EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO. VIKTOR E. FRANKL

        KENNY LIZANDRO PINEDA MONZÓN[pic 1]

        ASESOR ACADÉMICO: ING. MAURICIO GONZÁLEZ

EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO

-VIKTOR E. FRANKL-

Esta es la obra autobiográfica de un psicólogo en un campo de concentración, relata lo que vivió en los campos de concentración nazi, en la segunda guerra mundial. Cuenta como fue privado de su libertad, de su familia y como es que fue sometido a trabajos forzados que rebasan la imaginación, también habla sobre las múltiples decisiones que debió de tomar dentro y fuera del campo de concentración. Las múltiples oportunidades en las que estuvo frente a la idea del suicidio y hallar por el mismo el sentido y algo que lo motivara a seguir viviendo, su vida la cual es única e irrepetible.

La historia empieza cuando el decide quedarse con sus padres en Viena en lugar d irse a Estados unidos, aun sabiendo que el futuro de sus vidas en Europa seria incierto.  Fueron deportados  hacia Auschwitz, allí se separa de su madre y su esposa, días después ve morir a su padre.  El tiene un desplome de ánimo mientras se mantiene en esta ciudad lo que lo hizo ver el suicidio como una opción. Este libro no trata de enfatizar los horrores que se vivieron en los campos de concentración donde permaneció sino más bien desde l punto de vista psicológico de un prisionero en donde el autor lo clasifica en tres partes:

1. Primera fase: internamiento n el campo
2. Segunda fase: la vida en el campo
3. Tercera fase: después de su liberación

Uno de los puntos más importantes de este libro se encuentra en la frase: “los mejor3es  entre nosotros no regresaron a casa” la cual enfatiza el síntoma del shock, donde la incertidumbre los hacía digerir cada momento al instante haciéndose la pregunta: ¿y ahora que sigue?. Desde que llegaron al campo de concentración fueron despojados de todo cuando cargaban, fueron confundidos al ser recibidos por ver a un Europa, daban la bienvenida a los recién llegados lo cual le infundía esperanza, tuvieron que acostumbrarse a cada acontecimiento y perder el temor a la muerte y asumir la postura pasiva cual oveja al matadero.

Otro de  los puntos a mencionar es la apatía, como prisionero se llegaba al punto a ver como normal los múltiples horrores que se sucintaban, se podía ver como alguien era golpeado a más no poder por los soldados, aun enfermo de tifus en sus últimos días y no sentir la mas mínima compasión. En el corazón reinaba la ley del más fuerte y solo se deseaba salvar su propia vida. La ausencia de sentimentalismos y la continua hambre hacia que surgieran preguntas como: ¿vale  la pena seguir viviendo así? ¿Qué hice para que el destino se tornara tan gris? Y muchas más preguntas que justifican el suicidio. Aun así nacía dentro del autor una esperanza que valiera la pena seguir viviendo, porque algún día aunque no supiera cuando saldría y volvería a encontraras con su familia y regresar a él la felicidad, esa esperanza lo mantenía con vida. “que tenga un porque para vivir podrá superar casi cualquier cosa”.

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