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NOTICIAS LA JORNADA


Enviado por   •  16 de Marzo de 2014  •  6.892 Palabras (28 Páginas)  •  183 Visitas

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Nombre: Gema Rodríguez Aguilar Actividad:

Asignatura: Derecho Agrario

Tema: Pederastia Clerical: Condena Mundial Inédita

En un informe elaborado por el Comité sobre los Derechos del Niño, y difundido ayer, la Organización de Naciones Unidas (ONU) formuló cuestionamientos inusitadamente severos en contra de la Iglesia católica en relación con los casos de abuso sexual infantil cometidos por sacerdotes. El organismo multinacional acusa al Vaticano de no haber reconocido jamás la magnitud de los crímenes sexuales cometidos por sus religiosos y de no haber tomado las medidas necesarias para proteger a los menores; señala que, en consecuencia, los abusos se siguen cometiendo de forma sistemática, mientras la inmensa mayoría de los culpables disfruta de total impunidad, y demanda a las autoridades del catolicismo que destituyan de sus cargos y entreguen a la policía a todos aquellos que sean culpables de abusos sexuales a menores, para lo cual pide que haga público el contenido de los expedientes relacionados con estos casos.

El llamado de la ONU constituye un hecho sin precedentes en el historial de los episodios de pederastia clerical, en la medida en que representa una condena contundente de la comunidad internacional y plantea un señalamiento inequívoco sobre el carácter estructural y sistemático del encubrimiento y la impunidad para estos crímenes en el seno de la Iglesia católica. La severidad del pronunciamiento, proporcional al tamaño del mal causado a las víctimas, resulta además indicativa del grado de descomposición y descrédito internacional que ha alcanzado el Vaticano en el contexto de los escándalos por pederastia, consecuencia de las vacilaciones y la arrogancia de la propia Iglesia: debe recordarse que, ante la masa de denuncias y señalamientos sobre los abusos sexuales perpetrados por integrantes del clero católico en decenas de países, las jerarquías eclesiásticas y el propio Vaticano, lejos de asumir una actitud de esclarecimiento y cooperación, se empeñaron en negar, minimizar o silenciar sistemáticamente –mediante el pago de indemnizaciones millonarias– tales acusaciones.

Más allá del valor intrínseco del documento, no puede soslayarse que éste se inscribe en el contexto del papado que encabeza Jorge Mario Bergoglio, cuyo primer tramo ha estado manifiestamente orientado a la renovación de la Iglesia católica y ha arrancado con una clara actitud de denuncia de algunos de los lastres y vicios más palpables de la jerarquía vaticana, como ha quedado de manifiesto con las críticas formuladas por Francisco en contra de la curia romana.

En ese sentido, si bien es posible que los señalamientos de la ONU graviten favorablemente en el avance de la renovación y modernización que el catolicismo requiere con urgencia, parece inevitable que, en lo inmediato, contribuyan a intensificar la disputa por el poder entre el pontífice y la mafia clerical que controla la Santa Sede, y por recrudecer las posiciones retardatarias, opacas y medievales de los segundos.

Cabe esperar que esa disputa se resuelva en favor de los ánimos reformadores y que, en el caso específico de la pederastia clerical, el documento de la ONU contribuya al reconocimiento, por las máximas autoridades del catolicismo, de la necesidad de emprender un deslinde histórico y sin precedente de los agresores sexuales que medran en las filas de la Iglesia y entregarlos a las instancias seculares correspondientes. Lo anterior es condición necesaria no sólo para concretar una mínima perspectiva de justicia para las víctimas, sino también para que el catolicismo pueda volver a acercarse a sus fieles y recupere la autoridad moral perdida en las décadas pasadas.

Nombre: Gema Rodríguez Aguilar Actividad:

Asignatura: Derecho Agrario

Tema: Desigualdad y concentración de la riqueza

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), 42 por ciento del valor de la economía mexicana está concentrado en manos de poco más de 200 mil inversionistas. Ello significa que 0.18 por ciento de la población posee casi la mitad de la riqueza nacional. Visto en forma inversa, 99.82 por ciento de los mexicanos están excluidos de esa porción de la economía. Ciertamente, el incremento tendencial de la desigualdad es un fenómeno generalizado en el mundo contemporáneo y en años recientes se ha desarrollado con fuerza incluso en países desarrollados. Pero el caso de nuestro país, a juzgar por los números de la CNBV, es extremo: en un informe dado a conocer por Oxfam durante la realización del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, se reveló que uno por ciento de la población del planeta posee la riqueza mundial; aquí, ese porcentaje es aún más reducido.

En ese documento, titulado Gobernar para las élites: secuestro democrático y desigualdad económica, se señalan entre los factores que permiten explicar este alarmante desequilibrio, la falta de regulaciones antimonopólicas y las políticas fiscales en beneficio de las élites que establecen un tipo impositivo marginal menor para los sectores más ricos de la sociedad.

Pero la práctica de gobernar para las élites tiene muchas más expresiones: la reducción sistemática de la propiedad pública; la apertura comercial salvaje puesta en práctica por las sucesivas administraciones del ciclo neoliberal, la reducción a rajatabla de derechos y conquistas laborales, las políticas de contención salarial, la subcontratación de funciones gubernamentales, los rescates multimillonarios, con dinero público, de corporaciones privadas que son llevadas a la quiebra como aplicación de un modelo de negocios particularmente perverso –pero no necesariamente ilegal–, la reducción deliberada de los sistemas públicos de educación, salud, vivienda, cultura y transporte, y –como ha señalado la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico– la abdicación del gobierno a la facultad de regular el mercado.

Si a las políticas mencionadas se agrega la opacidad y la corrupción que afectan a las oficinas públicas de los tres niveles de gobierno, se redondea la percepción de un aparato de concentración de la riqueza, construido en remplazo del desmantelado Estado de bienestar y no sorprende, en consecuencia, el grado de desigualdad social y económica en que se encuentra sumido el país: 42 por ciento de la economía para poco más de 200 mil personas y el resto, para 110 millones.

Tal desigualdad, a su vez, explica en buena medida la incapacidad para emprender

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