Condicionamiento

EL ALQUIMISTA

(SEGUNDA PARTE)

El alquimista, es un libro que nos relata la historia de un joven pastor de nombre Santiago, que cuida un rebaño y tiene unos extraños y repetitivos sueños.

Su sueño trata de un tesoro que se encuentra en las pirámides de Egipto, por lo que busca a una gitana para que le descifre su sueño. Ella le dice que valla a buscarlo y que cuando lo encuentre en vez de cobrarle la consulta, debe darle la decima parte de ese tesoro.

Para poder llegar al lugar donde se encuentra el tesoro, debe recorrer un largo camino, en el cual le esperaban grandes sorpresas y además encontraría personas que marcarían su vida.

Personajes como el rey, ayuda a Santiago a confiar en si mismo, en su destino y en que cuando las cosas deben realizarse el universo conspira para que se realicen, solo debe estar pendiente de las señales que le da la vida.

Ahora bien, decide ir en busca de su tesoro y se une a una caravana que partía hacia Egipto, ahí conoció a un ingles y se hicieron amigos. Santiago saco de su bolsa a Urim y Tumim y se asombró de que el inglés supiera el nombre de las piedras que el rey le había obsequiado. El inglés le dijo que esas piedras eran de la adivinación para los alquimistas. Santiago se sorprendió que el inglés fuera un aprendiz de alquimia y, el inglés presto a Santiago sus libros para que prendiera más.

A la mitad del camino les informaron que había una guerra entre los clanes y que tendrían que llegar lo mas pronto posible al oasis.

El camellero les explico que el oasis es un punto neutro donde nadie puede entrar con armas. Así pasaron varias noches y varios días caminando hasta llegar al oasis.

Al entrar a las tiendas del oasis el jefe les pidió que se despojaran de todas sus armas y Santiago se sorprendió de que el inglés llevara un revolver consigo.

El primer día todos durmieron de concienció y se quedo alejado del inglés con otros 5 chicos de su edad. Tenía mucha curiosidad de conocer todo acerca de las grandes ciudades.

Después el inglés se le acerco y se lo llevo, para pedirle que lo ayudara a encontrar al alquimista y se pusieron a buscarlo en tiendas donde vivieran hombres solos, mas no encontraron nada. Se acercaron a un pozo a ver si la gente que fuera a buscar agua, pudieran ayudarlo.

Preguntaron varias veces a diferentes personas y finalmente, apareció una mujer y Santiago de aproximo a ella, para preguntarle sobre el alquimista, entonces fue cuando se enamoró perdidamente de sus ojo y de su sonrisa. El ingles le pido que le preguntara a ella, ella le sonrió y Santiago le pregunto su nombre. Fátima. Finalmente, Santiago le preguntó por el alquimista y ella le dijo que era un hombre que conocía los secretos mundo. Así que el inglés se fue en busca del alquimista, mientras Fátima lleno su cántaro y se fue.

Después de ese día, Santiago iba todos los días al pozo con la intención de ver a Fátima y hablarle de su vida, del lenguaje que el mundo habla, de su leyenda personal y del tesoro cerca de las pirámides de Egipto, y le expreso el amor que sentía hacia ella y quería que fuera su mujer.

Un cierto día se encontraba observando el desierto cuando de pronto tuvo una extraña visión donde un ejército con espadas entraban al oasis. Pensó en ignorarlo, pero recordó las palabras del rey “sigue las señales”.

Pensando en Fátima, Santiago fue hablar con el camellero, él le dijo que hablaría con el Jefe, y eso hizo, fue a buscar al Jefe a su tienda y cuando dijo lo que había visto y a pesar de su escepticismo el Jefe ordeno que olvidaran la tradición y defendieran el oasis con sus armas, pero le advirtió que si su visión era falsa un arma se dispararía sobre él, pero que si su visión se cumplía, por cada 10 muertos él le entregaría una moneda de oro.

Salió de la tienda, cuando de pronto escucho un ruido muy fuerte y un viento lo aventó hacia la tierra. El lugar se lleno de polvo y sobre el vio un caballo blanco que relinchaba. El jinete alzo una enorme espada en forma de media luna y pregunto: ¿quién se atrevió a leer el vuelo de gavilanes? Santiago respondió que él y espero a que la espada callera sobre el, mas no fue así.

La punta de la espada toco su cabeza y pensó que moriría. Le pareció la idea que ya iba a morir sin haber realizado su leyenda personal.

Pero no fue así, el

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