Sistema Educativo

En el sistema educativo y en el mercado laboral se trabaja con el más importante y valioso recurso: el humano, el cual presenta unas características muy particulares que merece ser estudiadas como una rama de la economía como es la economía de la educación y la economía laboral en Venezuela ambas ramas han sido abordada, pues otros temas económicos han acumulado las reflexiones; sin embargo, las cifras de desempleo y los problemas sociales son cada vez más alarmantes, convirtiéndose en la situación más grave del venezolano común, por ello el desenvolvimiento del sistema educativo merece especial atención por parte de quienes están encargados de dirigir los destinos económicos del país, como un espacio a la reflexión a la problemática existente en el sistema educativo. Dentro del complejo menú del estado venezolano, se había venido de alguna manera avizorando problemáticas relacionadas con el bajo rendimiento estudiantil o fracaso escolar por algunos venezolanos en todos los niveles de nuestro sistema educacional, el cual será nuestro objeto de estudio o fenómeno particular problemático a proponerse como política pública. Tal fenómeno ha sido construido por eminentes científicos venezolanos de la educación en más de una década de investigaciones.

Metodológicamente hablando las políticas públicas consiste en entender los procesos mediante los cuales las autoridades pública decide tratar un tema ¿A través de qué mecanismos, ¿Cuándo un tema se torna problemático y a que las autoridades públicas o al Estado intervengan? Basándose en tomar cartas en el asunto como realizar discusiones curriculares en las que participan docentes, especialistas, familias, instituciones y organizaciones locales y regionales de todo el país; discusiones que sistematizadas arrojan como resultado la existencia de importantes avances en cuanto a la fundamentación legal y filosófica del Currículo del Sistema Educativo Bolivariano (SEB), la cual constituyo la plataforma de la actual propuesta curricular.

En lo especifico, hasta ahora el debate acerca de este tema problemático del fracaso escolar, estuvo y esta reducido en el marco estrecho de una discusión meramente académica a los muros de las universidades nacionales, requiriendo ahora con la urgencia del caso se le tome en cuenta y se le incorpore en la agenda política como se hace menciona en el párrafo anterior. Con todo esto se trata de concebir a todos los integrantes de la escuela como verdaderos actores que construyen el conocimiento a partir de las relaciones que se suscitan entre los alumnos (as) y los docentes, entre padres, entre alumnos (as) y el entorno, entre los actores de las escuelas y la comunidad, entre docentes, administrativos y obreros en todos los espacios y momentos que desarrolla la escuela. De lo anteriormente expuesto se deduce que la escuela es un lugar "privilegiado" para la comunidad pues es el espacio fundamental para la promoción y fortalecimiento de los esquemas cognitivos.

En este orden de ideas una escuela que a través de su organización y de todos sus procesos promueven en el alumno (as) la capacidad de dialogar en forma reflexiva con sus padres, de identificar, de juzgar y de modificar de forma autónoma y crítica las normas sociales que lo afectan y afectan a los demás, es una escuela democrática y forjadora de ciudadanos participativos, capaces de transformarse a sí mismo y a la comunidad donde actúan.

Ahora bien el financiamiento de la educación pública en Venezuela es responsabilidad del Estado, siendo el Ministerio de Educación el ente encargado de realizar toda la tramitación necesaria para la asignación del presupuesto anual correspondiente a este concepto en sus diferentes niveles: preescolar, básico, medio y universitario de pregrado y postgrado, incluido un tejido de instituciones destinadas a la investigación científica y a la innovación tecnológica, es importante resaltar que, la manera cómo se financia la educación en un país varía según quién sea el proveedor directo de los fondos, quién ejecute los gastos, y en los casos en los cuales el proveedor de fondos no es el mismo que ejecuta, mecanismos para otorgar fondos.

Dentro de estas se encuentran enmarcada la gestión educativa que está conformada por un conjunto de procesos organizados que permiten que una institución o una secretaría de educación logren sus objetivos y metas. Una gestión apropiada pasa por momentos de diagnóstico, planeación, ejecución, seguimiento y evaluación que se nutren entre sí y conducen a la obtención de los resultados definidos por los equipos directivos. Una buena gestión es la clave para que lo que haga cada integrante de una institución tenga sentido y pertenencia dentro de un proyecto que es de todos. En otras palabras, es fundamental lograr que todos "remen hacia el mismo lado" para lograr lo que se quiere, y mejorar permanentemente, de ahí la importancia de tener en cuenta los cuatro ámbitos de la gestión educativa.

Es por ello que la Constitución Bolivariana de Venezuela hace descansar en la educación y el trabajo el logro de sus fines, siempre y cuando se consideren las familias de los niños y las niñas, de las comunidades en las que se ejecutan, dentro de esta está enmarcada la Educación No Formal o No Convencional la que busca preparar las condiciones para el mejoramiento de las comunidades y de los actores mediadores (familia, madres de los hogares de atención integral, niños, niñas adolescentes y escuela) en su formación para que puedan asumir consciente y responsablemente su papel en la educación de los ciudadanos.

Crisis económica y Educación

La crisis económica ha puesto en marcha desde los gobiernos un despliegue de medidas destinadas a solucionarla o, más bien, a paliarla. Estas medidas han tenido como protagonistas receptoras de ayudas importantes a las entidades financieras, pero, en general, no se ha hecho lo mismo lo mismo con el entramado educativo, que lo va a necesitar según vaya instalándose más a fondo la crisis que vivimos, lo cierto es que la crisis va a provocar unos efectos que van a hacer necesarios los debidos incrementos en los presupuestos para Educación. Se prevé un aumento de plazas en educación postobligatoria, ya que falta de oportunidades de trabajo, un mayor porcentaje de jóvenes optará por quedarse en el sistema educativo en lugar de incorporarse al mercado laboral. Y ya que las cifras de desempleo aumentan aún más (hasta el 20%), y la crisis económica obliga a que los niños deserten del sistema educativo, incorporándose a los subempleos o a la economía informal, convirtiéndose en muchos casos proveedores económicos para sus familias.

La situación de crisis venezolana requiere de una búsqueda de elementos, a

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