países han afrontado esta situación.

¿Es solo porque Francia es un país de primer mundo? ¿La gente tiene más valor ahí que en Siria? La idea no es no solidarizarnos con París, gente inocente ha perdido la vida una vez más, situación en la que el que la humanidad mostramos nuestras carencias como seres pensantes, porque si realmente nos sentimos indignados y ofendidos, deberíamos ofendernos, por cada inocente que padece y muere en esta lucha.

Simplemente hay que recordar que cada ser humano en este planeta es igual, sin distinción de raza, color, o en este caso, nacionalidad.

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