Mi Experiencia Como Escuela Rural

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“Mi experiencia como maestro rural”

La educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores.

“La finalidad de la educación es infundir sabiduría, la cual consiste en saber usar bien nuestros conocimientos y habilidades. Tener sabiduría es tener cultura y la cultura es la actividad del pensamiento que nos permite estar abiertos a la belleza y a los sentimientos humanitarios.”

Es por ello que en las escuelas primarias los docentes, deberían de ser capaces de guiar a los alumnos en la búsqueda del conocimiento, apoyarlos en la apropiación del conocimiento y propiciar el análisis y la reflexión.

Ciertamente la vocación docente influye en el disfrute y goce de la labor, desempañando con calidad el trabajo en conjunto que se realiza con los alumnos, pero también, existen los docentes que solo cumplen con su trabajo, lo ven como una carga, además de cubrir el horario sin dar provecho a la educación de los alumnos.

En cada contexto es muy distinta la enseñanza que se ofrece, digo esto, porque los docentes en su mayoría, utilizan las características y necesidades del contexto y las fusionan con la enseñanza que brindan en las aulas; así sea en la ciudad o en el campo.

Trabajar en las escuelas rurales es también una experiencia que fortalece la formación como docente, es una práctica diferente en el cual uno debe de comprometerse y de mantener un esfuerzo continuo para sacar el trabajo en el aula, además de adquirir la experiencia de conocer otras formas de vivir y pensar.

En cada escuela los niños son diferentes. Los maestros tienen que familiarizarse con sus características para encontrar la mejor forma de trabajar con ellos. Generalmente a los niños les gusta el trabajo escolar y no es difícil entusiasmarlos si se conocen sus inquietudes.

Muchas experiencias significativas, de los maestros se deben a la relación cercana con los niños de las comunidades rurales, en la convivencia los maestros conocen como son, cuáles son sus inquietudes, necesidades y ritmos de aprendizaje. Esto facilita el desarrollo del trabajo, por que los niños le tienen más confianza.

La experiencia en el trabajo familiar le permite adquirir habilidades y conocimientos valiosos que le ayudad a estudiar en la escuela.

En algunos lugares los alumnos, muestran timidez ante los extraños, pero sin embargo son los niños del medio rural los que muestran particular interés en conocer otros lugares.

Las experiencias en escuelas rurales han demostrado que los niños de las comunidades son tan capaces de aprender como los de cualquier otra parte. Pueden ser diferentes sus formas de hablar y pensar, pero esas características no son obstáculo para que aprendan a leer, escribir, razonar y comprender, si tienen la oportunidad y el apoyo necesario para hacerlo.

En algunas localidades puede haber niños con necesidades especiales, que no tienen acceso a servicios especializados, es posible admitir a estos niños en las escuelas y tratarlos de manera normal. Estos pueden aprender mucho en las clases, aunque no avancen al mismo paso que sus compañeros. Todo alumno aprende a su paso y se inclina por aquellas cosas en las que se siente más seguro.

La marginalidad rural es una tarea que debemos enfrentar en el corto plazo. El superarla es una tarea que debemos enfrentar en una estrategia sistémica en el cual todos los sectores estén comprometidos.

El desarrollo es inicio en tanto cuanto surge del esfuerzo creativo y responsable de la persona y es término en la medida que el esfuerzo colectivo le permite, a la persona, mejorar sus condiciones y calidad de vida. Dicho de otro manera, el desarrollo se cristaliza en la medida que desarrollemos las potencialidades que le son propias a las personas, conjuntamente con la toma de conciencia y aprehensión de valores que propendan a un perfeccionamiento constante y permanente y al mismo tiempo que asuma el compromiso irrenunciable de luchar por el desarrollo de los otros.

La escuela rural, a lo menos en nuestro país, ha perdido el rol protagónico que por años tuvo respecto al Desarrollo de las comunidades en las cuales está inserta. Diversas pueden ser las variables que han influido en ello, pero la realidad nos evidencia un distanciamiento entre escuela y comunidad, entendida está última como la totalidad de las personas que viven en el sector y no solo los apoderados.

En mi opinión la escuela rural debe convertirse en un centro de divulgación de nuevas y apropiadas tecnologías especialmente dirigidas hacia aquellos niños que, por diferentes razones, no seguirán estudiando.

La Educación, no debe convertirse en una mera entrega de conocimientos sin que estos sean percibidos por los alumnos como necesarios y aplicables a sus diferentes necesidades. Por otro lado, la acción de educar conlleva el concepto de futuro, en el cual, nuestros alumnos de hoy, deberán enfrentarse mañana a una serie de problemáticas y desafíos.

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