Maltrato animal y su relación con el veganismo

Maltrato animal y su relación con el veganismo.

En el presente trabajo se abordara la problemática acerca de la crueldad hacia los animales, ya que la gente suele tener una ilusión de superioridad ante éstos, por lo cual justifican la provocación de dolores innecesarios, el estrés, la tortura, la mutilación hasta la muerte; haciendo relación de esta dificultad con un estilo de vida llamado veganismo, el cual es la práctica que rechaza la utilización y consumo de todos los productos y servicios de origen animal, como la carne, el pescado, los lácteos, los huevos, la miel y los artículos de origen animal como el cuero y las pieles. Se puede afirmar que es el estilo de vida más sano y respetuoso con los animales y la naturaleza.

No somos quienes para desvalorar una vida, al contrario, debemos tratarlos como seres vivos que están sujetos a derechos y contribuir al bienestar de estos seres que no tienen voz.

No somos quienes para desvalorar una vida, al contrario, debemos tratarlos como seres vivos que están sujetos a derechos y contribuir al bienestar de estos seres que no tienen voz.

Por lo antes mencionado, se debe terminar el maltrato animal, tenemos que respetarlos ya que estos tienen los mismos derechos que las personas de gozar una vida digna.

El tema del maltrato animal es muy amplio y polémico. Para empezar, los animales son seres vivos que si bien, no cuentan con un desarrollo cognitivo como el del ser humano, sí poseen un nivel de inteligencia, reaccionan ante los estímulos, sienten dolor, generan estrés y pueden tener un impredecible comportamiento tras una vida llena de violencia. Alrededor del mundo existen numerosas organizaciones a favor del respeto y protección animal que desean

educar a mayor parte de la población para que comprendan el impacto negativo que producen en el ser vivo, en la naturaleza y en la propia integridad personal, los actos crueles e inhumanos que se suscitan todos los días, a todas horas.

Como seres humanos, muchas veces nos creemos una especie superior a las otras; por ejemplo, los experimentos que las farmacéuticas hacen con los animales y que nadie controla, son una manifestación de trato cruel hacia ellos ya que son seres vivos que sienten dolor y sufrimiento, sensaciones que no son exclusivas de los humanos. El argumento acerca de la superioridad humana con respecto a los animales carece de sentido desde su base, puesto que la separación humanos- animales es incorrecta. Y esto no es cuestión de creencias, es simple conocimiento de biología elemental. Los seres humanos pertenecemos al reino animal y por lo tanto somos animales. Querer hacer una separación entre humanos y animales es ignorancia o necedad. Por otra parte, si de superioridad se tratara, hay animales que tienen una mayor velocidad para nadar y correr, otros tienen muy buena vista, olfato, audición y fuerza. Varios factores han contribuido a crear la falsa idea de que los humanos somos entes separados de los animales. Entre estos factores podemos encontrar creencias religiosas y la educación que recibimos desde pequeños, en donde se utiliza un lenguaje que refuerza dicha idea, como por ejemplo en las primeras clases de ciencias naturales, cuando los docentes hablan de: “el hombre y los animales”.

Los casos de maltrato son muchos y los efectos diversos, como por ejemplo la disminución de ejemplares que pone en riesgo la perdurabilidad de las especies hacia el futuro (peligro de extinción). Es común escuchar a las personas mencionar que no es razonable escandalizar demasiado el maltrato animal cuando hay maltratos hacia los mismos humanos, pero el justificar un mal acto con otro no corresponde, porque como seres humanos podemos dirigir nuestra atención y crítica a más de un hecho a la vez y de esta forma poder revertir y no dejar pasar ningún hecho desnatural que pueda afectar la integridad de los animales que sin voz vemos disminuir y desaparecer. Cada 10 minutos 130 animales sufren crueles pruebas para demostrar la seguridad de algunos productos cosméticos. La cifra es escandalosa: 12 millones de animales al año. Estos son los datos de la última encuesta a la que se tiene acceso en la UE. El consumo de carne supone uno de los mayores problemas contaminantes en la actualidad, superando incluso al del transporte (emite un 18% de CO2 según la FAO para Naciones Unidas). La ganadería contamina con la producción de piensos, los fertilizantes químicos, la deforestación para el pasto, la fermentación y el óxido nitroso de estiércol, entre otras cosas. Esta se coloca entonces como uno de los sectores económicos a cuestionar si queremos frenar el avance del cambio climático. Es decir, la ganadería además de torturar animales hasta provocar su muerte, es uno de los mayores contaminantes

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